viernes, 13 de marzo de 2015

EL MISERABLE MÉTODO DE APLICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL

Oh Constitución Nacional, brillante instrumento en muchos aspectos, ¡pero qué falta de previsión tiene tu método de aplicación!

Los genios que te han ido construyendo han sido incapaces de idear otro método de aplicación de tus reglas que no sea el de confiar en la buena voluntad de los gobernantes.

Sabiendo de lo que es capaz un ser humano, de que puede ignorarte a voluntad y hacer lo que se le de la gana, especialmente en secreto y en favor de sus negocios personales, como está a la vista, no existe abogado, ingeniero o profesional que sepa (o diga saber), que sea capaz de idear algo que absolutamente no permita que no seas aplicada.

Quizá porque en tu nacimiento no había computadoras y aún así, habiendo hoy super computadoras, estás a merced de la voluntad del ser humano, oh Constitución Nacional.

Isaac Azimov tenía razón cuando dijo "SOIS UNOS HIPÓCRITAS, OS QUEJÁIS DE QUE SOIS UN NÚMERO PARA LA SOCIEDAD, UN MISERABLE NÚMERO DENTRO DE UNA COMPUTADORA, PERO MORIRÍAIS SI VUESTRO COMPLEJO MUNDO NO ESTUVIESE ASISTIDO POR LAS COMPUTADORAS. TENDRÍAIS CIENTOS DE HORAS DE ESPERAS MÁS DE LAS QUE YA TENÉIS ESPERANDO QUE LOS TRÁMITES SE HAGAN A MANO Y VUESTRA VIDA SERÍA UN CAOS. SOIS UNOS HIPÓCRITAS".

Imaginá un mundo asistido por computadoras programadas por gente decente, en el que, si acaso hubiese presidentes y séquitos de funcionarios necesarios (quizá como interfaces humanas), cuando cualquiera de ellos pretendiese aplicar un método anticonstitucional, el sistema cibernético dejase de pagarle el sueldo de funcionarios, publicase lo ocurrido y automáticamente destituise de inmediato al incumplidor o al funcionario corrupto convocando a nuevas elecciones.

¡Cuántos abogados y profesionales de las cuestiones administrativas, legislativas y judiciales desearían tener el plano de cómo llegar al centro de cómputos para destruir semejante aparato!
Meditando y recordando me dí cuenta de que aún sabiendo de que con la capacidad de las computadoras en el mundo de hoy es posible, eso no se hace y difícilmente se haga y AHÍ ESTÁ LA GRAN TRAMPA, YA NO SÓLO DE LOS ABOGADOS, SINO DEL RESTO DE PROFESIONALES (O SUPUESTOS PROFESIONALES) QUE SE POSTULA PARA MANEJAR UN PAÍS Y ES VOTADO.

¿Cómo van a delegar su "poder" (léase "poder hacer lo que se les canta") en una miserable máquina?
Ni siquiera eso quieren que les sea quitado: la capacidad de ser los más miserables.

Y ni siquiera recuerdan lo que es el poder.