Es hacer las cosas, no desear poder hacerlas, soñar con ellas o pensar si uno será
capaz de llevarlas a cabo.
Es aprender cómo hacer las cosas haciéndolas, tal como se aprende a caminar
caminando o a vender vendiendo.
Es la aplicación de la teoría a la práctica.
Es la eliminación de la debilidad, del temor y del desaliento.
Es la mano de hierro en el guante de terciopelo.
Es el estar alerta, con presencia de ánimo, listo para adaptarse a lo inesperado.
Es el sacrificio de los, sentimientos personales por el deseo de triunfar.
Es la suma de tres cantidades: propósito, práctica y paciencia.
Es la medida del hombre, el verdadero tamaño del alma.
Es la facultad de poder usar las propias pasiones, hábitos, gustos, disgustos, experiencias, mente, educación, corazón y cuerpo, sin ser usado por estos.
Es el aprendizaje personal, la concentración, la visión y el sentido común.
Es la suma total de todo lo bueno que hay en una persona.
Anónimo
Es un lugar de encuentro para todos aquellos que quieran abrir la mente a pensamientos que trasciendan y rompan con viejos esquemas y leyes. Encontraras todo tipo de mensajes y novedades de diferentes temas que te ayudarán en tu auto estima y superacion.
sábado, 7 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
Jesús no murió en la cruz [análisis forense]
EL prestigioso Médico Forense español, Miguel Lorente, ha escrito un libro analizando la crucifixión de Jesús.
Sus deducciones son sorprendentes.
Miguel Lorente es católico y nació en Almería, España, en 1962. Doctor en Medicina y Cirugía, es médico forense. Desde la infancia se sintió atraído por los milagros y los hechos extraordinarios recogidos en las Sagradas Escrituras. Como médico forense le asaltó la idea y el interés por investigar sobre la muerte y la resurrección de Jesús.
El resultado es el libro “42 días. Análisis forense de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo”.
Miguel Lorente es católico pero aún así a decidió ver lo que nos cuentan las escrituras desde un punto de vista meramente científico, por ello analiza los hechos narrados por los Evangelios y la Sabana Santa de Turín. La conclusión final es sorprendente, afirma que Jesús no murió en la cruz, entró en coma y horas después despertó.
No solo realizó un estudio forense sino también llevo a cabo un análisis científico de los estudios que se han realizado sobre la Sábana Santa, del sudario de Oviedo, y de diferentes elementos que influyeron en la historia para llegar a estas conclusiones, por lo tanto esta seguro de la veracidad del Santo Sudario, tema sobre el que hasta la fecha hay muchas dudas.
“En la Sábana Santa hay indicios de un cuerpo limpio. El cuerpo tuvo que ser lavado. Las manos están bien delimitadas, pero no se ve el pulgar. Son, por tanto, manos en flexión. Esto no lo presenta un cadáver. Ese indicio de las manos y las manchas de sangre con signos de coagulación hablan de un proceso vital. Al evitarse la pérdida de sangre por coagulación, se muestra que no hubo pérdida hemorrágica de sangre posmortal”, relata el médico forense.
Hubo un coma superficial que hizo creer que Jesús estaba muerto, en opinión de Lorente. “Es un shock traumático. Este hecho es compatible con la percepción real de que estaba muerto y con la presencia de signos de vida. Jesús estaba en un estado de muerte aparente. Las personas que recogieron su cuerpo comprobaron que había vida porque empezó a superar un poco el coma. La interpretación de sus discípulos debió de ser que se había producido la resurrección. La percepción fue que Jesús había superado la muerte . No fue una resurrección. En realidad, fue una resucitación. Si hoy en día alguien entra en coma se le aplican medidas de resucitación”, explica Lorente.
“Esa percepción de vida tras la crucifixión tuvo que ser entendida como una resurrección. Las apariciones de Jesús tras la crucifixión son las que aglutinaron el sentimiento y dieron fundamento a la fe. En ellibro se compatibiliza la explicación científica con la posición religiosa” , concluye Lorente.
ENCUENTRO DIGITAL CON MIGUEL LORENTE
1. ¿Se ha puesto en contacto la Iglesia con usted a raíz de su libro?
Aún no, espero contactar con algún representante de la Iglesia para poder compartir algunas de las reflexiones sobre el contenido del libro, y para explicar parte del objetivo del mismo: la compatibilidad entre lo que puede ser un hallazgo científico y la creencia de que detrás de esos acontecimientos puede existir algo extraordinario.
2. La Sábana Santa de Turín, ¿es verdadera?
Hasta ahora todos los estudios que se han hecho y las características que presenta así lo indican. El elemento más sólido que puso en cuestión su autenticidad fue la prueba del carbono 14, realizada en 1988, y que estableció que se trataba de una tela del siglo XIII, pero los estudios que se hicieron con posteriorirdad demostraron que el análisis no se había realizado correctamente, puesto que no se había limpiado de impurezas, ácaros, restos de humo de los inciendios y otros elementos, y todo ello hizo que la datación se correspondiera con una fecha más reciente. Junto a estos datos existen otros muchos que la sitúan en la zona de oriente Medio en el siglo I, entre ellos la presencia de restos de pólenes que no existían en Europa, y sí se han encontrado en lso estratos arqueológicos de la zona correspondientes al siglo I.
