jueves, 19 de mayo de 2011

Comer mandarina ayuda a prevenir la obesidad y el riesgo de infarto


Es por la nobiletina, una sustancia que se encuentra en el pellejo de este cítrico.

Se llama nobiletina y es un flavonoide que se encuentra en el pellejo de la mandarina. Esta substancia, descubierta por investigadores canadienses, está en condiciones de prevenir la obesidad y proteger contra la diabetes Tipo 2 y contra la arterioesclerosis, responsable de la mayor parte de los infartos y ACV.

Los científicos del Instituto Robarts Research, de Estados Unidos, Murray Huff y Erin Mulvihill, realizaron un estudio tomando como base a animales en el que se evaluaron los efectos de la nobiletina en un grupo de ratas alimentadas con una dieta rica en grasas y azúcares simples.

Las ratas fueron subdivididas en dos grupos que fueron alimentados de este modo, si bien al primero se le daba además la sustancia extraída de la mandarina.

Al término de la prueba, las ratas que no habían recibido la nobiletina se habían vuelto obesas, todas, y mostraban claros síntomas del sindrome metabólico que incluye elevados niveles de colesterol y triglicerídos, altos niveles de glucosa e insulina e hígado graso. Todos estos síntomas aumentan considerablemente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y también de diabetes Tipo 2.

En cambio, las ratas que habían recibido un adicional de nobiletina no mostraron aumento en los niveles de colesterol, triglicéridos, insulina y glucosa. Además, tuvieron un aumento normal de peso. Estas mismas ratas se habían vuelto también mucho más sensibles a los efectos de la insulina.

Los flavonoides demostraron por consiguiente ser capaces de prevenir la acumulación de grasas en el hígado, estimulando la expresión de los genes comprometidos con la combustión de grasas en exceso e inhibiendo a aquellos responsables de la producción de grasas.

“Las ratas tratadas con nobiletina se veían básicamente protegidas de la obesidad” escribe Huff en Diabetes, la revista científica en la que se publicaron los resultados del estudio. Por otro lado, en un estudio a largo plazo, la nobiletina demostró incluso proteger a estos animales de la arterioesclerosis, la formación de placas en las arterias, un fenómeno que puede llevar a un infarto o ACV.

“Este estudio abre de verdad el camino a otros futuros, que apuntarán a ver si éste es un tratamiento que se ajusta para combatir el síndrome metabólico y patologías afines en las personas”, concluye Murray Huff.

Fuente: Clarin

miércoles, 18 de mayo de 2011

Colgando en tus manos

Estoy colgando en tus manos mmm...que bueno!!

Día de la Escarapela Argentina


El Día de la Escarapela, fue instituido por el Consejo Nacional de Educación el 18 de mayo de 1935.

El origen de los colores de la escarapela y las razones por las que fueron elegidos para simbolizar a la Patria no pueden establecerse con precisión. Entre muchas versiones, una afirma que los colores blanco y celeste fueron adoptados por primera vez durante las Invasiones inglesas (1806-1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego empezaron a popularizarse entre los nativos.

Se dice también que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.

Durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810 se sabe que los "chisperos" o patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unos cintillos, un manuscrito anónimo que cita el historiador Marfany expresa que el lunes 21 de mayo de 1810, los patriotas se identificaban con cintillos blancos en sus casacas y sombreros, en sus Memorias Curiosas Juan Manuel Beruti comenta el uso de un cintillo blanco en la casaca y en el sombrero una escarapela encarnada acompañada con un ramo de olivo a modo de penacho. Está documentado que cuando llegó a Mendoza -a mediados de junio de 1810- la noticia del nuevo gobierno, sus partidarios usaron cintas blancas en sus vestimentas, de esto fue testigo el funcionario español Faustino Ansay que para entonces residía en la ciudad de Mendoza. Una misiva atribuida a Ramón Manuel de Pazos dice que el 21 de mayo de 1810 Domingo French y Antonio Luis Beruti repartían tales cintas blancas como signo de paz y unión entre los patriotas y los partidarios de España pero que ante la hostilidad de los segundos, el 25 de mayo comenzaron a repartirse cintas rojas como signo "jacobino", ambos colores fueron entonces los adoptados por el cabildo de Tarija al sumarse a la Revolución de Mayo. Sólo Bartolomé Mitre dice que French "Entró en una de las tiendas de la Recova y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes. Puso piquetes con orden de dejar entrar solo a los patriotas y hacerles poner el distintivo" de lo comentado mucho más tarde por Mitre es indiscutible -por varios testimonios- que en efecto los "chisperos" habían establecido piquetes en torno a las plazas de La Victoria y La Plaza Mayor (ambas hoy reunidas en la Plaza de Mayo) y que estos identificaban con cintillos a los participantes del movimiento, pero es probable que Mitre -quien fue uno de los integrantes del que luego se llamaría partido unitario- añadiera en el texto lo del cintillo celeste (es llamativo que no dijera azul) ya que el celeste fue (junto con el verde) uno de los dos colores emblemáticos de los llamados unitarios. Si bien consta que en marzo de 1811 la Sociedad Patriótica, creada por los allegados a Mariano Moreno usaban cintillos blancos y azul-celestes.

Lo cierto es que el 13 de febrero de 1812, Manuel Belgrano, mediante una nota, solicitó al Triunvirato que se fije el uso de la escarapela nacional bicolor: azul-celeste y blanco, Belgrano debió omitir el color rojo ya que como él lo expresara por escrito las tropas españolas y proespañolas lo estaban usando en sus emblemas. "Manuel Belgrano no vio el cielo celeste y las nubes blancas, y en esto se inspiró para crear la Bandera nacional. Se fundaba en que los cuerpos del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario uniformarlos a todos, puesto que defendían la misma causa. El 18 de febrero de ese año, el Gobierno resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul celeste.

"Entusiasmado con la medida, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores y la hizo jurar el 27 de febrero. Ese mismo día, el Triunvirato ordenó a Belgrano hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Guaqui a manos del General Goyeneche, leal al Rey de España. El general emprendió la marcha al norte de inmediato y, por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del gobierno a la nueva bandera"

Ese 27 de febrero de 1812 Belgrano inauguró las baterías Libertad e Independencia e informó al Gobierno: "Siendo preciso enarbolar la bandera, y no teniéndola, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional..."

"Los colores nacionales se usaron en la Argentina desde 1811, en la escarapela famosa erróneamente atribuida a la distribución de French y Beruti del año anterior. Provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España). La escarapela blanca y celeste ya había sido utilizada por Pueyrredón y otros camaradas durante las Invasiones Inglesas. La escarapela es creada por decreto el 18 de febrero de 1812.

Fuente: Alihuen

martes, 17 de mayo de 2011

Dr. Edgar Lucidi: "Somos cobayos para experimentos médicos"

Entrevista de Anthony J Hilder (coproductor de What in The World Are They Spraying) al Dr. Edgar Lucidi en la que éste explica que las fumigaciones son experimentos militares que evalúan la respuesta de la población frente a la exposición de estas sustancias tóxicas.

lunes, 16 de mayo de 2011

Tecnología: qué aparatos es mejor conservar y cuáles tirar


TONELADAS. LA BASURA ELECTRONICA ES UN PROBLEMA EN TODO EL MUNDO.


Claves para no acumular productos inútiles. Una queja común es que la modernidad obliga a usar dispositivos electrónicos de todo tipo. Pero hoy un solo aparato ofrece más de una función. Expertos opinan cuáles sobrevivirán y cuáles no.

La temporalidad de la moda condensa en la tecnología su máximo grado de fugacidad. Lo que ayer fue considerado una revolución técnica a los pocos meses es reemplazado por un objeto más pequeño y funcional. Surge entonces una pregunta: ¿cuántos de los dispositivos que uno atesora en su hogar tienen fecha de vencimiento y cuáles vale la pena conservar?

