Es un lugar de encuentro para todos aquellos que quieran abrir la mente a pensamientos que trasciendan y rompan con viejos esquemas y leyes. Encontraras todo tipo de mensajes y novedades de diferentes temas que te ayudarán en tu auto estima y superacion.
sábado, 3 de abril de 2010
Sabado Santo
Día de la Semana Santa en el que la Iglesia católica conmemora a Jesús en el sepulcro. El sábado Jesús yacía en su tumba para el desconsuelo de los apóstoles que estaban convencidos de que todo había acabado. Mientras tanto, su madre recordaba las palabras del Señor cuando predecía "Al tercer día resucitaré". En este día tiene lugar una de las principales celebraciones religiosas de todo el año: la Vigilia Pascual, que se realiza luego de las 6 pm. La Vigilia es la más grande y santísima noche del año, la celebración antigua más importante y más rica de contenido. En ella se vela para expresar que los fieles siguen en la espera, en la vigilancia y en la esperanza de la venida del Señor, del cumplimiento del nuevo y definitivo paso con él.
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viernes, 2 de abril de 2010
Viernes Santo - Via Crucis
Viernes Santo
Es un día crucial en la liturgia cristiana y la conmemoración de la muerte de Cristo en la cruz. Luego de su encarcelamiento Jesús es sometido a un juicio, donde sufre torturas aberrantes. Es en ese mismo momento donde recibe la corona de espinas sobre su cabeza y le cargan la cruz. Así, Cristo recorre la ciudad de Jerusalem con la pesada cruz de madera en dirección al Calvado. A horas del mediodía el Señor es crucificado. Más tarde, para certificar su muerte le clavan una lanza confirmando el fallecimiento. A la noche, los fieles desclavan el cuerpo de Cristo y lo entregan a su madre, para finalmente enterrarlo en el sepulcro. Ese mismo día Judas, arrepentido de su traición, se ahorca y acaba con su vida. Durante el Viernes Santo se realiza la adoración del Árbol de la Cruz y el Via Crucis. Es el único día del calendario litúrgico donde no se celebra la eucaristía.
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jueves, 1 de abril de 2010
Jueves Santo - La última cena
El Jueves Santo, celebrado el jueves anterior al Domingo de Resurrección, se trata del primer día del Triduo Pascual. En este día la Iglesia Católica conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena de Cristo. Durante los oficios de ese día se celebra el lavatorio de pies, y la Eucaristía se reserva en el "monumento", un altar eucarístico construido ex-profeso, y en la que se mantendrá hasta el oficio del Viernes Santo. El lavatorio de pies representa el momento en que Jesús llega al Cenáculo y lava los pies de sus discípulos uno a uno. Una vez en la mesa se celebra la misa, donde el Señor ordena a sus apósteles sacerdotes y les indica que de ese momento en adelante ellos celebrarían la misa. Cuando finaliza la cena, Jesús se despide de su madre y sale en dirección a un huerto de olivos, acompañado de algunos discípulos. Esa misma noche, Jesús es entregado por Judas y puesto en prisión donde lo interrogan durante toda la noche. Ese es uno de los días más importantes de la Semana Santa y su festejo incluye procesiones desde la madrugada hasta el día siguiente, el Viernes Santo.
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miércoles, 31 de marzo de 2010
La televisión
La televisión es un instrumento muy potente que hubiese podido ser una bendición para la humanidad, pero de hecho es una tragedia. Esto se debe a dos motivos: a) la vaciedad del contenido; b) el modo en que se presenta ese contenido, la forma de informar que no constituye un defecto pasajero sino algo esencial que no puede ser corregido.
En cuanto al contenido, los programas representan una sub-cultura, vulgar, baja, que se expresa en un lenguaje vulgar, vacío, violento y obsceno. La competencia comercial lleva a que el nivel descienda al dominador común más bajo. Los adultos y los niños se encuentran expuestos diariamente a contenidos que están en contradicción con todo código moral básico. La pantalla ‘brillante’ resalta el materialismo, factor que lleva a la disminución de la tensión ideológica. El cuerpo de la mujer se transforma en un producto hedonista que afecta su dignidad.
Existe una relación directa entre la televisión y el nivel de violencia en la sociedad. Durante las decenas de años de la existencia de este aparato, graves delitos, tales como asesinatos, robos, etc., han transformado a los espectadores en personas faltas de sensibilidad. Esto fue demostrado al conectar a televidentes a un fisiógrafo, aparato que funciona según el mismo principio que el detector de mentiras, y percibir que, de hecho, las personas no reaccionan más frente a las atrocidades. Los romanos estaban expuestos en sus circos a espectáculos crueles y la televisión presenta aún peores.
