sábado, 24 de abril de 2010

La sonrisa es la línea curva que todo lo endereza

Todo nuestro cuerpo está sometido y se ve afectado por la tremenda fuerza de gravitación de la tierra. Una tierra que, como símbolo de la realidad y expresión de nuestra vida cotidiana, nos demanda, nos cansa, nos pesa, nos abruma y, a veces, incluso nos deprime y aplasta.

La primavera es la estación por excelencia de la alegría. El modo como expresamos el gozo supremo es saltando de júbilo. Pero no podemos saltar sin antes soltar todo el peso de nuestros cansancios, toda la carga de nuestras tensiones y ansiedades.

A veces perdemos de vista la conciencia de que perder la sonrisa no es otra cosa que haber perdido la suspensión de nuestra columna, de nuestro cuerpo, de nuestra vida. La negación y disolución de la sonrisa no es sino la afirmación de un desplome, de un “venirnos abajo”.

La sonrisa no es sino expresión de un estado de suspensión. Es un estado interno que se configura a partir de un determinado estado energético y muscular.

Levantar las comisuras de nuestros labios es la primera piedra sobre la que podemos erigir un cuerpo y una vida que sean manifestación y expresión de suspensión, centramiento, equilibrio y calma.

Descansar en el silencio en primavera es nuestra gran oportunidad para soltar y liberarnos de todo lo que pueda impedirnos rebrotar y nacer de nuevo.

Descansar en el silencio es, por tanto, una invitación a la alegría.

Y la alegría siempre hace florecer en nuestra cara los pétalos de la sonrisa.

Es en los ojos, órganos de los sentidos por excelencia de esta estación de la primavera, donde descubrimos la “verdad” de una sonrisa. La sonrisa interior provoca una onda de energía que fluye hacia arriba, iluminando la cara y encendiendo los ojos. En la persona que sonríe los ojos se encienden y brillan como expresión de que alguien está dentro y habita en el interior.

La meditación silenciosa es el gesto más “serio” y decisivo de personas que destilan alegría y que sonríen a la vida y al mundo. Son los “ruidos” los que desdibujan la sonrisa de nuestro rostro.

Es el silencio el escultor eminente de la sonrisa del alma que se refleja en nuestro semblante. Una sonrisa que no hace sino expresar que estamos en nuestra casa, en nuestro hogar, en nuestro corazón.

JOSÉ MARÍA TORO
(extraído del libro LA SABIDURÍA DE VIVIR, 2ª ed. Desclée 2008)

viernes, 23 de abril de 2010

Cómo deshacerse de personas difíciles. ¡Garantizado!


Yo creo que tengo mucha autoridad para escribir esta reflexión, porque yo mismo he sido una persona difícil, aunque sólo después de muchos años me di cuenta de ello.

Yo pensaba que los demás eran los difíciles, y sólo cuando entendí esto que voy a compartir mejoré sustancialmente mis relaciones y aprendí a disfrutarlas mucho más.

Alguna vez, mientras me quejaba acerca de alguien cercano a mi vida con un amiga, de quien he aprendido mucho, ella me preguntó qué tanto yo actuaba de la misma manera que le estaba criticando a mi pariente, me quedé pensando y me di cuenta que yo hacía exactamente lo mismo o peor de lo que le criticaba a mi cercano.

- ¿Ves?, me dijo esta persona, todo lo que te molesta de alguien es algo que tú haces o has hecho contigo o con otros y que tú no quieres reconocer.

Si juzgo a alguien como intolerante, quizás estoy siendo intolerante al juzgar esa persona, o si me molesto porque pienso que alguien es agresivo, puedo estar siendo agresivo en mi juicio; es más fácil verlo en el otro que aceptarlo en mí.

Cuando en el tráfico o en una fila me irrito porque la persona de adelante no hace tan rápido lo que espero que haga y la llamo en mi mente insensible o desconsiderada, yo estoy siendo desconsiderado o insensible en mi juicio con esa persona.

Si me equivoco y me llamo estúpido o idiota en mi mente, estoy siendo intolerante conmigo y después puede ser más fácil tachar a otros de intolerantes o agresivos sin reconocer lo que con frecuencia hago conmigo.

Me he encontrado acusando a mis hijos, a mis padres, mi pareja o amigos de que no me escuchan, y lo he dicho con rabia, así a veces sólo sea en mi mente, y repito mil veces lo que quiero yo decir, reprochándoles que no me entienden a mí o mis necesidades, cuando escuchar es abrirse a lo que el otro quiere comunicar, a lo que necesita; luego he sido yo quien he opacado con mis lamentos las voces de quienes me rodean para después quejarme de que no me escuchan.