La inquietud surge a partir de un artículo reciente de The New York Time (NYT) donde Sam Grobart, editor de tecnología, enumera una serie de servicios y aparatos y das su parecer sobre el impacto que tendrán a futuro y si serán reemplazados a la brevedad. Pero como la actitud norteamericana frente a las innovaciones –sea por cuestiones económicas o estrictamente culturales– es muy diferente a Argentina, especialistas locales consultados por Clarín brindan su visión sobre algunos de los puntos.

Computadoras de escritorio

A pesar de que les sumaron color y diseño, dan la sensación de ser un elefante atado a un poste. Para Grobart, lo mejor es olvidarse de ellas, salvo si la usan “gamers” o para procesamiento de video. Con el dictamen coincide Claudio Zamoszczyk, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo. “Ya está sucediendo. La diferencia en precio se acorta cada vez más y en cuanto a rendimiento prácticamente no se sacan ventaja. Pero la principal razón no es el espacio ni el costo sino la necesidad de portabilidad. Incluso los celulares inteligentes le disputan mercado a la PC”, opina. Según un informe de la consultora IDC, durante el cuarto trimestre de 2010 los fabricantes de computadoras despacharon unos 92 millones, contra 100 millones de terminales a nivel mundial. Lo que implica que ya se venden más smartphones que desktop.

Memorias USB

El NYT dice que compartir archivos ya no exige ningún hardware. La mejor alternativa es mover archivos de forma digital a través de Internet. En el caso de texto y fotos se justifica, pero ante un video en HD, aunque se disponga una conexión de 7 MB, no resulta práctico. Lo mismo se aplica a cualquier archivo que supero los 200 MB. Sin embargo, Guilherme Soares, VP de Iomega, especialista en almacenamiento, señala: “En poco tiempo los pen drives van a desaparecer. Si bien la necesidad de transportar información será cada vez mayor, no se necesitarán. Podrán acceder a sus ‘nubes personales o privadas’ solamente con una conexión a Internet”.

Reproductor de MP3

Aunque en la actualidad cualquier teléfono que se venda reproduce MP3, el punto débil es el consumo intensivo de baterías. Y si terminar de escuchar el disco implica agotar la carga, nada es tan atractivo como se lo pinta.

Navegador Satelital (GPS)

Aunque la sentencia de Grobart es despojarse de los GPS, muchos de los que vienen con el celular requieren conexión a Internet. Además, son menos precisos y no siempre ofrecen guía por voz.

TV por cable

Es un punto discutible. A la masividad de los contenidos piratas se le suman los servicio de video bajo demanda. Aunque los fanáticos de los deportes no tienen segunda elección. “No creo que los contenidos on demand reemplacen a la TV por cable. Hay que tener en cuenta que la TV de aire que sigue presente frente al cable, porque hay un interés del mercado”, opina Andrés Bargues, gerente de Servicios Multimedia de Telefónica. No corre la misma suerte el lector de DVD, que a la amenaza del Blu-ray (que nunca termina de explotar) se le suma el streaming. “Sí creo que ya existe un desplazamiento de los soportes físicos como el DVD, dado que los contenidos están alojados en la nube y con una fácil acceso”, dice Bargues.

Teléfono de línea

La sombra del teléfono celular llegó a oscurecer a su primo, la línea fija. El mercado de celulares argentinos, de acuerdo a estimaciones de las operadoras telefónicas, tiene una base de 45 millones, con una penetración del 120%. Aunque en esta cifra incluye no sólo las líneas activas. Otro serio competidor son las comunicaciones a través de Internet (VoIP): con Skype, Nimbuzz y otros software se puede hablar gratis de una computadora a otra.