Los medios de comunicación electrónica constituyen un sistema educativo alternativo, el que determina los valores y los estereotipos: lo que es aceptado y lo que es considerado como un éxito. Describe un mundo violento, peligroso y hostil. Los niños están expuestos a los problemas de los adultos antes de tiempo, cuando aún no han madurado emocionalmente. En plena infancia, están ya acostumbrados a todas las abominaciones de la vida.
La televisión acostumbra a las personas a los asesinatos y, en particular, al crimen de ‘cuello blanco’ que presenta sin escandalizarse. ¿Cuál es la columna vertebral de una juventud que crece en una sub-cultura
como ésta, a la que le dedica la mayoría de su tiempo libre, un promedio de 130 minutos diarios? Siendo aún bebé, comienza a mirar los cables a partir de la edad de un año y medio, ¡llegando a la edad escolar con 15.000 horas de experiencia como televidente!
Todo esto en relación al contenido que teóricamente puede ser corregido, a pesar de que parece ser una causa perdida. No obstante, el problema de la creación es más esencial. Este aparato acostumbra al ser humano a una actitud pasiva, a la haraganería espiritual. En los niños, el hemisferio izquierdo del cerebro, el que controla el desarrollo del lenguaje, el habla y el pensamiento analítico, se deforma debido a una percepción visual y no verbal que no exige esfuerzo alguno.
El individuo se atonta porque ya no necesita pensar ni utilizar su inteligencia. Allí, dentro del televisor, hay quienes piensan en lugar nuestro y nos explican todo. En pocos instantes, nos transmiten una amplia gama de temas en forma superficial, de un modo que no llega a la verdad. El espectador cree que comprende, pero en realidad lo adulan para darle la impresión equívoca que ya es un experto en el tema.
Nos presentan una imagen irreal del mundo: sólo existe aquello que percibe la cámara. Nuestra personalidad se ve dañada. La televisión se transforma en nuestros propios ojos. Es la que determina nuestra visión, decidiendo si un incendio deber ser visto como un espectáculo sorprendente o preocupante, etc. Nos roba parte de la personalidad y la adormece. Hoy en día, una persona normal es quien posee las ideas de la televisión, es decir, opiniones superficiales. Porque no es posible transmitir una idea a través de la imagen.
El criterio de la televisión es el placer; la ‘diversión visual’, nos dicen antes de cada programa. No hay pensamiento abstracto, no hay un análisis objetivo ni la deducción de conclusiones. Permite tan sólo una satisfacción inmediata, concreta.
En la televisión, un líder es valorado de acuerdo a su conducta externa y no según la profundidad de sus palabras. La información y la publicidad ocupan un lugar más importante que el hacer, la imagen más que la realidad. La estrella de cine es el héroe. Al mismo tiempo, el líder se ve obligado a comportarse acorde.
La televisión vive en el presente, en el aquí y ahora. En la televisión, la realidad es reducida a flashes breves e impresionantes, cada uno de los cuales hace olvidar lo importante. La fe, en cambio, es algo profundo y abstracto, no es sensorial porque no permite percibir imagen alguna. La televisión crea un escenario de vida imaginario como el teatro, crea una realidad. Es el testigo, el juez y el verdugo. No tiene una obligación moral ni nacional. Está sólo obligada a sí misma y enamorada de sí misma.
Cuando leemos un libro, profundizamos y meditamos. En la televisión, el aquí y ahora conforman el todo. Toda sociedad posee héroes. En el libro, el héroe puede ser un científico, un erudito, un sabio que es reconocido por sus ideas y opiniones, y no sólo por sus aventuras y luchas. El héroe literario es más espiritual. El héroe electrónico es una especie de animador, un personaje ligero, un individuo trivial cuya vida diaria es conocida por todos. No despierta temor ni respeto y posee admiradores inestables.
Debido a la rápida difusión de la información y su pasaje veloz, no hay tiempo para prestar atención a las ideas. Es necesario una renovación constante y una transmisión rápida. El héroe se transforma en animador. El nivel de los temas desciende. La educación, la religión y la política se transforman en diversión. La historia ya no es más lo que se puede leer sino lo que se puede ver.