3. Reconocidos investigadores y teólogos contemporáneos sostienen una hipótesis bastante persuasiva según la cual, históricamente, Jesús recibió el mismo trato que cualquier otro crucificado en aquel tiempo: el cuerpo se deja en la cruz a modo de advertencia a futuros "revoltosos", o bin se entierra en una suerte de fosa común. Por supuesto, esta hipótesis también cuestiona la autenticidad de la sábana santa. ¿Qué opinión le merece a usted todo esto?
La crucifixión tenía múltiples formas de aplicarse dependiendo de las circunstancias y de los motivos que daban lugar a esa condena. Una de las principales referecias para modificar los procedimientos habituales eran las circunstancias políticas, y básicamente si se estaba en tiempo de paz o de guerra abierta frente al pueblo dominado. El procedimiento que describe se aplicaba en aquellos casos que se buscaba un efecto ejemplarizante muy impactante, pero no fue el caso de Jesús, sobre todo porque se hizo justo el día de antes a la fiesta de Pascua, la fiesta más importante para los judíos, y que obligaba a inhumar cualquier cuerpo antes de la noche anterior. quizá por ello y por las influiencias de José de Arimatea, que era una persona cercana a Jesús, pero integrada en la estructura de influencias de Jerusalén, Jesús pudo ser descendido, de hecho, según recogen los propios Evangelios, José de Arimatea tuvo que desplazarse desde el Gólgota a Torre Antonia, palacio de Pilato, para solicitar el permiso para que fuera descendido de la cruz.
4. ¿Por qué ha titulado a su libro 42 días?
42 días es el tiempo que transcurrió desde la crucifixión hasta la última referencia de Jesús en la tierra, el día de la Ascensión. esos días furon claves para aglutinar los sentimientos y la percecepción extraordinaria que permitió que surgiera el germen del movimiento cristiano. En esos días se produjeron las apariciones de Jesús que sirvieron para constatar su resurrección y que dieron un sentido y significado especial a todo lo ocurrido hasta ese momento, y a todo lo que ocurriría después. De hecho, la mayoría de los autores coinciden en que fue ese tiempo, esos 42 días, los que concentraron la esencia de lo que después fue el cristianismo.
5. ¿ Si no murió en la cruz dónde murió Jesús?
No tenemos datos objetivos para poder alcanzar una conclusión sobre esta cuestión. El libro deja abiertas tres posibilidades, que tras la recuperación se retirara de la vida pública, que siguiera con una labor pública pero desarrollando una tarea apostólica en otro lugar, o que muriera como consecuencia de las complicaciones surgidas de las graves lesiones sufridas durante la Pasión y crucifixión. Creo que el tiempo y los diferentes estudios irán aportando nuevos datos que servirán para ir conociendo mejor esta parte de la Historia.
6. ¿Cristo resucitó o no? ¿usted cree en la resurrección?
Según el estudio que he realizado, la hipótesis que mantengo es que en realidad se produjo una resucitación biológica, no una resurrección milagrosa. Es decir, las lesiones dieron lugar a una situación de muerte aparente compatible con una clínica de coma superficial, que tras ser descendido de la cruz pudo mejorar al pasar de una posición ortostática a una horizontal; además la manipulación del cuerpo en el sepulcro durante el lavado con mirra y aloe pudo faverecer esta evolución fisiopatológica y recuperar los signos objetivos de vitalidad. Lo que también estoy seguro es que todo ese proceso de mostrar vida tras la crucifixión tuvo que ser interpretado y vivido por sus discípulos como un hecho extraordinario, como un milagro, de ahí la compatibilidad entre el hallazgo científico y la posición de fe.
7. Hola. ¿qué opina sobre el documental de James Cameron sobre la tumba de Jesús, María Magdalena y su supuesto hijo?
No he podido verlo aún, pero tengo referencias de algunos de los hallazgos a través de las noticias que surgieron tras su presentación, parecen muy fundamentadas y son perfectamente compatibles con la hipótesis que recojo en el libro "42 días". Sería interesante continuar trabajando en esa línea y poner en relación los hallazgos de cada uno de los trabajos.
8. Si Jesús no muere en la cruz se supone que no resucita, pero ¿daría tiempo a una recuperación total en el periodo que trascurre antes de mostrarse a los apóstoles y convivir con ellos antes de, según los Evangelios, ascender gloriosamente, a los cielos?. Santo Tomás entonces ¿introduce sus dedos en heridas reales? Excepto en este caso no se menciona que Jesús resucitado mostrara signos de debilidad o el cuerpo hecho trizas.
Los textos de los primeros Evangelios se escribieron más de 30 años después de los acontecimientos, y los exégetas y teólogos reconocen que presentan muchos elementos que dulcifican los hechos y los presentan de una manera más coherente con el mensaje que se quería dar a través de ellos, especialmente si consideramos que iban dirigidos a una sociedad del siglo I. Si los acontecimientos ocurrieron según la hipótesis recoguida en el libro, el encuentro de Jesús con sus Apóstoles tuvo que producirse en circunstancias completamente distintas, serían ellos los que acudieron a visitarlo a Él, que debería estar postrado en cama, y no al contrario. Tomás Dídimo pudo ver e introducir sus dedos en las heridas, pero en la situación que apunto. De hecho el mismo relato de las apariciones, que se produjeron dos días después de la crucifixión, después a la semana siguiente, más adelante en el lago Tiberiades en Galilea y finalmente de nuevo en Jerusalén, indican que no se trató de una situación "normal", sino que se trataba de un proceso en el que el estado de salud de Jesús debía estar afectado por las lesiones sufridas.
