sábado, 5 de abril de 2014

COCINANDO AL SOL CON HORNOS Y COCINAS SOLARES




Es muy fácil hacer vos mismo un horno solar con cajas de cartón y placas de metal.
También existen en el mercado cocinas y hornos solares de diferentes tipos. Hay hornos solares que son plegables, ideales para excursiones.


Gracias a la energía del sol podemos hacer algo tan cotidiano como cocinar, sin gastar combustibles o electricidad. Para ello utilizamos cocinas y hornos solares.

 Los hornos y las cocinas solares se rigen por un principio muy básico. Solo se trata de concentrar los rayos solares en el punto donde se ubicará la cazuela. Esto se hace con materiales reflectantes.


Cocinar al sol quizás es más incómodo pero no más dificil que con cualquier otro sistema. Para cocinar aprovechando los rayos solares se tiene que cocinar con más antelación, ya que los tiempos de cocción son mayores. La cocina solar no es la solución para todos los días pero con un poco de previsión la podemos utilizar en múltiples ocasiones.

 Podes construir tu horno solar con cajas de cartón, placas de metal y poco más (al final de este post hay varios recursos). También hay en el mercado varios tipos de hornos solares ya listos para empezar a cocinar.

Si se trata de cocinas solares la cosa cambia, ya que son más complejas de fabricar. Personalmente creo que los hornos solares son más adecuados para la mayoría de los casos ya que son menos aparatosos que las cocinas, aunque seguro que son menos eficientes. Incluso existen hornos solares plegables, ideales para excursiones.


HORNO SOLAR CON CAJA DE CARTÓN, así se hace

"Con un horno solar de cartón autoconstruido se puede calentar cualquier cosa. En realidad, si puedes calentar agua, que es uno de los elementos que más energía requiere para subir de temperatura, puedes calentar también alimentos y hacerlo a un nivel suficiente para que se cocinen. Es bastante sorprendente lo que un artilugio tan sencillo puede llegar a hacer"

Daniel Casado González

 PDF gratuito: http://www.elcorreodelsol.com/sites/default/files/documentospdfmas/cartel-de-horno-Solar2.pdf

 LIBRO: http://www.pamiela.com/es/novedades/hornos-solares-con-cajas-de-carton-detail

ENTREVISTA: http://www.elcorreodelsol.com/articulo/hornos-solares-con-cajas-de-carton


http://www.elblogalternativo.com/2014/04/04/cocinando-con-el-sol/


viernes, 4 de abril de 2014

SI UD. ES ARGENTINO Y VIVE EN LA ARGENTINA (REPUBLICA YA NO ES), LE TENGO QUE COMUNICAR UNA MALA NOTICIA.





EL PAIS HA DEJADO DE EXISITIR, Y UD. ESTA CONDENADO A VIVIR EN ESTE INFIERNO QUE ALGUNA VEZ FUE CASI UN PARAISO O AL MENOS, HACIA ESO SE ENCAMINABA.-

LE TENGO OTRA NOTICIA PEOR, UD. ES CÓMPLICE, Y NO INVOLUNTARIO.-

COMO TODO ACUSADO, UD. INVOCARÁ ESTADO DE INOCENCIA,  YO TAMBIÉN LO HARIA EN SU LUGAR.

PERO LA REALIDAD Y LA HISTORIA SON PRUEBAS IRREFUTABLES DE SU PROCEDER.

YA SABE QUE POR MÁS QUE PONGA CARA DE INOCENTE,  O “DE QUE ME ESTAN HABLANDO” O “YO TAMBIEN SOY VICTIMA”, EN SU INTERIOR UD. SABE QUE NO ES ASI.

POR CALLAR, POR PERMITIR O POR OMISIÓN, UD. FORMA PARTE DE ESA DELINCUENCIA QUE SE ROBÓ LA ILUSIÓN  DE UN FUTURO COMO PATRIA, ADEMÁS DE TANTO DINERO.

SU DELITO ES GRAVE, POR MÁS QUE LA BANDA LO HAYA DEJADO FUERA DEL REPARTO DEL BOTÍN.

CUANDO A DE LA RUA, PRESIDENTE CONSTITUCIONAL, ELEGIDO POR LA MAYORIA DE LOS VOTOS, LO DERROCARON MEDIANTE UN “GOLPE”, SI, ASUMA QUE FUE UN “GOLPE” QUE INTERRUMPIÓ LA DEMOCRACIA, LO CUAL MUESTRA LA HIPOCRESÍA DE LOS DEMÓCRATAS, QUE CELEBRARON LOS 30 AÑOS DE DEMOCRACIA, UD. NO HIZO NADA PARA DEFENDERLO.

AUNQUE ERA UN GOBIERNO DESASTROSO, ERA CONSTITUCIONALMENTE LEGAL, PERO UD. SE SUMÓ A LOS “GOLPISTAS” CON SU PASIVIDAD, O TAL VEZ ACTUÓ PARTICIPANDO DEL LEVANTAMIENTO, CONCURRIENDO A LAS MARCHAS.

LOS HIPÓCRITAS POLÍTICOS QUE ALENTARON EL “GOLPE”, DEBIERON HABER APOYADO A DE LA RUA PARA QUE CONTINUARA EN LA PRESIDENCIA, PERO VIERON SU OPORTUNIDAD, Y ALENTARON LAS ACCIONES PARA SU DERROCAMIENTO.

CLARO QUE COMO LOS MILITARES NO PARTICIPARON,  ESTO NO FUE UN “GOLPE”.

LUEGO DE VARIOS INTENTOS, LLEGÓ NESTOR KIRCHNER, APÓSTOL DE LOS DERECHOS HUMANOS, Y VIOLADOR SERIAL DE LA CONSTITUCIÓN.

Y UD. QUE HIZO??
COMPARÓ A DE LA RUA, UNA TORTUGA AL LADO DE ESTA LIEBRE SANTACRUCEÑA, Y SE DIJO QUE ESTABA BIEN.