En cuanto al contenido, los programas representan una sub-cultura, vulgar, baja, que se expresa en un lenguaje vulgar, vacío, violento y obsceno. La competencia comercial lleva a que el nivel descienda al dominador común más bajo. Los adultos y los niños se encuentran expuestos diariamente a contenidos que están en contradicción con todo código moral básico. La pantalla ‘brillante’ resalta el materialismo, factor que lleva a la disminución de la tensión ideológica. El cuerpo de la mujer se transforma en un producto hedonista que afecta su dignidad.
Existe una relación directa entre la televisión y el nivel de violencia en la sociedad. Durante las decenas de años de la existencia de este aparato, graves delitos, tales como asesinatos, robos, etc., han transformado a los espectadores en personas faltas de sensibilidad. Esto fue demostrado al conectar a televidentes a un fisiógrafo, aparato que funciona según el mismo principio que el detector de mentiras, y percibir que, de hecho, las personas no reaccionan más frente a las atrocidades. Los romanos estaban expuestos en sus circos a espectáculos crueles y la televisión presenta aún peores.
Los medios de comunicación electrónica constituyen un sistema educativo alternativo, el que determina los valores y los estereotipos: lo que es aceptado y lo que es considerado como un éxito. Describe un mundo violento, peligroso y hostil. Los niños están expuestos a los problemas de los adultos antes de tiempo, cuando aún no han madurado emocionalmente. En plena infancia, están ya acostumbrados a todas las abominaciones de la vida.
La televisión acostumbra a las personas a los asesinatos y, en particular, al crimen de ‘cuello blanco’ que presenta sin escandalizarse. ¿Cuál es la columna vertebral de una juventud que crece en una sub-cultura
como ésta, a la que le dedica la mayoría de su tiempo libre, un promedio de 130 minutos diarios? Siendo aún bebé, comienza a mirar los cables a partir de la edad de un año y medio, ¡llegando a la edad escolar con 15.000 horas de experiencia como televidente!
Todo esto en relación al contenido que teóricamente puede ser corregido, a pesar de que parece ser una causa perdida. No obstante, el problema de la creación es más esencial. Este aparato acostumbra al ser humano a una actitud pasiva, a la haraganería espiritual. En los niños, el hemisferio izquierdo del cerebro, el que controla el desarrollo del lenguaje, el habla y el pensamiento analítico, se deforma debido a una percepción visual y no verbal que no exige esfuerzo alguno.
El individuo se atonta porque ya no necesita pensar ni utilizar su inteligencia. Allí, dentro del televisor, hay quienes piensan en lugar nuestro y nos explican todo. En pocos instantes, nos transmiten una amplia gama de temas en forma superficial, de un modo que no llega a la verdad. El espectador cree que comprende, pero en realidad lo adulan para darle la impresión equívoca que ya es un experto en el tema.
Nos presentan una imagen irreal del mundo: sólo existe aquello que percibe la cámara. Nuestra personalidad se ve dañada. La televisión se transforma en nuestros propios ojos. Es la que determina nuestra visión, decidiendo si un incendio deber ser visto como un espectáculo sorprendente o preocupante, etc. Nos roba parte de la personalidad y la adormece. Hoy en día, una persona normal es quien posee las ideas de la televisión, es decir, opiniones superficiales. Porque no es posible transmitir una idea a través de la imagen.
El criterio de la televisión es el placer; la ‘diversión visual’, nos dicen antes de cada programa. No hay pensamiento abstracto, no hay un análisis objetivo ni la deducción de conclusiones. Permite tan sólo una satisfacción inmediata, concreta.
En la televisión, un líder es valorado de acuerdo a su conducta externa y no según la profundidad de sus palabras. La información y la publicidad ocupan un lugar más importante que el hacer, la imagen más que la realidad. La estrella de cine es el héroe. Al mismo tiempo, el líder se ve obligado a comportarse acorde.
La televisión vive en el presente, en el aquí y ahora. En la televisión, la realidad es reducida a flashes breves e impresionantes, cada uno de los cuales hace olvidar lo importante. La fe, en cambio, es algo profundo y abstracto, no es sensorial porque no permite percibir imagen alguna. La televisión crea un escenario de vida imaginario como el teatro, crea una realidad. Es el testigo, el juez y el verdugo. No tiene una obligación moral ni nacional. Está sólo obligada a sí misma y enamorada de sí misma.
Cuando leemos un libro, profundizamos y meditamos. En la televisión, el aquí y ahora conforman el todo. Toda sociedad posee héroes. En el libro, el héroe puede ser un científico, un erudito, un sabio que es reconocido por sus ideas y opiniones, y no sólo por sus aventuras y luchas. El héroe literario es más espiritual. El héroe electrónico es una especie de animador, un personaje ligero, un individuo trivial cuya vida diaria es conocida por todos. No despierta temor ni respeto y posee admiradores inestables.