9. Si el trato que recibió Jesús antes de ser crucificado fue brutal ¿no sería lo más normal que hubiera muerto durante el trayecto?
Las lesiones tuvieron que ser brutales por las repercusiones que ocasionaron en su fisiología, especialmente reflejadas en la imposibilidad de llevar el patíbulo (brazo horizontal de la cruz) hasta el Gólgota, pero los relatos históricos indican que no acabaron con su vida. Jesús, según refleja la imagen de la Sábana Santa, era una persona fuerte, con un buiotipo atlético y con cierta resistencia física, pues los últimos cuatro años los había pasado viajando a pie entre Galilea, Perea y Jerusalén en su labor predicadora, todo ello pudo facilitar la resistencia, pero en cualquier caso se trató de un proceso extraordinario, de ahí todo el componente místico o de fe que existe alrededor del mismo.
10. hola ¿cuanto se puede tardar en morir por crucifixión?
La crucifixión era un pena capital específicamente diseñada para causar una muerte lenta y dolorosa, algo en lo que los romanos se esmeraron de forma especial, pues con ella se pretendía castigar al reo y aleccionar al pueblo que presenciaba la ejecución de la pena, por ello se buscaba prolongar al máximo su duracción, para potenciar estos efectos. Los relaos históricos describen que podía durar hasta varios días, algunos hablan de 4 a 6, pero todo ello depedía de la constitución y salud previa del reo y de si se le aplicaban castigos previos a la cruz, por eso podía variar. En otros casos cuando consideraban que el castigo había durado suficientemente, precipitaban la muerte con el crurifragium, que consistía en dar un golpe con un mazo en las piernas para fracturalas y provocarle una embolia gaseosa y la imposibilidad de apoyarse para seguir respirando
11. Jesús no murió en una cruz sino en un poste vertical ya que ese era el método que empleban los romanos para ajusticiar a los reos. La cruz es un símbolo pagano adoptado por la Iglesia. ¿Qué opinión le merece esta argumentación?
No dudo que existieran varias formas de plaicar las ejecuciones, especialmente cuando eran masivas, como ocurría en tiempos de guerra o después de algunas revueltas (se describen hasta miles de crucifixiones simultáneas), pero está dcoumentado que una de las aportaciones de los romanos para conseguir proplongar la agonía fue "mezclar" el castigo que ellos poseían, que era atar al reo a un palo para flagelarlo, después de que lo paseara por las principales calles de la ciudad, con la pena importada de Persia de colgar a los condenados en un poste vertical. Por ello la cruz fue un procedimiento utilizado por los romanos y el que se empleó con Jesús, según reflejan los datos históricos y las características d ela imagen de la Sábana Santa. Por otra parte, la Iglesia no utilizó al cruz como símbiolo del cristianismo hasta el siglo IV-V, y con la presencia de Jesús Crucificado hasta la Edad Media, pues no se quería relaiconar la grandeza del personaje con el método destinado a acabar con la vida de los peores criminales.
12. Y al tercer día, ¿Jesús despertó del coma?
Si los hechos sucedieron según la hipótesis de 42 días, la comprobación de signos de vida tuvo que producirse las misma tarde del viernes, justo tras la crucifixión, pues de lo contrario hubiera sido muy difícil explicar una supervivencia de tres días en esas circunstancias y sin ningún tipo de asistencia, y por otra parte, al día siguiente, tal y como recogen los Evangelios, los sumos sacerdotes se presetaron ante Pilato para solicitar que pusiera guardias en el sepulcro, algo que llevó a cabo la mañana del sábado. A partir de ese momento no habría sido posible trasladar el cuerpo a otro lugar, por lo que tuvio que suceder esa misma noche del viernes.
13. Hola, buenas tardes, yo creo que Jesus murió crucificado porque ahí están los evangelios que son unos testigos de primera mano y además están inspirados por el ESpiritu Santo que no "puede engañarse ni engañarnos" además en los evangelios dice que de la lanza del costado salio "agua" todo el mundo sabe que cuando de una herida sale agua es que ya no hay ni gota de sangre en todo el cuerpo, ¿no es una prueba esto de que Cristo murió crucificado? y además "no le quebraron las piernas porque ya estaba muerto". Gracias
Yo soy creyente y no creo que una hipótesis como la mantenida en el libro o cualquier otro descubrimiento que se pueda producir (y que seguro que se producirá) pueda modificar toda una cuestión de fe, diría muy poco de esa fe. Lo que se recoge en el libro es un trabajo científico que como tal puede ser cuestionado o criticado, pero te puedo asegurar que no se ha hecho con ninguna intencionalidad, salvo la necesidad de encontrar respuestas allí donde hay elementos que arrojan dudas. No cuestiono la fe ni afirmo que no pudo existir una percepción de que tras unos hechos extraordinarios alguien entendiera que sucedió un milagro (eso ocurre hoy día ante hechos "inexplicables" ) . La salida de "agua y sangre", tal y como recoge el Evangelio de San Juan no significa que estaba muerto, sino que existía un derrame pleural que a su vez se explica por los traumatismos sufridos, y la aplicación de la lanzada se produjo ante la percepción de que había muerto, algo que no quiere decir que en realiidad lo estuviera. Por eso el libro trata de explicar todos estos hechos y ver cómo repercuten para ocasionar una fisiopatolgía que no tiene porque derivar indefectiblamente en la muerte de la persona, pero todo ello está realizado con el mayor respeto.