CLARO QUE ESTA LIEBRE SUREÑA, ERA TÁN RÁPIDA, QUE SE COMIÓ LA ZANAHORIA DE MUCHOS ARGENTINOS.

UD. COMO LA INMENSA MAYORÍA,  SE DIJO: “EN DEMOCRACIA SE PUEDE GRITAR SIN QUE TE LLEVEN PRESO COMO EN LA DICTADURA”.

NI SE LE OCURRIÓ PENSAR EN QUE GRITAR SIN QUE LO ESCUCHEN,  ES PEOR, PORQUE AL MENOS SI LO ENCARCELAN, ES PORQUE SU GRITO SE ESCUCHA.

TAMPOCO CREYÓ QUE LLEGARIA UN DÍA,  QUE LE MENTIRIAN EN SU PROPIA CARA,  Y LE DIRIAN QUE PUEDE COMER CON $ 6.-

UD. COMO LA MAYORIA NI SE IMAGINABA, QUE CON EL CUENTO DE LA POLICIA DE “GATILLO FÁCIL”, TERMINARIA SIENDO VÍCTIMA DE LOS “DELINCUENTES DEL GATILLO SÚPER FÁCIL”

UD. HOY PUEDE COMPRAR DROGA, A LA VUELTA DE SU CASA,  PUEDE CASARSE CON ALGUIEN DE SU MISMO SEXO,  RECLAMAR POR LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LOS TERRORISTAS, HASTA PUEDE IR PRESO Y FORMAR PARTE DE LA ELITE DE LA CÁRCEL, EL “VATAYÓN MILITANTE”.

LO ÚNICO QUE UD. NO PUEDE HACER,  ES OPINAR DISTINTO QUE EL GOBIERNO KIRCHNERISTA.

UD. EN ESTE MOMENTO DE LA LECTURA, ME DEBE ESTAR INSULTANDO, PERO, SI ESTAS LÍNEAS CONSIGUEN DESPERTARLO,  LE AGRADEZCO SUS INSULTOS.

LE ENVÍO MI RESPETUOSO SALUDO,  Y UN ABRAZO ARGENTINO.

FIRMADO:  ALGUIEN COMO UD.-

jueves, 3 de abril de 2014

LA EXTRAÑA MUERTE DE JUAN PABLO I





Fue hace 25 años. El papa Juan Pablo I apareció muerto en su cama. Llevaba sólo 33 días de pontificado. Según el comunicado oficial, murió de un infarto agudo de miocardio. Sin embargo, la forma en que se encuentra el cadáver no responde al cuadro típico del infarto: no ha habido lucha con la muerte, tiene unas hojas de papel en las manos, como si aún leyera.

Aunque oficialmente se negó, un benedictino que trabajaba en la Secretaría de Estado dio a conocer a un amigo, el mismo día de la muerte, que hubo autopsia. Por ella se supo que murió por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador, que en la tarde anterior habría recetado por teléfono su médico personal de Venecia.

En realidad, nunca me creí (y así lo manifesté) que el Dr. Da Ros, médico personal del papa Luciani, hubiera recetado una medicina contraindicada. Pero sólo él podía desmentir algo que tan directamente le afectaba. Pues bien, en 1993, tras quince años de silencio, el Dr. Da Ros declaró que Juan Pablo I estaba bien de salud y que aquella tarde no le recetó nada.

Por tanto, un diagnóstico sin fundamento, una autopsia secreta, un medicamento que mata al papa y que no ha recetado su médico personal... Sigamos.

El 14 de mayo de 1989 la llamada persona de Roma (para nosotros el cardenal Pironio) envía un informe a Camilo Bassotto, amigo personal del papa Luciani y testigo principal de la fuente veneciana. El informe va firmado, pero debe publicarse sin firma: el puesto que ocupa el misterioso comunicante no le permite otra cosa.  Según dicho informe, Juan Pablo I tenía un programa de cambios y había tomado decisiones importantes, incluso arriesgadas: terminar con los negocios vaticanos, cortar la relación del Banco Vaticano con el Banco Ambrosiano, destituir al presidente del Banco Vaticano (Marcinkus), hacer frente a la masonería y a la mafia. 

Todo esto se ha intentado ocultar. Sin embargo, tiene clara relevancia judicial. Desde la primera investigación (Yallop, 1984) las mayores sospechas recaen en la desaparecida logia Propaganda Dos, aunque hubiera colaboración interna dentro del Vaticano. El Banco Vaticano tuvo que pagar por la responsabilidad contraída en la quiebra del Ambrosiano más 240 millones de dólares. En el juicio por la quiebra, que concluye en 1992, las mayores condenas caen sobre los jefes de la logia P2: 18’5 años de cárcel para Licio Gelli y 19 para Umberto Ortollani. Sorprende la serie de asesinatos y atentados violentos relacionados de una u otra forma con la P2, con la mafia, con el Ambrosiano, con el Banco Vaticano: Ambrosoli, Alessandrini, Calvi, Sindona, Pecorelli..., sin olvidar el atentado contra Juan Pablo II, la desaparición de Emanuela Orlandi (hija de un empleado vaticano) y el triple crimen de la Guardia Suiza.

 Don Germano Pattaro, sacerdote veneciano que Juan Pablo I llevó a Roma como consejero, dejó en su momento a Camilo Bassotto un testimonio fundamental sobre el papa Luciani, cuya figura ha sido injustamente distorsionada: “estaba en el camino de la profecía”. Esto no significa adivinar el futuro, sino hablar y actuar en nombre de Dios. Además, don Germano atestigua algo realmente sorprendente, que también tiene relevancia judicial: Juan Pablo I sabía a los pocos días de pontificado quién iba a ser (y, además pronto) su sucesor.