Debido a la rápida difusión de la información y su pasaje veloz, no hay tiempo para prestar atención a las ideas. Es necesario una renovación constante y una transmisión rápida. El héroe se transforma en animador. El nivel de los temas desciende. La educación, la religión y la política se transforman en diversión. La historia ya no es más lo que se puede leer sino lo que se puede ver.
Estrellas o cometas
Hay personas Estrella y hay personas Cometa.
Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes; no cautiva a nadie, y nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia.
Así son muchos artistas. Brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida.
Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.
Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. También entran los hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.
Así son las personas que viven en una misma familia y pasan al lado de otro sin ser presencia, sin existir.
Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida. Los buenos amigos son Estrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones. Es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo.
La soledad es el resultado de una vida Cometa.
Nadie permanece, todos pasan.
Y nosotros también pasamos por los otros.
Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los buenas personas: estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con ellos, son refugio en los instantes de tensión, luz en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los pasajes de desánimo.
Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia, vivir y construir una historia personal.
Es bueno sentir que somos luz para muchas personas y que ellas nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.
Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.
Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas.
Eduardo Galeano
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Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes; no cautiva a nadie, y nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia.
Así son muchos artistas. Brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida.
Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.
Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. También entran los hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.
Así son las personas que viven en una misma familia y pasan al lado de otro sin ser presencia, sin existir.
Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida. Los buenos amigos son Estrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones. Es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo.
La soledad es el resultado de una vida Cometa.
Nadie permanece, todos pasan.
Y nosotros también pasamos por los otros.
Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los buenas personas: estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con ellos, son refugio en los instantes de tensión, luz en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los pasajes de desánimo.
Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia, vivir y construir una historia personal.
Es bueno sentir que somos luz para muchas personas y que ellas nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.
Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.
Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas.
Eduardo Galeano
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martes, 30 de marzo de 2010
El emperador y la semilla
Solo quería decirles que tengan cuidado con lo que plantan, porque determinará lo que cosechen mañana. Esas semillas que ahora plantas harán tu vida peor o mejor, tu vida y la de quienes vengan detrás tuyo. Sí, algún día disfrutarás de los frutos, o pagarás por las decisiones que plantes hoy… con eso en mente, por favor tomate un tiempo para leer la siguiente historia.
Esta historia es larga, pero tómense el tiempo de leerla:
Un emperador en el Lejano Oriente se estaba haciendo viejo y sabía que se acercaba el momento de elegir a su sucesor. Pero en lugar de elegir a uno de sus asistentes o a uno de sus hijos decidió hacer algo diferente. Llamó a todos los jóvenes del reino y los reunió un día. Les dijo, “Es hora de que deje mi trono y elija al siguiente emperador; y he decidido elegir a uno de ustedes.”
¡Los jóvenes quedaron boquiabiertos! Pero el emperador continuó. “Voy a dar a cada uno de ustedes una semilla. Una semilla muy especial. Quiero que la planten, la rieguen y dentro de un año quiero que regresen con lo que haya nacido de esa semilla. Será entonces cuando juzgue a las plantas que traigan y seleccione quién será el siguiente emperador.”
Un muchacho llamado Ling estaba ahí ese día, y él, como los demás, recibió una semilla. Partió a casa y muy emocionado le contó a su madre la historia. Ella le ayudó a conseguir una maceta y tierra fértil; luego él plantó la semilla y con mucho cuidado la regó. Cada día la regaba y miraba si ya estaba germinando.
Después de tres semanas algunos jóvenes comenzaron a hablar de sus semillas y de las plantas que estaban comenzando a crecer.
Ling seguía vigilando su semilla, pero nada crecía. Tres semanas, cuatro semanas, cinco semanas pasaron. Pero nada. Para entonces, los demás hablaban de sus plantas, pero Ling no tenía ninguna, y sentía que había fallado. Pasaron seis meses y nada germinaba aún de la maceta de Ling. Sabía que de alguna manera había matado su semilla.
Todos los demás ya tenían arbolitos y plantas grandes, pero él no. Sin embargo, Ling no decía nada a sus amigos. Simplemente seguía esperando a que su semilla creciera.