14. ¿Por qué esa manía últimamente de intentar cambiar las cosas? Escrito está que resucitó y dicho por Él mismo ¿Qué pasa que Jesús nos engañó y no resucitó?. Si en el mundo ya hay poca fe por desgracia, vienen gente como usted y quitan la poca fe que hay. La Resurrección existió, ¿le parece poco todo lo que hizo, todos sus milagros, como para no creer que resucitó?. La duda ofende.
Insisto en el planteamieto que he hecho en la pregunta anterior. No se trata de reescribir la historia, sino de sguir escribiéndola con los elementos y el conocimiento que la ciencia y la técnica van aportando. Nadie engaña a nadie, porque la vida no sólo es válido el conocimiento, también lo son las emociones, los sentimientos las creecnias y las percepciones, todo ello forma parte de la realidad de cada uno y cada persona debe integrarlos según su esquema, princios, ideas, creencias,... Por ello soy creyente, y por eso un hallazgo de este tipo no modfica mi fe, creo que es más sólida y está por encima de este tipo de elementos.
15. ¿No cree que es muy fácil escribir sobre la religión cristiana, que además vende mucho, pero que nadie se atreve con otras religiones?
No sé cuál es la motivación de los distintas personas que escriben sobre la religión cristiana, en mi caso ha influido mi proximidad a ella, mi educación dentro de ella y la atracción por los elementos extraordinarios que presenta, algo que me atrajo desde niño. El proyecto que recoge el libro comenzó hace 19 años, justo cuando comencé mi carrera como Médico Forense, y en aquella época no estaba de moda escribir sobre el tema. La necesidad de disponer de material científico, el cual ha ido apareciendo con el desarrollo científico y tecnológico ha sido lo que ha ido dilatando la investigación, pero, al menos este libro, no se ha escrito por moda ni para "vender mucho", le puedo asegurar que si hubiera pretendido eso con los elementos disponibles se podría haber hecho un libro más impactante y comercial. Yo he preferido un libro científico y divulgativo, pero riguroso y serio, pues busca la reflexión, no convencer a nadie.
Despedida
Lamento sinceramente no disponer de más tiempo para poder comentar todas las interesantes cuestiones que me estáis realizando, pero he de marchar irremediablemente. Confío hacerlo en otra ocasión. Muchas gracias por vuestro interés, y sólo volver a insisitir en algo que ha quedado expuesto en algunas preguntas: el libro no es un ataque contra nadie ni un cuestionamiento de nada, simplemente un trabajo científico que intenta aportar más referencias a unos hechos que en cualquer caso fueron extraordinarios. Un abrazo para todos y para todas.
Miguel Lorente
Fuente: http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2007/06/2561/
jueves, 5 de noviembre de 2009
TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO
entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a:
MOUSSA AG ASSARID,
No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo
- ¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo...
- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.
- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
- Qué paz...
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
10 SECRETOS PARA OBTENER LA ABUNDANTE FELICIDAD
LA ACTITUD
La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.
Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias.
Se capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiara contigo.
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos y sentimientos.
EL CUERPO
Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Mira hacia arriba y solo podrás reir, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.
EL MOMENTO
La Felicidad no esta en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días.
Solo se puede encontrar en los momentos.
“Hoy es el mañana de ayer” ...
Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.
Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.
NUESTRA PROPIA IMAGEN
Debo aprender a amarme a mi mismo como soy.
Creer en ti mismo da resultados.
Cuando más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás.
El camino más difícil es el camino al interior ... pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.
LAS METAS
¿ Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta ?
Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad.
Un sueño es solo un sueño, algo que está fuera de la realidad ...
Así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad.
EL HUMOR
La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima.
Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero da más luz.
... Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.
EL PERDÓN
Mientras tengas resentimientos y odios, será imposible ser feliz.
Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento.
D A R
Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio.
Las leyes de la energía te devolverán con creces lo que des.
Si das indiferencia, recibirás indiferencia, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.
Solo el que aprende a dar esta en camino de descubrir la verdadera felicidad.
LAS RELACIONES
La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas.
Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural.
Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son, sin intentar cambiarlos, por que cuando te sientas mal, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor.
¡¡Así que cultiva tus amistades, ellas son gratis!! ... La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural; por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones.
FE
La Fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, las Preocupaciones, la ansiedad y el miedo.
Pero no te asustes cuando dudes, pues bien decía Miguel de Unamuno: Fe que no duda es fe muerta.
Convicción es la verdadera fe, tanto en lo divino como en lo humano. Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reírse de si mismo.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
La Gente que me Gusta . . .
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y
razonables a las decisiones de un jefe.
Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
Mario Benedetti.
martes, 3 de noviembre de 2009
Ser suficiente (para paliar la soledad)
Durante años te sentiste solo en las más diversas situaciones. Rodeado de gente, en la escuela, en el trabajo o en tu casa. No importaba con quién estuvieras, había momentos en los cuales te embargaba una soledad tan inmensa y un vacío tan pesado que hasta se te dificultaba respirar. Si aún crees que esta situación no tiene salida… tenes dentro de vos todo lo humanamente necesario para disfrutar cada día de tu vida, ¡sos un ser suficiente!