Comunicado oficial


Casi tres horas después del hallazgo del cadáver, el Vaticano dio el siguiente comunicado oficial: "Esta mañana, 29 de septiembre de 1978, hacia las cinco y media, el secretario particular del Papa, no habiendo encontrado al Santo Padre en la capilla, como de costumbre, le ha buscado en su  habitación y le ha encontrado muerto en la cama, con la luz encendida, como si aún leyera. El médico, Dr. Renato Buzzonetti, que acudió inmediatamente, ha constatado su muerte, acaecida probablemente hacia las 23 horas del día anterior a causa de un infarto agudo de miocardio". 

Realmente, pocas cosas quedan en pie de las afirmadas en dicho comunicado. Sólo una: se le encontró muerto en la cama, con la luz encendida, como si aún leyera. No fue el secretario, sino una religiosa quien encontró muerto a Juan Pablo I. La forma en que se encuentra el cadáver no encaja con el cuadro típico del infarto: todo está en orden, no ha habido lucha con la muerte. La hora de la muerte ha sido anticipada. Según diversas fuentes, el papa murió en la madrugada del día 29.

De forma tajante, el cardenal Oddi, que asistió al cardenal Villot durante el periodo de sede vacante, afirmó que no habría investigación alguna: "He sabido con certeza que el Sagrado Colegio cardenalicio no tomará  mínimamente en examen la eventualidad de una investigación y no aceptar  el menor control por parte de nadie y, es más, ni siquiera se tratará  de la cuestión en el colegio de cardenales”.

 

Hallazgo del cadáver


Camilo Bassotto, testigo principal de la fuente veneciana, me dio esta versión del hallazgo del cadáver, la versión que le dio la religiosa que lo descubrió:

 "Hablé en dos ocasiones con sor Vincenza. La primera, con la provincial delante. La segunda, a solas. En esta ocasión, sor Vincenza se echó a llorar desconsoladamente. Yo no sabía qué hacer. Sor Vincenza me dijo que la Secretaría de Estado le había intimidado a no decir nada, pero que el mundo debía conocer la verdad. Ella se consideraba liberada de tal imposición en el momento de su muerte (ya acaecida, en 1983). Entonces podría darse a conocer. Según sor Vincenza, el Papa estaba sentado en la cama, con las gafas puestas y unas hojas de papel en las manos. Tenía la cabeza ladeada hacia la derecha y una pierna estirada sobre la cama. Iniciaba una leve sonrisa. La frente la tenía tibia. Cuando Diego Lorenzi, sor Vincenza y otra religiosa fueron a lavar el cadáver, al volverle, tenía la espalda también tibia. El Papa pudo morir entre la una y las dos de la mañana".

 Diego Lorenzi, secretario de Juan Pablo I, vio así el cadáver: "Tenía dos o tres almohadones a la espalda. La luz de la cama estaba encendida. No parecía que estuviera muerto. Y las hojas de papel estaban completamente derechas. No habían resbalado de sus manos ni habían caído en el suelo. Yo mismo cogí las hojas de su mano".

El Dr. Francis Roe, que fue jefe de cirugía vascular en el Hospital London de Connecticut, dice que hay algo verdaderamente sospechoso en la forma en que se encuentra el cadáver de Juan Pablo I: 

"Los cuerpos muertos no están sentados sonriendo y leyendo. Conozco gente que muere durante el sueño, pero no conozco de nadie ni he visto morir a nadie en medio de una actividad como la lectura. Realmente, encuentro difícil creer que estuviera leyendo en el momento justo anterior a su muerte. Pienso que habría tenido tiempo suficiente para notar que algo estaba pasando. Habría sentido seguramente un dolor, y habría hecho algún esfuerzo para respirar, o para salir de la cama y pedir auxilio... He visto muchas muertes de esta clase, pero nunca he conocido a nadie que muriese sin inmutarse ante lo que le estaba pasando”.  

Por su parte, el Dr. R. Cabrera, forense del Instituto Nacional de Toxicología, afirma lo siguiente: "La forma en que se encuentra el cadáver no responde de suyo al cuadro propio del infarto de miocardio: no ha habido lucha con la muerte. No existe otra sintomatología que lo delate... El cuadro encontrado podría responder mejor a una muerte provocada por sustancia depresora y acaecida en profundo sueño".

 

Juan Pablo I estaba bien


En agosto de 1993, me llamó Andrea Tornielli , de la revista 30 Giorni, de Comunión y Liberación. Estaban preparando un número dedicado a Juan Pablo I . Entre otras cosas,  me preguntó sobre la salud de Luciani .
Juan Pablo I, respondí,  estaba bien de salud. Su muerte fue totalmente inesperada. Cuando su secretario Diego Lorenzi  le comunicó la noticia, su médico personal no se lo podía creer. El Dr. Da Ros  “le había visitado el domingo anterior y le había encontrado con muy buena salud”.

El propio Lorenzi  dio este testimonio sobre la salud de Luciani: “Puedo decir que en los 26 meses que yo he estado con él, Luciani no ha pasado nunca 24 horas en cama, no ha pasado nunca una mañana o una tarde en cama, no ha tenido nunca un dolor de cabeza o una fiebre que le obligase a guardar cama, nunca. Gozaba de una buena salud; ningún problema de dieta, comía de todo cuanto le ponían delante, no conocía problemas de diabetes o de colesterol; tenía sólo la tensión un poco baja”.

Tornielli me preguntó también sobre los hechos que se desarrollaron aquella tarde en el Vaticano. Le comenté el testimonio de Gennari , que fue profesor del Seminario Diocesano de Roma. Según Gennari, a Juan Pablo I “ se le hizo la autopsia” y “por ella se supo que había muerto por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador recetado por teléfono por su ex médico personal de Venecia”. 