Cámaras de fotos compactas

La recomendación del NYT es deshacerse de ellas y en su lugar adoptar el celular, que está siempre a mano y es más directo para compartir las imágenes. “Técnicamente hablando, las fotos logradas con un celular son de baja calidad. Y si bien la gente todavía valora las cámaras como objeto, en un futuro no descarto que las de rango intermedio sean reemplazadas por el teléfono y su lugar lo ocupen las semi profesionales”, opina Dani Yako, editor fotográfico de Clarín.

No es el caso de las filmadoras, que salvo en el segmento profesional puede ser fácilmente suplantadas por aquellas cámaras digitales que filman en HD.

Relojes

Mientras los despertadores están más cerca del museo que de la mesa de luz, ya que los teléfonos brindan la posibilidad de personalizar la melodía, muestran datos sobre el clima y hasta se los puede apagar con la voz. Los relojes de pulsera, que si bien son menos productivos, pasaron a ocupar un lugar decorativo o aspiracional.

Libros

Los lectores electrónicos se metieron con el papel y si bien tienen sus bondades, nada se compara: el libro es cómodo, seguro y casi no pierden valor.

Cómo deshacerse de los productos electrónicos

Se calcula que en Argentina se producen más de 100 mil toneladas anuales de basura electrónica, un problema mundial. Según advirtió Greenpeace a fines del año pasado, en el país “no existe prácticamente ninguna infraestructura formal para hacer frente a la basura electrónica y gestionar este tipo de residuos”, por lo que “termina siendo desechada en basurales o rellenos e incluso incinerada”.

¿Qué hacer, entonces, con esa PC de escritorio que no va más o con el viejo celular y su batería agotada? En el caso de la telefonía móvil, las operadoras de telefonía celular y varios fabricantes de teléfonos reciben las baterías (o los equipos completos) para su reciclado y tratamiento.

Además, en el sitio del Gobierno de la Ciudad (www.buenosaires.gob.ar) hay una lista de lugares adonde se pueden llevar baterías recargables.

En cuanto a las computadoras, varias ONG aceptan la donación de material informático en desuso que luego reciclan y donan a escuelas . Entre otras, se puede recurrir a Va de Vuelta ( vadevuelta.wordpress.com , 4229–9947), María de las Cárceles ( www.mariadelascarceles.org.ar , 4894–0525) y Fundación Equidad ( www.equidad.org , 4307–8150).

domingo, 15 de mayo de 2011

Bonobos: la muestra viva del paraíso que los humanos perdimos


Lástima que Wilhelm Reich no conoció a los bonobos, pues en estos simios habría tenido un potente campo de investigación para sus teorías que unían libertad, comunismo y sexualidad. Conocidos como los “monos hippies”, estos primates viven en comunidad, son nómades y practican el amor libre y el pacifismo. Adaptados a las selvas del Congo –en el corazón de África-, hoy se encuentran en peligro de extinción, pues son cazados por humanos que venden su “sabrosa carne” en algún exótico mercado de nuestra civilizada especie.

ESOS LOCOS BAJITOS

“Bailando como mono” se llama el tema de La Floripondio, banda chilena caracterizada por su estilo salvaje y pachanguero. Más que seguro que estos rockeros hacen referencia –aunque no lo sepan- a los bonobos.

Los bonobos nos ayudan a comprender cómo pudo haber sido la vida humana durante los miles de años previos a la revolución neolítica, en que mujeres y hombres vagaban en grupos de forrajeros o cazadores-recolectores -como los bosquimanos del kalahari que aún sobreviven en el suroeste africano. También nos llama a la reflexión las similitudes del modo de vida bonobo con algunos matriarcados (o sociedades matricéntricas) que existen actualmente en el mundo (ver etnia mosuo en China).

La sociobiología dominante nos tenía acostumbrados a comparar al humano con simios jerárquicos y agresivos –chimpancés y gorilas-, ignorando intencionalmente al mono más parecido a nosotros: el bonobo, mono gozador e igualitario.