El sentimiento de soledad permanente es una constante en la vida de muchos individuos. Aunque estemos permanentemente ocupados en nuestro trabajo, con nuestra familia, y llenemos todo nuestro tiempo con cosas reales o imaginarias (como por ejemplo, preocupándonos por un futuro tan incierto como impredecible) nos sentimos vacíos con frecuencia. Tratamos de no tener ni un minuto libre durante el día y de caer rendidos en la noche para evitar conectarnos con nuestras emociones y nuestra propia intimidad. ¿Qué pasaría si nos enfrentáramos a ellas? ¿Qué descubriríamos? ¿A qué le tememos?
La impresión de estar solos suele ir acompañada de una certeza infundada de no pertenecer al lugar en el que estamos, o de que no nos quieren allí por algún motivo. Lo que deja entrever un nivel bajo de autoestima, generado por alguna situación real o imaginaria del pasado. La mismísima Madre Teresa de Calcuta pregonó que “La soledad y la sensación de no sentirse querido son la pobreza más grande”.
Si creemos que sólo por vivir cada día a las corridas, llenos de ocupaciones, la sensación de soledad va a desaparecer como por arte de magia, no estamos haciendo lo correcto. Tampoco si nos rodeamos de gente permanentemente y evitamos estar solos. Si hay un tema personal inconcluso que está pidiendo a gritos que lo enfrentemos, y por eso perturba nuestra tranquilidad, va a seguir haciéndose notar hasta que le ofrezcamos unos momentos de nuestro tiempo para que salga a la superficie. Si decidimos seguir dejándolo en la oscuridad va a continuar provocando angustia y desajustes hasta que aflore.
Cuando nos sentimos profundamente solos en la intimidad de nuestro ser, suponemos que no contaremos con la entereza interna para convivir con lo que provoca ese vacío. ¡Claro que la tenemos! ¡Somos seres humanos suficientes, con un potencial a desarrollar esperando ser descubierto! Tenemos dentro de nosotros todos los recursos necesarios para dar la cara a las situaciones que se nos presenten, o que se nos presentaron. Podemos gozar de una vida equilibrada y satisfactoria, sin la necesidad de caer en conductas indeseables que hasta ahora hemos asumido como propias.
Con sólo dedicar unos minutos una vez a reencontrarnos con esa soledad que nos embarga bastará para reencauzarla de otro modo. Vale la pena afrontar ese vacío interno sólo una vez para darnos cuenta que sí podemos convivir con él. ¡Somos seres suficientes y podemos lograrlo! ¡Nos reencontraremos con la energía que había quedado atascada por mucho tiempo en nuestro esfuerzo por alejarnos de la soledad y del vacío!
Éste es un buen momento para dejar que esa soledad aflore. ¿Escuchas tu propia voz o la de algún familiar cercano que te desalienta, pone trabas a tu expansión personal y te impide conectarte con tu verdadera esencia? ¿Resuenan en tus oídos palabras con contenidos negativos o comparaciones? ¡Es hora de cambiar ese CD! Y de volver a grabarlo con tu propia voz y con afirmaciones positivas que eleven tu autoestima al nivel en el que tiene que estar. No permitas que nadie te menoscabe, ni en persona ni mediante el recuerdo de lo que te han dicho. Trata de cambiar esas palabras dentro de tu mente una sola vez y verás cómo te sentis. La idea es que asumas esta actitud cada vez que se te presente una situación similar. Ponete en tercera posición las primeras veces, si lo consideras necesario, hasta que te acostumbres al mecanismo y se transforme en una competencia inconsciente.
Segui conectándote con tu soledad, ¿salen a la superficie hechos del pasado? ¿Imágenes, voces, lugares, personas? Aunque no estén muy nítidos o pasen delante de vos como una película, igual vas por buen camino. Dejame recordarte que todo eso es cosa del pasado, y es hora de dejarlo partir, con amor, para poder situarte en el presente, aquí y ahora. Pasa a tercera posición, la del observador, y míralos como detrás de un vidrio, por última vez. Respira hondo y salúdalos, lentamente, tuvieron un lugar importante en tu vida hasta hace unos minutos y ha llegado la hora de liberarlos. Sos una persona completa y suficiente y ya no necesitas vivir y revivir esos hechos que te aíslan de este momento, tenes a tu disposición lo necesario y suficiente para manejarte con soltura en el presente.
por Merlina Meiler
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trabajo
No hay sueños equivocados, hay fechas equivocadas.
Nunca renuncies a tu sueño; si no lograste tu sueño, te equivocaste en la fecha pero no en el sueño.
Nunca vendas tu sueño, simplemente corré la fecha. Si Dios te dio un sueño, lo va a cumplir.
Nunca vendas tu sueño, simplemente corré la fecha. Si Dios te dio un sueño, lo va a cumplir.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Impactante conferencia de un sobreviviente de los Andes.
Los consejos de Fernando Parrado, sobreviviente de los Andes
'Lo importante viene después del trabajo'
Conmovió a 2,500 ejecutivos en Expo Management con una recomendación:
apoyarse en la familia.
¿Qué conferencista logra hoy colmar un auditorio de 2,500 ejecutivos
y empresarios, muchos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora
y media sin que nadie pierda detalle del tema ?
Fernando Parrado,
uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes,
a 36 años de aquella historia que asombró al mundo,
consiguió hace algunos meses más que eso: Conmover a un foro de negocios
y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.