En mi opinión, le dije, es muy posible que a Juan Pablo I s e le hiciera la autopsia. Ello concuerda con lo que dice Lorenzi  a Cornwell : “El primer día retiraron partes del cuerpo, posiblemente las vísceras, etc”. Obviamente, esto se podría confirmar por la apertura de archivos secretos o por la exhumación del cadáver. Es también posible que muriera por la ingestión de un vasodilatador. Es una medicina contraindicada para quien tiene la tensión baja. Ello encajaría con la forma en que se halla el cadáver: no ha habido lucha con la muerte, como corresponde a una muerte provocada por sustancia depresora y acaecida en profundo sueño.
Sin embargo, le dije también, no me puedo creer que el Dr. Da Ros , médico personal del papa Luciani , recetara por teléfono una medicina contraindicada: él podría desmentir algo que tan directamente le afecta.
Unos días después, me volvió a llamar Tornielli . Estaba especialmente interesado en la cuestión de si el Dr. Da Ros  había visitado a Juan Pablo I u nos días antes de morir. Le dije que diversas fuentes coincidían en ello, aunque -claro- nadie mejor que el propio doctor para precisar estos extremos. Pero llevaba quince años de silencio... 

Al final, salió el número de 30 Giorni. Apenas se publicó nada de la entrevista que se me hizo. Sin embargo, el número presenta una aportación fundamental. El Dr. Da Ros  rompe su silencio para decir, entre otras cosas, que el papa estaba bien y que aquella tarde no le recetó absolutamente nada:  “Todo era normal. Sor Vincenza no me habló de problemas particulares. Me dijo que el papa había pasado la jornada como acostumbraba. Luego nos pusimos de acuerdo para la próxima visita, que era para el miércoles siguiente”, “a quella tarde yo no le prescribí absolutamente nada, cinco días antes lo había visto y para mí estaba bien. Mi llamada fue rutinaria, nadie me llamó a mí”.

Comentando estas cosas, me dijo Camilo Bassotto: “Juan Pablo I p ensaba seguir con el Dr. Da Ros  como médico personal y pensaba incluirle en nómina dentro del Vaticano”, “el Dr. Da Ros fue ignorado como médico personal de Juan Pablo I por los médicos del Vaticano”, “ni siquiera quisieron conocer su historial clínico”.

Por tanto, con este extraño modo de proceder, se emitió el diagnóstico oficial sobre la muerte del papa Luciani .

 

Una dosis letal


En  junio de 1998, en Roma, pude hablar con Giovanni Gennari , que ahora es periodista en el servicio de prensa de la RAI, la televisión italiana. Gennari conocía personalmente a Luciani  y era amigo de don Germano Pattaro , teólogo veneciano que Juan Pablo I s e llevó a Roma como consejero.

Gennari  me confirmó lo publicado por él, o sea, que se le hizo la autopsia al papa Luciani  y que “por ella se supo que había muerto por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador recetado por teléfono por su ex médico personal de Venecia”, que “el papa a las diez y media de la noche hizo abrir la farmacia vaticana”, que “el papa debió equivocarse y tomó una dosis altísima que le provocó un infarto fulminante”. Le pregunté que si su fuente era fiable. Me dijo: “Para mí es totalmente fiable. Me llamó a las siete de la mañana un benedictino que trabajaba en la secretaría de Estado con Benelli ”. Benelli fue Sustituto de la Secretaría de Estado antes de ser enviado a Florencia como arzobispo y ser nombrado cardenal, en junio de 1977. 

Nunca he creído, le dije a Gennari , que el médico personal de Juan Pablo I,  el Dr. Da Ros , le recetara una medicina contraindicada. Le dije también que el Dr. Da Ros se había manifestado al respecto en septiembre del 93: el papa estaba bien y aquella tarde él no recetó nada.

Comenté estas cosas con Marco Melega, conocido profesional de la televisión italiana, que preparaba por entonces un programa de la RAI 2 (Mixer, 14-3-1994) sobre Juan Pablo I. Utilizó como base mi libro Se pedirá cuenta (1990). Lo tenía totalmente subrayado. Me dijo que Gennari, a quien había entrevistado recientemente, valoraba especialmente mi libro. En él, como es sabido, no comparto la idea de que “el papa debió equivocarse”, hablo de muerte provocada en el momento oportuno. 

En Roma pude hablar también, en la Farmacia Vaticana, con un hermano de San Juan de Dios, José Luis Martinez Gil. Me dijo lo siguiente : “De la Farmacia no salió nada en todo el mes para Juan Pablo I”,  “el libro de la Farmacia no se puede ver, sin un permiso especial de la Secretaría de Estado”. Mi interlocutor lo había visto.

Como en otros viajes, me acompañó un matrimonio de la comunidad, Carlos y Carolina. Para que lo conocieran, nos acercamos al Colegio Español, donde residí del 65 al 69 y donde fui ordenado sacerdote. Saludamos al actual rector, Lope Rubio , que nos atendió amablemente. Estando allí nosotros (ciertamente, llama la atención) apareció un momento para despedirse del rector el actual obispo de Tarazona, Carmelo Borobia. El obispo  (¡además!) aparece en el Anuario Pontificio (1977, 1978), que consultamos a continuación en la Biblioteca del Colegio. Borobia trabajaba entonces en la Secretaría de Estado. En la misma página aparece un benedictino (olivetano), el único benedictino que figura dentro del personal de la Secretaría de Estado: se llama Giuliano  Palmerini . No sé si  después de tantos años, alguno de los dos tendrá algo que decir. Aún están a tiempo. 

Con todo ello, se refuerza la hipótesis de que efectivamente se le hiciera la autopsia a Juan Pablo I y  de que, según la misma, muriera por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador. Ahora bien, si - como creemos - su médico personal no recetó nada aquella tarde y la farmacia vaticana no despachó nada, no se puede explicar todo por un error, como afirma Gennari . Hay que pensar en una acción criminal. Lo dijo el Dr. Cabrera , del Instituto Nacional de Toxicología: “Los vasodilatadores producen hipotensión. ¿Cómo se le pudo dar un vasodilatador a un hipotenso, como Luciani . Si se le dio un vasodilatador, no me cabe duda, eso es una acción criminal”. Además, ello encaja con la forma en que se encuentra el cadáver: no ha habido lucha con la muerte, todo está en orden.  