Los bonobos caminan erguidos el 25% del tiempo en sus desplazamientos por el suelo. Estas características, junto con su postura, le da a los bonobos una apariencia más humana que los chimpancés comunes. Así mismo, los bonobos tienen una gran diferenciación facial -al igual que los humanos-, de modo que cada individuo tiene una apariencia significativamente distinta, permitiendo el reconocimiento visual en la interacción social.

Los bonobos pueden pasar la prueba del espejo, que sirve para demostrar la conciencia de uno mismo. Se comunican principalmente mediante sonidos, aunque aún no se conoce el sentido de sus vocalizaciones; sin embargo, los humanos comprenden de forma sencilla sus expresiones faciales y algunos de sus gestos con las manos, como la invitación a jugar. Dos bonobos, Kanzi y Panbanisha, han aprendido un vocabulario de cerca de 400 palabras que pueden escribir usando un teclado especial de lexigramas (símbolos geométricos), y pueden responder a preguntas formuladas de viva voz. Algunos, como el bioético Peter Singer, argumentan que esos resultados califican a los bonobos al “derecho a la supervivencia y la vida”, derechos que los humanos teóricamente reconocen a todas las personas.

Las relaciones sexuales juegan un papel preponderante en las sociedades de bonobos, ya que son usadas como saludo, como método de resolución de conflictos, como medio de reconciliación tras los mismos, y como forma de pago mediante favores tanto de machos como de hembras a cambio de comida. Los bonobos son los únicos primates (aparte de los humanos) que han sido observados realizando todas las actividades sexuales siguientes: sexo genital cara a cara (principalmente hembra con hembra, seguido en frecuencia por el coito hembra-macho y las frotaciones macho-macho), besos con lengua y sexo oral.

Por todas estas características, ya hay muchas personas que están adhiriendo a una suerte de “bonobismo”, por lo que les presentamos un texto (*) en tal sentido:

SUERTE DE MANIFIESTO BONOBISTA

Que el chimpancé es territorio y el bonobo tan solo tiempo.

El bonobo nunca es yo, es siempre ahora.

Bonobo es una forma de ser, el bailoteo sonrisón de la vida en circunstancia. Bonobo también es pan paniscus, el primate más cercano al ser humano según lo entiende la ciencia; esto es, genética y categoría. Si nos ceñimos a esto, pronunciaremos con soltura y brava voz que el bonobo, recientemente descubierto por el lente humano -ignorado, inimaginado-, comparte muchas más cosas en común con nosotros que el anterior candidato a la ascendencia, el chimpancé común, simplonamente pan troglodytes.

A saber: primeramente denominado Chimpancé Pigmeo, el bonobo es un simio juguetón, de largas piernas y orejas cortas, y que comparte el 99,8% del genoma humano. Si a esto le sumamos una relación social basada en el entendimiento a toda prueba, camaradería y carcajadas a granel, es que entonces el bonobo ya está aquí, rasga nuestras vestiduras, y nos invita a escondrijarnos, a olvidarnos a la deliciosa lejanía, al calor voluptuoso y carnavalesco del Zaire, allá donde en África sólo se sabe gozar.

La sociedad bonobo es, por supuesto, matriarcal. A diferencia del chimpancé, no conoce la verticalidad, ni la jerarquía, ni el desenvolvimiento a golpes. Vadea ríos e incluso canturrea, si le viene en gana. Niños y adultos se codean no ya por lo bajo, sino al descaro mismo y compartiendo constantemente alimentos y aventuras; las chiquillas en flor suspiran encantos, y aquellos jóvenes mozos las observan con ojos que no adivinan más que el enamorarse.

Todo nace y florece en África. La vida es dulce, y corre de la mano del primate que te abraza a medio camino de encontrar los frutos mágicos y beber del jugo que hace transpirar la tierra. Nunca supieron de la Guerra de los Chimpancés –siempre tan en busca de aquello que sólo consigue irritarles-; nunca supieron de los hombrecitos tímidos enviando maquinarias a robar energía allá donde habrá que asesinarlos para conseguirlo. La paz no es, por fin, aquella fúnebre y grisácea estación inmóvil entre dos guerras. La paz es un estado de conciencia, y el bonobo lo sabe. Y, como ha de ser, pues, se relame ente ella.