Un día conversé con una señora de 70 años, inteligente y muy vivaz, quien me contó cómo su mamá la había invalidado y maltratado cuando ella era niña y recordaba como si fuera hoy, decía ella, las palabras y los detalles de las agresiones ocurridas 60 años atrás:

Aunque su mamá había muerto hacía 30 años, esta señora continuaba repitiéndose esas escenas dentro de sí, con rabia y detalles, como si se asegurara de revivir en su presente el dolor de su pasado.

Ella estaba siendo menos compasiva y más cruel con ella misma de lo que le reprochaba a su mamá.

¡Yo he hecho lo mismo! Quizás, al repetirme una y otra vez la escena, quiero castigar al otro o repasar alternativas de lo que hubiera podido ser, pero de cualquier manera, al hacer eso con mis pensamientos y sentimientos me causo más dolor de lo que el otro, con sus palabras o su acción, me generó, y pierdo en ese instante la posibilidad de cuidarme más desde mis pensamientos.

He aprendido a tratarme desde mis pensamientos y emociones como quiero que me traten los demás.

¡Qué bien que me hace el tratarme con más gentileza! No me refiero a no tener juicios de valor, yo puedo opinar que no comparto algo que otra persona hizo o pensar que yo lo haría diferente, lo que hace difícil y dolorosa mi relación es cuando me apego a ese pasado y esos juicios cargados con emociones negativas y por más razones lógicas que me dé, yo estoy creando con esos pensamientos dolor y sombras en mí y en quienes me rodean.

Yo siempre recibo lo que les estoy dando a los demás: si yo siento rabia, desconfianza, o calidez, compresión y gentileza con el otro, yo siento primero y más intensamente esas emociones. Si veo a alguien como un monstruo, soy yo quien está creando y sufriendo el monstruo en mi mente, lo estoy manteniendo vivo en mis pensamientos.

En últimas, las personas en realidad no nos relacionamos con los demás, sino con la idea o el juicio que en nuestra mente tenemos de esas personas.

Si me acerco a alguien pensando que esa persona es agresiva o chismosa o egoísta, estaré prevenido y será con esa parte de la persona que me relacione más veces de las que quiero contar. He descubierto seres maravillosos que durante años estuvieron a mi lado y que no me permití disfrutar sino hasta muy tarde, porque hice más importantes mis juicios y mis prevenciones que permitirme encontrar, valorar y disfrutar los tesoros que la vida a través de ellos había puesto para mí.

Entonces yo me he propuesto que cada persona que tengo a mi lado es mi maestro y está ahí para ayudarme a ser más libre y feliz, no para hacerme feliz, ser feliz es sólo mi responsabilidad.

Una persona difícil, una persona que me hace daño o hace daño, está haciendo un buen trabajo para mí: me ayuda a reflejarme, a verme en ella, me lleva quizás a buscar cómo superar ese dolor que me genera el engancharme con ella en esa emoción, y como sé que no puedo cambiar a nadie y esa relación me genera dolor, para salir de ese dolor busco otro nivel de paz más profundo dentro de mí, para que la próxima vez, cuando aparezcan personas o situaciones como ésa, ya habré aprendido a sobrepasarla y entre más cercanos y profundos sean los dolores que supere, mayor será mi libertad y mi paz interior.

Qué libertad y qué paz cuando entendí que mi padre alcohólico, abusivo e irresponsable, no vino a mi vida para hacerme sufrir, sino para mostrarme cómo con su sufrimiento yo podría aprender a evitar el mío.

La rabia o las acciones de él que me dolieron me conectaron con mi propio dolor, pero entendí que aquel dolor que yo sentía por instantes él lo vivió aún más profundamente toda su vida y murió solo y sin salir de ello.

Sé que quienes me juzgan o me critican están diciéndome algo que yo me digo a mí mismo o que hago, así a veces lo hagan de una forma ruda esos maestros me están ayudando a encontrar el siguiente muro hacia mi paz, que debo superar.

Qué bueno es recordar cuando yo he sido ese ser oscuro y difícil que tan fácil juzgo en otros.
Con frecuencia recuerdo que como he cometido errores porque en ese momento de mi vida no sabía cómo actuar mejor de lo hice en ese instante, esto me ayuda a tener más compasión conmigo y con los demás. No se trata de no cuidarme o de salvar a nadie o de sacarlo de donde está, porque ése es su propio trabajo y cada quien lo hará en su propio momento, el mío es conectarme con lo mejor de mí, no para enseñarle a nadie o ser mejor, porque eso es arrogancia, pero para enfocarme en ver, en encontrar y disfrutar la parte maravillosa de cada persona, para ver el cielo a través de la tormenta, y si lo hago con ella lo estaré haciendo primero conmigo.