La revista alemana Der Spiegel, con fecha 10 de noviembre de 1997, en un artículo que lleva por título “Cantidad letal” hace referencia a un misterioso testigo que finalmente ha decidido declarar sobre el asesinato del papa Luciani: “La fiscalía de Roma ha ordenado ahora una nueva investigación sobre aquel misterioso caso de muerte. No es la primera vez que los fiscales investigan sobre el caso del papa Luciani. Ahora un testigo misterioso sostiene que hace años llegó a saber por un conocido detalles que se refieren al homicidio del popular pastor de la Iglesia. Que el hombre sólo ahora se haya hecho vivo en los palacios de justicia probablemente tiene que ver con una serie de artículos aparecidos en el periódico La Padania... El fiscal Pietro Saviotti, que ha reabierto el caso de la muerte del papa en 1978, no quiere decir nada sobre las declaraciones del misterioso testigo: Sería demasiado pronto”.

 

Había tomado decisiones importantes


Un testimonio fundamental es dado once años después de los hechos por la llamada persona de Roma, que, con fecha de 14 de mayo del 89, fiesta de Pentecostés, y firmada a mano, envía a Camilo Bassotto una carta con unos apuntes. Entre otras cosas, dice: “Los apuntes que le adjunto son para usted. Había pensado tenerlos para mí. Me vino también la idea de publicarlos, pero el puesto que ocupo no me lo permite, al menos por ahora. El papa Luciani  me gratificaba con su benevolencia y, me atrevo a esperar, también con su estima. Por qué quiso hacerme partícipe de algunos pensamientos expresados por él al cardenal Villot , no lo sé. Ellos constituyen un auténtico compromiso, vivo y presente en su corazón hasta el último día. Yo sostengo que se debe hacer justicia y dar testimonio de Juan Pablo I” .

He aquí algunos pensamientos que el papa Luciani  llevaba en el corazón y que, además, quería que fueran conocidos. Juan Pablo I p ensaba, entre otras cosas:

-        destituir al presidente del IOR (Instituto para Obras de Religión, Banco Vaticano) y reformar íntegramente el mismo, para que no se repitan experiencias dolorosas del pasado, que el papa Luciani  sufrió ya de obispo y que de ningún modo quiere que se repitan siendo papa.

-        tomar abierta posición, incluso delante de todos, frente a la masonería y la mafia. 

Como consta en el documento de la persona de Roma, Juan Pablo I era consciente del riesgo que corría. Dijo al cardenal Villot : “Eminencia, usted es el Secretario de Estado y es también Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, usted sabe mejor que nadie que el papa tiene que actuar con prudencia y con paciencia, pero también con coraje y confianza. El riesgo lo ponemos todo en las manos de Dios, del Espíritu Santo y de Cristo Señor. Estos pensamientos que le confío, de momento brevemente, los llevo muy en el corazón. Usted me ayudará a realizarlos de forma adecuada”.

Juan Pablo I, con firmeza ya demostrada en asuntos semejantes, quería poner orden en las finanzas vaticanas. Para ello pensaba destituir al obispo Paul C. Marcinkus , presidente del IOR, Instituto para las Obras de Religión, llamado también Banco del Vaticano. Una tarde, el secretario de Estado cardenal Villot  le habló del IOR en estos términos: “El IOR es una piedra caliente que abrasa en las manos de todos. Alguno corre el riesgo de quemarse”. Juan Pablo I le dijo claramente: “En cuestiones de dinero la Iglesia debe ser transparente, debe obrar a la luz del sol. Va en ello su credibilidad. Se lo digo también a usted. La Iglesia no debe tener poder, ni debe poseer riquezas”.

Le dijo también Luciani a Villot: “El presidente del IOR debe ser sustituido: cuando usted lo juzgue oportuno. Deberá hacerse de modo justo y con respeto de la dignidad de la persona. Un obispo no puede presidir y gobernar un banco. Aquella que se llama sede de Pedro y que se dice también santa, no puede degradarse hasta el punto de mezclar sus actividades financieras con las de los banqueros, para los cuales la única ley es el beneficio y donde se ejerce la usura, permitida y aceptada, pero al fin y al cabo usura. Hemos perdido el sentido de la pobreza evangélica; hemos hecho nuestras las reglas del mundo. Yo he padecido ya de obispo amarguras y ofensas por hechos vinculados al dinero. No quiero que esto se repita de papa. El IOR debe ser íntegramente reformado”. 

De tiempo atrás, la relación de Marcinkus  con Luciani  era tensa. Marcinkus no había recibido bien la elección del nuevo papa. Luciani lo sabía. Le dijo a Villot : “Alguno aquí, en la ciudad del Vaticano, ha definido al papa actual como una figura insignificante. No es un descubrimiento. Siempre lo supe y nuestro Señor antes que yo. No fui yo quien quiso ser papa. Yo, como Albino Luciani, puedo ser una zapatilla rota, pero como Juan Pablo es Dios quien actúa en mí. Siento que necesitaré mucho coraje, mucha firmeza, gran humildad, mucha fe y mucha, mucha caridad. Un obispo, alto y robusto, siempre de esta casa, ha declarado que la elección del papa ha sido un descuido del Espíritu Santo. Puede ser. No sé entonces cómo ha ocurrido que más de cien cardenales han elegido a este papa por unanimidad y con entusiasmo”.