Así como se asemejan, así también son diferentes uno del otro. El chimpancé asustado berrea y se sacude en violencia si es que la casualidad amordazada se le aparece en sustento y comida –bien podría ser carroña-: “nadie se me acerque, han oído ya esto es mío, tú no querrás probar mi furia”. El bonobo, por el contrario, encuentra regalos bajo las piedras y entonces, henchido e ilimitadamente feliz, corre a buscar camarada a que se repartan juntos la dulzona picardía de los frutos prohibidos del paraíso africano. Se rumorea que es entonces cuando estos amiguetes revoltosos harán estallar la magia y será también entonces cuando sabremos su secreto:



SEXUALIDAD DESBORDANTE

Nada más sencillo. No es nuevo para nadie que el sexo es la actividad predilecta del ser humano. Embellece y nutre la carne, arranca suspiros allí por donde se practique, y además es saludable en cuanto las sonrisas que arranca desintegran y anulan cualquier vestigio de depresión urbana-productiva amparadora del cáncer del progreso.

Tanto el humano como el bonobo son los únicos mamíferos etiquetados ya con el celo permanente, y es entonces que, si bien los seres humanos intentamos a toda costa convencernos de que hay instancias y lugares determinados para el específico acto y entendemos la sexualidad como un capítulo sellado y estéril dentro del estándar del acto sexual coital y sus sucedáneos, el bonobo, que no entiende de matemáticas y que sinceramente tiene mejores cosas en qué pensar, se entrega al mandato incuestionable del deseo y la coquetería como reales y primarias relaciones sociales.

A toda hora, a cada circunstancia, es posible embobarse en el espectáculo amoroso que ejecuta el bonobo desde que el cuerpo vitorea caricias.

Lo hace todo: masturbación, penetración, contacto oral, orgía. Los machos intercambian alimentos sellando pactos de amistad mediante la frotación de sus genitales; las hembras se entrelazan entre el verdor del trópico estableciendo relaciones horizontales de hermandad y simpatía. Contrastando con el chimpancé, que irradia agresividad y abandona sus frustraciones sexuales en esporádicas uniones de verdadera dominación, el bonobo se abraza y vive en comunidades pacíficas donde no hay cabida al egoísmo ni a la guerra. Se aman, constantemente.

Y hay más. Sólo la hembra humana y la bonobo (recordemos que somos parientes entrañablemente cercanos) tienen la vagina adelante. Los demás mamíferos del reino animal (bonita etiqueta, ¿eh?), al tener las hembras la vagina situada al reverso, copulan como todos sabemos lo hacen los perros. Incluido el chimpancé.

El bonobo, en cambio, además de adoptar todas las posturas sexuales imaginables, lo hace cara a cara. Y, como diría Susan Bloch, estudiosa de un grupo de bonobos en cautiverio, cuando se aman así son “como practicantes de sexo tántrico, o como dos personas profundamente enamoradas”. Y como tales, se miran directamente a los ojos y se besan lánguida y acarameladamente.

Los bonobos son extremadamente agradables. Cuando no están acariciándose o compartiendo alimentos se dedican al ocio, a la contemplación y al juego. Poseen un lenguaje único y complejo que la ciencia humana ha categorizado como “capaz de reconocer más de 400 pictogramas”. Como no temen al agua, no delimitan territorios ni por supuesto deben matarse para conservarlos intactos. Son nómadas y aventureros. Así como los enfurruñados chimpancés protagonizaron desde 1930 una extraña guerra en la cual las diversas tribus se cazaban la una a la otra, los bonobos en ocasiones se reúnen por centenares con tribus repletas de desconocidos para aullarle a la luna y desdibujar las tensiones con espontáneas y dulces sesiones de amor colectivo.