Finalmente pasó un año y todos los jóvenes del reino llevaron sus plantas para que el emperador las inspeccionara. Ling le dijo a su madre que no quería llevar su maceta vacía. Pero siendo honesto con lo que había pasado, Lign se sentía muy mal, pero sabía que su madre tenía razón. Llevó su maceta vacía al palacio; y al llegar, se sorprendió de toda la variedad de plantas que habían crecido en las macetas de sus amigos. Eran hermosas y de múltiples formas y tamaños.
Ling puso su maceta vacía en el piso y muchos de los demás jóvenes se rieron de él. Algunos otros sintieron lástima y solo dijeron, “¡Hey! Buen intento.”
Cuando el emperador llegó miró alrededor de la habitación y saludó a los jóvenes. Ling trató de esconderse hasta atrás. “Qué bonitas plantas, árboles y flores han cuidado durante el año,” dijo el emperador. “¡Hoy uno de ustedes será nombrado el siguiente emperador!” Para asombro de todos, el emperador señaló a Ling, que estaba escondido al fondo de la habitación con su maceta vacía. Ordenó a sus guardias que lo trajeran al frente.
Ling estaba aterrorizado. “¡El emperador sabe que soy un fracaso! ¡Tal vez hará que me maten!”
Cuando Ling llegó al frente, el emperador le preguntó su nombre. “Mi nombre es Ling,” contestó. Todos los chicos se reían y se burlaban de él. El emperador pidió a todos que se calmaran. Miró a Ling, y luego anunció a la multitud, “¡Saluden a su nuevo emperador! ¡Su nombre es Ling!”
Ling no podía creerlo, su semilla ni siquiera había germinado. ¿Cómo podría ser el nuevo emperador?
Luego el emperador dijo, “Hoy hace un año les di a cada quien una semilla, les dije que la plantaran, la regaran y la trajeran de regreso hoy. Pero a todos les di semillas hervidas, las cuales nunca podrían crecer. Todos ustedes, excepto Ling, me han traído árboles, plantas y flores. Cuando se dieron cuenta de que las semillas no crecerían, las sustituyeron por otras. Ling fue el único con el coraje y la honestidad de traerme una maceta con mi semilla dentro. Es por eso que él será el nuevo emperador.”
Si plantas honestidad, cosecharás confianza.
Si plantas bondad, cosecharás amigos.
Si plantas humildad, cosecharás grandeza.
Si plantas perseverancia, cosecharás victoria.
Si plantas consideración, cosecharás armonía.
Si plantas trabajo arduo, cosecharás éxito.
Si plantas perdón, cosecharás reconciliación.
Si plantas apertura, cosecharás intimidad.
Si plantas paciencia, cosecharás mejoras.
Si plantas fe, cosecharás milagros.
Pero
Si plantas deshonestidad, cosecharás desconfianza.
Si plantas egoísmo, cosecharás soledad.
Si plantas orgullo, cosecharás destrucción.
Si plantas envidia, cosecharás problemas.
Si plantas flojera, cosecharás estancamiento.
Si plantas amargura, cosecharás aislamiento.
Si plantas avaricia, cosecharás pérdidas.
Si plantas chismes, cosecharás enemigos.
Si plantas preocupaciones, cosecharás arrugas
Si plantas pecados, cosecharás culpas.
Waheguru Ji Ka Khalsa!
Waheguru Ji Ki Fateh!!
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domingo, 28 de marzo de 2010
Consejos para vivir feliz
Jackson Brown no es un gran pensador, es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo al que escribió estos simples "consejos". Justo en el momento que éste se marchaba a estudiar a la Universidad, lejos de su casa.
Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros de estudio.
Tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos.
Poco tiempo después, ampliado bajo el titulo "Vivir Feliz", se convirtió en un Best Seller que lleva decenas de ediciones y Millones de ejemplares traducidos a varios idiomas.
Vivir Feliz
* Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
* Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
* Ten un buen equipo de música.
* Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
* Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
* Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
* Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
* Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
* Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
* No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
* No digas que te falta tiempo, tienes exactamente el mismo numero de horas al día que las que recibieron Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, la Madre Teresa de Calcuta, Leonardo da Vinci y Albert Einstein.
* Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche.
* Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
* Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
* Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
* Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
* Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
* Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
* Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
* No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
* Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir)
* Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
* Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
* Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también "el gran riesgo".
* Nunca confundas riqueza con éxito.
* No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
* No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
* Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
* No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
* No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
* Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte de nuestra vida encima de él.
* No confundas confort con felicidad.
* Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
* Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca)
* Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
* Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
* Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
* Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
* Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
* La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo...
* Simplemente disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en su camino.
Jackson Brown
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