Fue durante la jornada de cierre de Expo Management 2008.
Su presentación,
un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes.
En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas,
los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana..
'¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?',
se preguntó.
'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones
y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.
Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"
Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo
no daban número de asiento para el avión.
A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo....
Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.
De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto
viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.
Así, los menos golpeados empezaron a ayudar,
actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate
y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.
Marcelo, nuestro capitán y líder,
asumió su rol para contenernos cuando
le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.
Decidimos aguantar.'
Pero días después el líder se desmoronó.
La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate.
'¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo...
Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura
de -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.'
se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa.
Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre.'
Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones.
En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:
«¿Qué estás pensando?»
«Lo mismo que vos.
Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.»
Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción.
Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'
Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos.
Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial.
'Hubo planificación, estrategia, desarrollo.
Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas.
Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.'
'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando,
nos debilitaba, se nos acababa la comida.
Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.
Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'
Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero'Esta no es la historia que vine a contar', avisó.
Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana,
sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja. ...
'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan?
¿Estrés? ¿Qué estrés?
Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó.
Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:
'Mira para adelante, anda tras esa chica que te gustaba, ten una vida, trabaja.
Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado,
de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar
con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.
Y cerró, determinado:
'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia y los amigos...
Mi vida cambio, pero lo mas valioso que perdi fue ese hogar que ya no existia al regresar...
No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana..'
Una interminable ovación lo despidió de pie .....
"NINGUN ÉXITO EN LA VIDA, justifica alejarse de la familia y la gente que siempre esta a tu lado.." Si TU tienes un calido hogar, piensa que al igual que Yo eres una persona con Suerte !!! Te toco de la fila 9 hacia adelante, y creeme que la mayoria viaja de la 9 para atras...
'Lo importante viene después del trabajo'
Conmovió a 2,500 ejecutivos en Expo Management con una recomendación:
apoyarse en la familia.
¿Qué conferencista logra hoy colmar un auditorio de 2,500 ejecutivos
y empresarios, muchos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora
y media sin que nadie pierda detalle del tema ?
Fernando Parrado,
uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes,
a 36 años de aquella historia que asombró al mundo,
consiguió hace algunos meses más que eso: Conmover a un foro de negocios
y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.
Fue durante la jornada de cierre de Expo Management 2008.
Su presentación,
un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes.
En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas,
los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana..
'¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?',
se preguntó.
'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones
y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.
Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"
Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo
no daban número de asiento para el avión.
A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo....
Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.
De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto
viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.
Así, los menos golpeados empezaron a ayudar,
actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate
y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.
Marcelo, nuestro capitán y líder,
asumió su rol para contenernos cuando
le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.
Decidimos aguantar.'
Pero días después el líder se desmoronó.
La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate.
'¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo...
Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura
de -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.'
se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa.
Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre.'
Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones.
En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:
«¿Qué estás pensando?»
«Lo mismo que vos.
Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.»
Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción.
Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'
Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos.
Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial.
'Hubo planificación, estrategia, desarrollo.
Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas.
Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.'
'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando,
nos debilitaba, se nos acababa la comida.
Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.
Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'
Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero'Esta no es la historia que vine a contar', avisó.
Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana,
sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja. ...
'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan?
¿Estrés? ¿Qué estrés?
Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó.
Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:
'Mira para adelante, anda tras esa chica que te gustaba, ten una vida, trabaja.
Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado,
de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar
con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.
Y cerró, determinado:
'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia y los amigos...
Mi vida cambio, pero lo mas valioso que perdi fue ese hogar que ya no existia al regresar...
No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana..'
Una interminable ovación lo despidió de pie .....
"NINGUN ÉXITO EN LA VIDA, justifica alejarse de la familia y la gente que siempre esta a tu lado.." Si TU tienes un calido hogar, piensa que al igual que Yo eres una persona con Suerte !!! Te toco de la fila 9 hacia adelante, y creeme que la mayoria viaja de la 9 para atras...
EXCELENTE SUS PALABRAS DR: ROSEN....PARA REFLEXIONAR....
Posiblemente ustedes como yo- no sepan quien es, o tal vez si,
pero lean lo que escribió y después van a querer saber quien es tan sencillamente lúcido.
El Dr. Mario A. Rosen es médico, educador, escritor, y empresario exitoso. Tiene 63 años. Socio fundador de Escuela de Vida, Columbia Training System, y Dr. Rosen & Asociados. Desde hace 15 años coordina grupos de entrenamiento en Educación Responsable para el Adulto. Ha coordinado estos cursos en Neuquén, Córdoba, Tucumán, Rosario, Santa Fe, Bahía Blanca y en Centro América. Médico residente y Becario en Investigación clínica del Consejo Nacional de Residencias Médicas (UBA). Premio Mezzadra de la Facultad de Ciencias Médicas al mejor trabajo de investigación (UBA). Concurrió a cursos de perfeccionamiento y actualización en conducta humana en EEUU y Europa. Invitado a coordinar cursos de motivación en Amway y Essen Argentina, Dealers de Movicom Bellsouth, EPSA, Alico Seguros, Nature, Laboratorios Parke Davis, Melaleuka Argentina, BASF.
La Argentina Insolente
En mi casa me enseñaron bien.
Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:
Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.