El chimpancé es caníbal y brutal. El bonobo es vegetariano e irremediablemente pacífico.

A pesar de que los bonobos se menean en un ritmo sexual que supera diez veces la actividad ídem del chimpancé, y casi mil la del gorila, su reproducción es armoniosa, y por supuesto no se desbordan de los mapas. Es común que una hembra adulta dé a luz a una criatura cada cuatro años, aproximadamente; esto sin contar abstinencia, ni recato, ni interrupción coital, ni el empleo de maravillas tecnológicas como el suministro de drogas hormonales para controlar sus ciclos reproductivos o el tener que enfundarse incómodamente un armazón de látex en el miembro viril para intentar detener el incesante fluir de la vida. Simplemente se enroscan y se enredan, desterrando cualquier tentativa de agresión, y sustituyendo la competitividad por el esparcimiento y el compañerismo. Todo esto sin dejar de hacer el amor a cada sonrisa de la tarde.

Es probable que el ser humano se halle confundido. Tantos y tantos años intentando conquistar galaxias lejanas y apoderarse de aquellas baratijas diarias que de tanto encandilarle le han hecho creer son el Oro, debiendo hacerse cómplice de multitud de inescrupulosos y vergonzosos medios para lograr tan siniestros fines, le deben de haber nublado un poco el seso. Tan animal como el bonobo, parece haber olvidado aquellos nexos cálidos que reconocen la fertilidad como un circunstancia amiga y amparadora de la armoniosa distribución natural de la vida, donde cada pétalo, cada flor, y cada insecto que la poliniza y le hace gozar (pues esto también es hacer el amor) se interrelacionan y no hay cabida al desorden reproductivo, ni a la escasez, ni al aborto.

Parece haber desestimado y ninguneado una sabiduría ancestral que, puesto como les gusta oírlo, está en los genes, y sistemáticamente se ha ido hundiendo en una larga y tediosa pataleta chimpancesca que indudablemente le ha arrojado a pretender que la única y eficaz manera de controlar su natalidad es a través de la moralización y censura de la sexualidad latente, demonizando el encuentro afectivo condicionado por sus consecuencias venéreas, enfermas, y generadoras de vida no deseada, siendo que la “sociedad” bonobo demuestra como se quiera que la gestación y el brote, la conservación de la especie, está en el ejercicio sano y limpio de la sexualidad plena.

MANJAR EXÓTICO

Sea como fuera, el bonobo es rey. Y la vida le seguirá sonriendo y dándole el visto bueno a su estilo de vivirla, si es que la gula imaginaria del humano no acaba de exterminarle del carnaval del Congo.

Lamentablemente se le considera en peligro de extinción, puesto que se paga suculentas sumas por su carne, considerada un manjar para paladares exóticos. Esto último ha experimentado un incremento dramático durante la última guerra civil en el país, a causa de la presencia de milicianos fuertemente armados incluso en áreas remotas “protegidas” como el Parque Nacional de Salonga. Actualmente se estima que bailotean alrededor de 10.000 bonobos en estado salvaje -más unos cuantos miles más en cautiverio-, formando parte de una pauta mucho más general de extinción de los simios.

El bonobo, pacífico, coqueto, juguetón y enamorado, es un ejemplo para la humanidad.
Habrá que abrirse paso entre la foresta para contemplarlo en su gloria. Parece haber vencido una batalla que hoy muchos sueñan con empezar a pelearla. No chillará ni enseñará los dientes cuando nos descubra observarle boquiabiertos; es probable que nos invite a desintegrar el estrés y a seducir el encanto de la sonrisa femenina y machota. Hoy por hoy, humanos y chimpancés se desencajan los sesos buscando la manera de encontrar la maña para hacer cada vez armas más grandes y poderosas. Y el bonobo tiene el pene bastante más largo que el humano y que las pretensiones de sus pistolas y su guerra.





Fuente: el ciudadano