Juan Pablo I p ensaba tomar abierta posición, incluso delante de todos, frente a la masonería y frente a la mafia. En el informe de la persona de Roma esta posición del papa aparece a continuación, después de hablar de la destitución de Marcinkus  y de la reforma integral del IOR. Le dijo a Villot : “No se olvide que la masonería, cubierta o descubierta, como la llaman los expertos, no ha muerto jamás, está más viva que nunca. Como no ha muerto esa horrible cosa que se llama mafia. Son dos potencias del mal. Debemos plantarnos con valentía ante sus perversas acciones. Debemos vigilar todos, laicos, curas, y especialmente los párrocos y los obispos. Debemos proteger a las gentes de nuestras comunidades. Es un tema que un día afrontaremos con más claridad delante de todos”.

Todavía no se había publicado la lista de la logia P2, que en Italia constituía un Estado dentro del Estado. Fue en mayo del 81 y su publicación provocó la caída del gobierno italiano. Pero, sobre su mesa de trabajo, tenía el papa Luciani  una lista de presuntos masones vaticanos, elaborada por el periodista Mino Pecorelli , miembro arrepentido de la logia P2. Como es sabido, en el juicio por la quiebra del Banco Ambrosiano, las  mayores condenas caen sobre los jefes de la P2: 18 años y medio de cárcel para Licio Gelli y 19 para Umberto Ortollani.

 

Estaba en el camino de la profecía


Muy importante es el testimonio de don Germano Pattaro , sacerdote y teólogo veneciano, llamado por Juan Pablo I a  Roma como consejero. Pertenece también a la fuente veneciana.

De su testimonio emerge la figura de un papa profeta, que quiere hablar y actuar en nombre de Dios: un papa que no quiere ser jefe de Estado, que no quiere escoltas ni soldados, que se abandona totalmente al Señor, pase lo que pase; un papa que quiere la renovación de la Iglesia, sin olvidar las razones profundas que hicieron necesario el Concilio; un papa que no quiere gobernar solo, sino con los obispos; un papa que pide perdón por los pecados históricos de la Iglesia, como la Inquisición, el poder temporal de los papas, el odio a los judíos y la tolerancia ante las masacres de los indios, el racismo y las deportaciones de los pueblos africanos; un papa que reivindica la figura profética de quienes valientemente denunciaron el genocidio de aquellos pueblos; un papa que quiere hacer justicia a todos aquellos que en tierras de misión, en el Este y en América Latina, han sido encarcelados, torturados, exiliados o asesinados por causa de Cristo; un papa que denuncia fuertemente el sistema económico internacional; un papa que se pone al lado de quienes, de cualquier raza y religión, defienden los sacrosantos derechos del hombre; un papa que quiere promover en el Vaticano un gran instituto de caridad, donde poder hospedar a quienes duermen por las calles; un papa que quiere diez discursos menos y un testimonio más; un papa que sabe, a los pocos días de pontificado, quién será (y, además, pronto) su sucesor; un papa que no se deja intimidar, a pesar de las dificultades encontradas.

 

Muerte anunciada


Con fecha 12 de septiembre de 1978, el periodista Mino Pecorelli  publicó en su revista OP (Osservatore Político) un artículo titulado La gran logia vaticana. En él se decía que el 17 y el 25 de agosto la agencia de prensa Euroitalia había dado los nombres en código, el número de matrícula y la fecha de iniciación a la masonería de cuatro cardenales considerados papables: Baggio , Pappalardo , Poletti , Villot.

 “ Nos hemos hecho, decía Pecorelli,  con una lista de 121 masones: cardenales, obispos y altos prelados indicados por un número de matrícula y nombre codificado. Ciertamente, la lista puede ser apócrifa, incluso la firma de un cardenal hoy puede ser falsificada”. En cualquier caso, “el papa Luciani  tiene ante sí una difícil tarea y una gran misión. Entre tantas, la de poner orden en las alturas del Vaticano”

En el mismo número de OP, Pecorelli proponía a sus lectores la extraña historia de un papa laico, Petrus Secundus, que muere asesinado tras un breve y tempestuoso pontificado. El papa “es periodista en un diario”. El obispo Luciani había confesado en una entrevista: “Si no hubiera sido obispo, hubiera querido ser periodista”. Además, se hicieron famosos sus artículos en la revista Mensajero de San Antonio (Padua) y en el diario Il Gazzettino de Venecia.

El nuevo papa “toma el nombre de Pedro Segundo sólo porque rechaza cambiar de nombre, así como rechaza también aspectos importantes de la Iglesia que, forzado por las circunstancias, ha aceptado dirigir. Breve y tempestuoso es el pontificado de este papa que terminará asesinado por obra de fuerzas políticas adversas, alarmadas por sus denuncias”.

Su elección, dice Pecorelli, se produce “por aclamación y por mayoría casi unánime”, como sucedió con Juan Pablo I. Pues bien, en la inauguración del pontificado, dijo el nuevo papa Pedro Segundo: 

-         “La elección de un laico al papado es un hecho insólito en los tiempos recientes, dijo el papa. A mí el acontecimiento me ha caído encima de improviso, dejándome turbado y lleno de aprehensión. Lo estoy todavía y a veces me pasa que me considero la víctima de un acto del cual sin embargo se me ve protagonista”.

-          The son of a bitch is fishing for solidarity, dijo en la Casa Blanca el presidente que seguía el discurso con sus consejeros.

-         “Pero vamos al grano, dijo el papa, pienso que ningún rey, ningún presidente, ningún emperador y ningún papa tienen derecho a comer si antes no han comprobado que todos sus súbditos, ciudadanos y seguidores pueden hacerlo...El presidente, el papa no podrán enviar embajadores ante los poderosos de la tierra si antes no han enviado sus mensajeros ante aquellos que sufren injusticia, que padecen tiranía, que gimen en las cadenas de las muñecas y de las mentes”.

-          “Está loco como Cristo y es tan peligroso”, dijo el presidente del Consiglio italiano, “en las próximas elecciones perderemos cuatro millones de votos”. 