Siempre recuerdo en mi vida cómo las personas más duras, agresivas o perversas me han ayudado tarde o temprano a ser alguien más libre y más feliz y con esa experiencia he ayudado a otros a ser más libres y más felices.

Hoy le doy gracias a todos esos maestros que me han ayudado a encontrar y a disfrutar lo mejor de mí.

Autor Carlos Devis

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lunes, 19 de abril de 2010

GIMNASIA PARA EL CEREBRO - Brain Gym


¿De qué se trata?

Gimnasia para el cerebro ® es un sistema educativo muy efectivo que fortalece las habilidades del aprendizaje y la enseñanza. Fue desarrollado por el Dr. Paul Dennison en la década del 80 y en 1987 estableció la Fundación de Kinesiología Educativa ubicada en Ventura, California.

Gimnasia para el cerebro ® conforma un binomio de aprendizaje inseparable, constituido por cerebro/cuerpo. Se basa en la relación de los músculos, las posturas y las funciones cerebrales al momento de aprender.

Este sistema está basado en tres simples premisas:
El aprendizaje es una actividad que dura toda nuestra vida; y podemos hacerlo divertido.
Nuestras incapacidades para lidiar con la ansiedad y el estrés causan los bloqueos de aprendizaje.
Todos nosotros estamos aprendiendo a bloquearnos desde que aprendimos a dejar de movernos.
Quizás te suena familiar lo que alguna maestra habrá dicho en repetidas oportunidades "Sentate y quedate quieto". Con las técnicas de Gimnasia para el cerebro ® esta frase queda en el olvido!
En la actualidad, Brain Gym ® es utilizado en innumerables escuelas alrededor del mundo para optimizar el aprendizaje y la enseñanza.
Gimnasia para el cerebro ® tiene como objetivo lograr una integración mente/cuerpo. De esta manera nos permite liberar bloqueos y nos conduce fácilmente a nuestras metas.

Los movimientos de Brain Gym ® son simples y fáciles de hacer. Estimulan el flujo de información dentro del cerebro y el cuerpo, logrando así un aprendizaje óptimo. Como resultado el cerebro y el cuerpo se interconectan en tres dimensiones: lateralidad, centrado y foco, permitiéndonos aprender a través de todos los sentidos, y así expresar nuestra creatividad y todo nuestro potencial mental y físico.


Gimnasia para el cerebro ® se aplica para:

* Experimentar una actitud más positiva
* Utilizar tu visión y tus capacidades más eficazmente
* Escuchar con mayor facilidad
* Escuchar y aprender con mayor rapidez
* Comunicarte con más eficiencia
* Ser más organizado
* Mejorar tu comprensión
* Mejorar tu concentración
* Ser más coherente
* Alcanzar tus metas
* Alcanzar el máximo de tu potencial
* Utilizar tus habilidades como herramientas
* Ser más creativo
* Liberarte del estrés por exámenes

Todos podemos beneficiarnos con las técnicas de Gimnasia para el Cerebro ®:
- Tomando sesiones individuales: se trabaja un objetivo en particular, éste estará íntimamente ligado a nuestras necesidades. Vamos a conectar los circuitos corporales con esa meta y toda nuestra energía. Esto nos ayudará a dejar de sentirnos limitados y a orientarnos hacia el logro de esa meta.
- Participando de los talleres y cursos dictados por instructores certificados y con licencia otorgada por Brain Gym International ®

Gimnasia para el Cerebro ® sostiene que:

1. Aprendemos lo que experimentamos activamente
2. La inteligencia es innata
3. Debemos respetar las decisiones y experiencias ajenas; al igual que las propias
4. El aprendizaje es una actividad innata, divertida que dura toda nuestra vida
5. El movimiento es la puerta al aprendizaje y estimula la actividad cerebral
6. El estrés inhibe el aprendizaje
7. Los bloqueos de aprendizaje pueden liberarse
8. Observar es un mecanismo personal de retro-alimentación

En resumen, entendemos que para lograr un aprendizaje óptimo, sentirnos en un estado óptimo y dejar atrás ciertas limitaciones que nos condicionan para alcanzar nuestros objetivos; tenemos técnicas al alcance de nuestras manos.

¡Tus cambios pueden empezar hoy!


por Gabriela Lombardo
Consultora e Instructora en Brain Gym ®

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