sábado, 2 de mayo de 2015

Carta abierta de Luis Majul a Cristina Kirchner

El periodista se dirigió a la Presidenta luego de que el programa kirchnerista acusara a su productora de recibir un subsidio del gobierno de Santa Fe; calificó a sus colegas de la TV Pública de "6,7 chorros"



LA CARTA COMPLETA

Señora Presidenta:
¿No escarmienta con el contundente mensaje que le dieron el domingo pasado los porteños?¿Todavía cree que mandando a sus perritos falderos de 6 7 chorro enrolados en el Frente para la Patota y la Intolerancia va a lograr que los argentinos le quieran más y voten a sus candidatos?
¿Sus perritos falderos y desbocados al comando del mercenario Diego Gvirtz están nerviosos, porque el barco se hunde y entonces quieren tributarle un último servicio, persiguiendo a periodistas con un micrófono amenazante, poniendo a un camarógrafo jugando a que no lo dejaban trabajar?
¿Esas son las cosas que enseña usted a sus militantes pagos o son órdenes de su amigo megamillonario, el zar del juego Cristóbal López, quien acaba de comprarle la productora al mercenario Gvirtz, el mismo que hace unos años decía que usted era peor que Fernando de la Rúa y ahora se la pasa manipulando la información y la opinión, como hacía Goebbels durante el gobierno de Hitler?
Le cuento, Presidenta, por si todavía no se enteró, que ayer sus perritos falderos de 67 chorro, en la Feria del Libro, a la salida de la presentación del libro de Jorge Fontevecchia, me preguntaron si era verdad que la Cornisa había cobrado un subsidio del gobierno de Santa Fe para llevar la muestra de Walsh a Lanata a Rosario. Me tiraron el micrófono por la cabeza. Me lo preguntaron decenas de veces. Y yo les respondí, decenas de veces, que era mentira.
En efecto. La Cornisa Producciones no cobró ningún subsidio. Puede mandar a cualquiera de sus perritos falderos y rabiosos y verá que jamás entró a la cuenta de la productora ningún ingreso bajo ese concepto. Y si no se quiere tomar el trabajo, pídanle a sus buldog de la Secretaría de Inteligencia, esos que todavía siguen pinchando teléfonos, que le desgraben las conversaciones donde los encargados administrativos de la productora aclaran al quien corresponde que La Cornisa no se va recibir ningún dinero el concepto de subsidio. Y es porque la productora puede recibir patrocinios o auspicios, como cualquiera, pero no va a cobrar ni un peso bajo la forma de subsidios. Porque no los pide ni los necesita. Subsidios como suele entregar su gobierno, sin ton ni son, a una fila de alcahuetes que ahora le chupan las medias pero que cuando deje de ser Presidenta posiblemente la atacarán, porque servirán a otro patrón.
Vea, señora Presidenta. En esa misma apretada que el mercenario presentará en 67 Chorro como una entrevista, le pregunté al perrito faldero de Gvirtz cuánto cobraba él por hacer la porquería que estaba haciendo. También le pregunté si sabía cuántos millones le pagaba el Estado que usted gobierna por hacer la porquería que su programa de propaganda, y no pudo o no quiso contestar.De nuevo: yo respondí para aclarar sus mentiras. Y el no pudo contestar.
Se lo aclaro porque su Goebbels de bolsillo seguro va a editar el material con la misma mala leche de siempre y usted no se va a enterar de la mitad de las cosas.Es más. Le cuento: cuando apagó la cámara, el perrito faldero al que mandó a morderme Gvirtz vino a pedirme disculpas. Se dio cuenta que estaba fuera de cuadro. Pretendió explicarme que no quería agredirme. Que solo hacía su trabajo.
Tenga cuidado, señora presidenta. Estos son los peores. Porque se venden al mejor postor. Acuérdese de los que le digo hoy: los pequeños Frankestein que usted creó y sigue alimentando la van a terminar traicionando más rápido que tarde. Porque no aman lo que hacen.
Lo único que les importa es la plata que usted les da, originada en los impuestos que pagamos todos.Como no me respondieron, se lo pregunto ahora a Usted, porque es la jefa de todos los perritos rabiosos y falderos que levantan tribunales contra periodistas críticos. Se lo pregunto a usted porque todos sabemos que, al igual que Néstor Kirchner, en 67 chorro no se sube un zócalo ni se dice una palabra sin su expresa autorización.
Señora Presidenta:¿Cuántos millones de los impuestos que pagamos van a parar al bolsillo del mercenario Gvirtz y algunos de sus secuaces? ¿Cuántos decretos se firman para darle de comer a los dueños de esa máquina perversa montada para destruir periodistas, opositores y cientos de dirigentes que no piensan como usted?¿En serio cree, señora Presidenta, que esa basura de 67 Chorro, el mismo programa que se sirvió de una grabación clandestina suministrada por Jaime Stiuso para denunciar a un periodista, tiene la más mínima moral para levantar el dedo contra cualquier colega?
¿Qué es lo que le molesta tanto, señora Presidenta, que este periodista haya publicado El Dueño o El y Ella, dos de los libros que sirvieron para revelar los incontables casos de corrupción, incluida la escandalosa connivencia de Néstor Kirchner con Cristóbal López, su empresario amigo, el mismo que le acaba de comprar el alma, si es que la tuviera, al mercenario Gvirtz?
¿Le molesta que este periodista le marque, en cada aparición o en cada editorial, algunas de las inmundicias de la que son capaces de hacer funcionarios de su gobierno? ¿Le molesta eso? ¿O lo que está pasando aquí es que su perrito faldero se desbocó, porque se enteró que un periodista especializado en medios está a punto de publicar, en mi editorial, Margen Izquierdo, una investigación sobre el mercenario Gvirzt, entre otros?
Señora Presidenta:Con el máximo respeto, me permito hacerle una sugerencia:Si usted sueña con conseguir algún votito más en la Ciudad, en Córdoba, en Mendoza, en Santa Fe e incluso en la provincia de Buenos Aires, ordénele a sus perros que dejan de ladrar y de morder porque son impresentables. La hacen quedar cada día peor. Si hasta da un poco de pena mirarlos últimamente.Balbucean. Se pelean entre ellos. Y todo porque su candidato sacó menos votos de los que esperaban.
Hágame caso, señora Presidenta: vacúnelos contra la rabia, antes de que sea tarde. Todo el país sabe que son sus cachorros. Y está probado que ni siquiera le sirvieron para lastimar a Clarín.
La saluda atentamente,
Luis Majul, periodista".
EXCELENTE!!!