-         “Y ahora basta de palabras, concluyó el papa. El tiempo apremia y debemos pasar a los hechos. De todo corazón, os agradezco que me hayáis escuchado”.

-         “La Iglesia se está hundiendo, dijo furioso un cardenal conservador, y pierde toda influencia. La gente no cree ya en nada, y ahora ni el papa da ejemplo”.

El papa decidió comenzar un trabajo en el que había pensado a menudo desde los primeros días: “Se trataba de un trabajo ímprobo y lleno de peligros: hacer el censo de las riquezas de la Iglesia. No se trataba sólo de saber lo rica que era, sino de dividir lo que era fácilmente enajenable de lo que no lo era. La idea de Pedro era usar el beneficio para ciertos fines, a su parecer esenciales”.

Como queda dicho, el nuevo papa es asesinado “tras un breve y tempestuoso pontificado”.

Todo esto lo publica Pecorelli diecisiete días antes de la extraña muerte del papa Luciani. Es, justamente, la crónica de una muerte anunciada.

Dos semanas después, el 26 de septiembre, Pecorelli publica el artículo titulado Santidad, ¿cómo está? Pregunta enigmáticamente por la salud del papa Luciani y habla de la reacción que suscitan los cambios que pensaba hacer: “Hoy en el Vaticano muchos tiemblan, y no solamente monseñores y sacerdotes, sino también obispos, arzobispos y cardenales”.

Pecorelli , que tuvo estrechos contactos con los servicios secretos italianos, anunció de diversas maneras el trágico destino de Aldo Moro, presidente de la DC y artífice del nuevo gobierno italiano, en el que por primera vez el partido comunista italiano llegaba al poder . Fue también en 1978, “el año de Europa”, que para el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger significaba situarse “en el contexto de la política americana”. El 16 de enero de 1979 Pecorelli  anunció nuevas revelaciones, pero dos meses después fue asesinado de un tiro en la boca, por hablar.

 

Caso abierto


Para el Vaticano la desaparición de Juan Pablo I es un caso cerrado el 29 de septiembre de 1978. Para muchos es un caso abierto, también para el magistrado italiano Pietro Saviotti, de la Fiscalía de Roma. El autor de estas líneas le envió sus dos libros hace un año, ofreciéndole los resultados de su  investigación y poniéndose a su disposición.

En el plano eclesiástico, se han dado los primeros pasos hacia el proceso de beatificación del papa Luciani. Contradiciendo una tradición secular que se refiere a los papas, la causa de beatificación no parte de Roma, sino de su tierra de origen, donde es recordado por su “santidad ordinaria”. Es decir, el planteamiento es este: ¡qué bueno era! Sin embargo, hay que decirlo claramente, un proceso de beatificación que eludiera el modo de la muerte estaría viciado de raíz.  Para nosotros, Juan Pablo I es mártir de la purificación y renovación de la Iglesia.

Jesús López Sáez

http://www.comayala.es/Articulos/notaprensa25/fuehace25.htm

miércoles, 2 de abril de 2014

2 DE ABRIL, DÍA DEL VETERANO Y DE LOS CAIDOS EN LA GUERRA DE MALVINAS

HOY NO ES UN FERIADO HOY ES UN DÍA DE DUELO Y DE VERGUENZA PARA LOS ARGENTINOS,Y PIDO PERDÓN A LOS HEROES DE MALVINAS HACIA LOS QUE SIENTO UN GRAN RESPETO Y UNA GRAN VERGUENZA, TENEMOS CON ELLOS UNA DEUDA DE POR VIDA, .NO HAGAMOS COMO LOS POLÍTICOS QUE LOS RECUERDAN SÓLO EN CAMPAÑA O PARA DETERMINADAS FECHAS.- NINGUNO SE OCUPO DE DARLES LO QUE SE MERECEN POR HABER DEFENDIDO CON SU VIDA A NUESTRO PAÍS.Y NI QUE HABLAR DE LA INMUNDA QUE NOS GOBIERNA HOY.

SE LOS TRAJO A ESCONDIDAS Y NOSOTROS SOMOS CAPACES DE SALIR POR UN MUNDIAL, PERO NO FUIMOS A RECIBIRLOS CON TODOS LOS HONORES COMO SE MERECIAN, MUCHA GENTE FUE CAPÁZ DE IR A LA PLAZA A ESCUCHAR A UN BORRACHO HDRMP QUE MANDO A CRIATURAS A MORIR, PERO NO FUIMOS A EXIGIR QUE TENGAN AYUDA ECONÓMICA, CONTENCIÓN SICOLÓGICA, ATENCIÓN MÉDICA, ESPACIOS LABORALES,  ETC.

LO ÚNICO QUE HICIMOS FUE HUMILLARLOS, DARLE UN PAMI INMUNDO QUE NO SIRVE PARA NADIE Y DEJARLOS MORIR Ó SUICIDARSE. 


PERDÓN POR FAVOR A TODOS Y A SUS FAMILIARES!!!!


 Lidia Nelida Cornicello

lunes, 31 de marzo de 2014

RESISTENCIA CIVIL Y DESOBEDIENCIA FISCAL



Conforme al artículo 36, tercer párrafo y cc. de nuestra Constitución Nacional, todos los ciudadanos  tenemos el derecho de resistencia civil pacífica definida como el acto de no acatar una norma, impuesto, tarifa, tasa o contribución que se tiene obligación de cumplir salvo que provengan de graves delitos doloso contra el Estado y la Ciudadaníay que conlleven enriquecimientos ilícitos; esto es, gozamos de una garantía de magna alcurnia para resistir toda corrupción derivada de acciones u omisiones inexcusables de funcionarios públicos de todos los poderes de la República.