Y esta regla se cumplía en ese estricto orden. Una exigencia de mamá, que
nadie discutía... Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía
A raya con la simple amenaza: "Ya van a ver cuando llegue papá".. Porque las
mamás estaban en su casa. Porque todos los papás salían a trabajar... Porque
había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa.
No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue. El respeto por la
Autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi
mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas.
Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, un
cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme
esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas
me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un
horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque
podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas.. Y me ordenaban porque es
bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de
abismo, abandono y ausencia.
Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y
consistentes como eran "lavarse las manos antes de sentarse a la mesa"
o "escuchar cuando los mayores hablan".
Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las
mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la
casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la
Sagrada Ley Casera.
Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié "las reglas" mediante el
sano y excitante proceso de la "travesura" que me permitía acercarme al
borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. Siempre era
descubierto, denunciado y castigado apropiadamente. .
La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me
permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y
no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo
predecible..
El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el
rencor y trasquilaba a los privilegios. Por lo tanto las travesuras no eran
acumulativas.. Tampoco existía el dos por uno. A tal travesura tal castigo.
Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a
cumplir.
Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi
casa. Pero no. Me enseñaron bien, pero estaba todo mal. Lenta y
dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había
"travesuras" sin "castigo", y una enorme cantidad de "reglas" que no se
cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido (o un boludo,
si me lo permite).
El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba.
Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un
ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: "la
impunidad". ¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad. En mi
casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había
piedad.
Le explicaré: Justicia, porque "el que las hace las paga". Piedad, porque
uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba
intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto
más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que
sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de
sacar los pies del plato.
Las reglas eran claras. Los castigos eran claros. Así fue en mi casa.
Y así creí que sería en la vida. Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que
en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que
todo funcionara. En mi casa había una "Tercera Regla" no escrita y, como
todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta
fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:
Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase
responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su
lugar.
Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo
que nos arruinó. LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo-
pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e
insolente, tenga el cora je de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el
césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar
papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se
pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de
insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse un vivo, e insultar,
ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla
respetar. Así no hay remedio.
El mal de los Argentinos es la insolencia. La insolencia está compuesta de
petulancia, descaro y desvergüenza. La insolencia hace un culto de cuatro
principios:
- Pretender saberlo todo
- Tener razón hasta morir
- No escuchar
- Tú me importas, sólo si me sirves.
La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los
niños no tengan salud ni educación. La insolencia en mi país logra que los
que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que
pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden
trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que
sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que,
insolentemente, les impiden trabajar. Léalo otra vez, porque parece mentira.
Así nos vamos a quedar sin trabajo todos.
Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.
Bueno, y así están las cosas. Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi
casa serían las mismas que en la suya? Qué interesante. ¿Usted sabe que
demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas?
Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa
mayoría. Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos
tan fácilmente a los atropellos de los insolentes? Yo se lo voy a contestar.
PORQUE ES MÁS CÓMODO, y uno se acostumbra a cualquier cosa, para no tener
que hacerse responsable. Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y
comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado, o criticado. Además,
aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero
muy bien organizados. Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que
estamos dispuestos a respetar estas reglas.
Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros. No tire
papeles en la calle. Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un tacho
de basura. Si no hay un tacho de basura, llévelo con usted hasta que lo
encuentre. Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente
levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que
seamos varios para levantar un mismo papel.
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no
pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla.
Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del
peatón. Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.
Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a
desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA. Yo creo que la insolencia
colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual. Creo que la
grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada..
Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier
cosa.
Porque hay que aprender a hacerlo todos los días. Ése es el desafío.
Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el
tiempo. Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o
cargará siempre con el arrepentimiento.
¿A USTED QUÉ LE PARECE?
¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE ?
Espero no haber sido insolente. En ese caso, disculpe.
Dr. Mario Rosen
pero lean lo que escribió y después van a querer saber quien es tan sencillamente lúcido.
El Dr. Mario A. Rosen es médico, educador, escritor, y empresario exitoso. Tiene 63 años. Socio fundador de Escuela de Vida, Columbia Training System, y Dr. Rosen & Asociados. Desde hace 15 años coordina grupos de entrenamiento en Educación Responsable para el Adulto. Ha coordinado estos cursos en Neuquén, Córdoba, Tucumán, Rosario, Santa Fe, Bahía Blanca y en Centro América. Médico residente y Becario en Investigación clínica del Consejo Nacional de Residencias Médicas (UBA). Premio Mezzadra de la Facultad de Ciencias Médicas al mejor trabajo de investigación (UBA). Concurrió a cursos de perfeccionamiento y actualización en conducta humana en EEUU y Europa. Invitado a coordinar cursos de motivación en Amway y Essen Argentina, Dealers de Movicom Bellsouth, EPSA, Alico Seguros, Nature, Laboratorios Parke Davis, Melaleuka Argentina, BASF.
La Argentina Insolente
En mi casa me enseñaron bien.
Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:
Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.
Y esta regla se cumplía en ese estricto orden. Una exigencia de mamá, que
nadie discutía... Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía
A raya con la simple amenaza: "Ya van a ver cuando llegue papá".. Porque las
mamás estaban en su casa. Porque todos los papás salían a trabajar... Porque
había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa.
No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue. El respeto por la
Autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi
mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas.
Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, un
cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme
esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas
me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un
horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque
podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas.. Y me ordenaban porque es
bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de
abismo, abandono y ausencia.
Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y
consistentes como eran "lavarse las manos antes de sentarse a la mesa"
o "escuchar cuando los mayores hablan".
Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las
mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la
casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la
Sagrada Ley Casera.
Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié "las reglas" mediante el
sano y excitante proceso de la "travesura" que me permitía acercarme al
borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. Siempre era
descubierto, denunciado y castigado apropiadamente. .
La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me
permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y
no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo
predecible..
El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el
rencor y trasquilaba a los privilegios. Por lo tanto las travesuras no eran
acumulativas.. Tampoco existía el dos por uno. A tal travesura tal castigo.
Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a
cumplir.
Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi
casa. Pero no. Me enseñaron bien, pero estaba todo mal. Lenta y
dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había
"travesuras" sin "castigo", y una enorme cantidad de "reglas" que no se
cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido (o un boludo,
si me lo permite).
El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba.
Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un
ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: "la
impunidad". ¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad. En mi
casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había
piedad.
Le explicaré: Justicia, porque "el que las hace las paga". Piedad, porque
uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba
intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto
más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que
sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de
sacar los pies del plato.
Las reglas eran claras. Los castigos eran claros. Así fue en mi casa.
Y así creí que sería en la vida. Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que
en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que
todo funcionara. En mi casa había una "Tercera Regla" no escrita y, como
todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta
fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:
Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase
responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su
lugar.
Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo
que nos arruinó. LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo-
pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e
insolente, tenga el cora je de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el
césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar
papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se
pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de
insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse un vivo, e insultar,
ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla
respetar. Así no hay remedio.
El mal de los Argentinos es la insolencia. La insolencia está compuesta de
petulancia, descaro y desvergüenza. La insolencia hace un culto de cuatro
principios:
- Pretender saberlo todo
- Tener razón hasta morir
- No escuchar
- Tú me importas, sólo si me sirves.
La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los
niños no tengan salud ni educación. La insolencia en mi país logra que los
que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que
pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden
trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que
sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que,
insolentemente, les impiden trabajar. Léalo otra vez, porque parece mentira.
Así nos vamos a quedar sin trabajo todos.
Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.
Bueno, y así están las cosas. Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi
casa serían las mismas que en la suya? Qué interesante. ¿Usted sabe que
demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas?
Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa
mayoría. Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos
tan fácilmente a los atropellos de los insolentes? Yo se lo voy a contestar.
PORQUE ES MÁS CÓMODO, y uno se acostumbra a cualquier cosa, para no tener
que hacerse responsable. Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y
comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado, o criticado. Además,
aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero
muy bien organizados. Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que
estamos dispuestos a respetar estas reglas.
Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros. No tire
papeles en la calle. Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un tacho
de basura. Si no hay un tacho de basura, llévelo con usted hasta que lo
encuentre. Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente
levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que
seamos varios para levantar un mismo papel.
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no
pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla.
Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del
peatón. Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.
Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a
desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA. Yo creo que la insolencia
colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual. Creo que la
grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada..
Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier
cosa.
Porque hay que aprender a hacerlo todos los días. Ése es el desafío.
Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el
tiempo. Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o
cargará siempre con el arrepentimiento.
¿A USTED QUÉ LE PARECE?
¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE ?
Espero no haber sido insolente. En ese caso, disculpe.
Dr. Mario Rosen
Ideas para que los dejen de usar
• No pidan tanto permiso. Ustedes tienen derecho a querer lo que deseen. No necesitan la aprobación de nadie. Por ejemplo, no digan: “le molesta contestarme una pregunta?”, en cambio es más correcto “tengo una pregunta que me gustaría hacerle”.
• Miren con firmeza y confianza. Dirijan siempre la mirada a los ojos de los demás. Lo que dicen sus ojos en cuatro segundos acerca de su fortaleza y su respetabilidad, influye más que mil discursos.
• No se dejen impresionar. Las personas que acostumbran a usarlos reaccionan violentamente cuando se les acaba el juego. Deben estar preparados y recordar que lo difícil es este inicio, luego ya nunca volverá a ser igual.
• Manténganse erguidos. Recuerden que su fuerza y su acometida radican en su postura corporal.
• Eviten enojarse. Cuando abusan de ustedes, su ira tiene más que ver con su frustración que con la culpa. Si no pueden evitar la angustia, no lo demuestren. Eso fortalece a su opresor.
Los Libros
“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; abandonado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora” Proverbio Hindú.
Cuantas palabras y pensamientos esclarecedores esperan por nosotros?
Agazapados desde las páginas de algún libro, abiertos para guiar a quien los lea. Alguien los escribió para que sean nuestros maestros silenciosos, aunque digan mucho. Quien no tiene un libro preferido, uno que leyó hace tiempo y siempre relee? O quizás tengamos uno en la biblioteca que nunca leímos, de adorno, pero espera que le demos una oportunidad. Tal vez no tengamos que leer algo que no sabíamos, sino confirmar algo que intuíamos. Cuantas veces en un libro está escrito lo que nos acaba de pasar hace apenas unas horas? Cual es la enseñanza? Que lo que nos pasa a nosotros como seres humanos, es lo mismo que le pasó a un hombre hace 100, 500 o 2.500 años. Comenzamos a percibir un poco más lejos que la distancia que hay hasta la punta de nuestra nariz.
Les parece poco?
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domingo, 1 de noviembre de 2009
Amor verdadero
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí . Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
-Y si ya no sabe quién es usted,¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -”Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: -”Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es… “
Fuente: Reflexiones
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