Un rasgo común y característico de estas resistencias y desobediencias serán su ejecución de forma consciente, pública, pacífica y no violenta, manteniendo una actitud de protesta contra la autoridad con el fin de rectificar los errores que esta haya cometido, a juicio de quienes protestan.


Según Thoreau, considerado el padre de la Desobediencia Civil “el gobierno por sí mismo, no es más que el medio elegido por el pueblo para ejecutar su voluntad”, por ende, cuando este deja de representar la voluntad del pueblo se hace ilegitimo y su autoridad desaparece.

Este método de resistencia ante la opresión y la injusticia no debe ser subestimado ni mucho menos desacreditado. Grandes figuras y grandes naciones han basado exitosamente sus luchas en la desobediencia civil. Tales son los casos de Mahatma Gandhi en la India, del recientemente desaparecido Nelson Mandela en Sudáfrica, otrora de Martín Luther King en Estados Unidos.

Podemos encontrar la figura de la Desobediencia Civil y del Derecho a la Rebelión en textos de trascendencia universal. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos expresa que "la ley natural le enseña a la gente que el pueblo está dotado por el creador de ciertos derechos inalienables y puede alterar o abolir un gobierno que destruya esos derechos". Por su parte la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en su artículo 35, establece que “cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurrección es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes”.

La Declaración Universal de Derechos Humanos (de la cual nuestro país es signatario y tiene categoría de norma constitucional) ante la real, gravísima e inédita situación que está viviendo nuestro país, resulta más que suficiente para justificar, explicar y predecir un  Estado de Desobediencia Civil no solo como resistencia a los abusos del gobierno sino en repudio a la corrupción y la impunidad que se ha apoderado de nuestras instituciones. El pueblo es el soberano, cualquier autoridad que actúe en contra del pueblo es ilegítima. Así entonces, toda desobediencia civil no es ni será un delito… es un derecho, supremo, magno y sagrado.

No existe delito en la desobediencia civil y fiscal ya que no es tal Vg., no pagar los impuestos ni las tarifas sin causa, injustas, confiscatorias e irrazonables.

En efecto,  según el artículo 209 del Código Penal, se pretende imponer prisión de dos a seis años a:   “El que públicamente instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución”.

Las leyes penales tributarias no castigan al que debe impuestos y no los paga; es preciso que la evasión se produzca mediante conductas fraudulentas, ardides o engaños (Ley Nº 24.769, artículos: 1, 2, 3, 4, 5, 7,8, 10, 11,12 y cc.). Para que el no pago sea delito fiscal, debe tratarse de dinero indebidamente embolsado como propio por el agente de retención (Art.6) o retenido a los dependientes en concepto de aportes para la seguridad social (Art. 9) o como en nuestro caso,  por estos días, gigantes desvíos de fondos públicos para epicúreos hedonismos de mucho funcionariatoante una exacerbante. “prudencia (¿o complicidad e impotencia) judicial?”.

Preconclusivamente, el fin y el límite del Estado es el bien común, un bien común incompatible con esa corrupción que haparido de la nada, nuevos y obscenos enriquecimientos ilícitos(Vg., funcionarios, legisladores, jueces, eternos dirigentes políticos, sindicales, del futbol, punteros y tales) con simultáneos empobrecimientos pavorosos de un tercio de los argentinos y escandalosas desigualdades consecuentes;  un bien común propio de un humanizado contrato social, de un contrato social no leonino e insoportable enrevesado e irrito en el ámbito del cual alguien “¿escondió?” fortunas recaudadas por ingresos públicos con afectación legal específica para ser destinados exclusiva y excluyentemente a inversiones, modernizaciones, expansiones y consolidaciones de los sistemas e infraestructuras de salud, de educación, de seguridad, de energía, de servicios sanitarios, de transportes, de jubilación,  etcéteras.

Compatriotas, entonces cuando el Papa Francisco sentenció: ¡pecadores si, corruptos, no!  ¿Qué más esperamos para visibilizar y movilizar nuestra resistencia pacífica…¡para hacer ruido!?
A nadie sorprenderá pues será muy lógico, comprensible y plausible que, los mansos paganini de siempre se rebelen definitivamente contra la política del “a más de más”, conscientes de que ninguna paciencia es ilimitada, pues, contra el vicio de pedir, finalmente será la virtud de no dar.

Finalmente el Papa Francisco, inspirado angularmente por San Francisco de Asís y la beata Teresa de Calcuta, nos acicatea en su Evangelio Gaudium (Pág. 145 p. 183) esclareciéndonos respecto a que nadie puede exigirnos que releguemos la ética, la moral, la equidad, la ecuanimidad, la solidaridad, la fraternidad, las religiones, la ecología  y la paz a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos y ocuparnos por nuestros valores perennes, las fragilidades humanas y la salud de las instituciones de la sociedad civil; sin opinar sobre los acontecimientos que nos afectan, perjudican y denigran como ciudadanos.
Al menos en esta nota, imperfectamente, de eso se trata.


Roberto Fermín Bertossi
Fundador de la cátedra de derecho cooperativo, UNC
Profesor de grados y posgrados universitarios
Investigador CIJS – UNC
Premios:
Adepa-Faca, a la abogacía, 1990
Gota en el mar al periodismo gráfico solidario 2005´ y 2007´
Experto de la Coneau

domingo, 30 de marzo de 2014

Lo prefiero hoy y no mañana



1. Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy viva y no una noche entera cuando yo muera.

2. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy viva, y no apoyes tu cuerpo sobre mi cuando yo muera.

3. Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy viva y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.

4. Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy viva y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.

5. Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy viva y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.

6. Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy viva y no un desgarrador poema cuando yo muera.

7. Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy viva, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.

8. Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy viva y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.

9. Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que estoy viva y no de grandes manifestaciones cuando yo muera...

10. Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mi ahora que estoy viva y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora estoy muerta.

Aprovechemos a nuestros seres queridos, ahora que están entre nosotros...

Valora a las personas que están a tu alrededor.