jueves, 8 de abril de 2010

Los hijos son como los barcos

Al ver un barco en el puerto, imaginamos que está en el lugar mas seguro.
Mientras tanto, él está ahí preparándose y abastaciéndose para lanzarse a la mar, el destino para el que fue creado, saliendo al enciuentro de sus propias aventuras.
Dependiendo de lo que la naturaleza le tiene reservado,podrá desviar su ruta, trazar otros caminos o buscar otros puertos. Ciertamente volverá mas experimentado por el aprendizaje adquirido y enriquecido por las diferentes culturas que conoció. Pero seguramente habrá gente feliz en el puerto esperándolo.
Así son los hijos. Ellos tienen en sus padres un puerto seguro.
Pero por más seguridad y sentimientos de protección que puedan sentir junto a sus padres, ellos nacieron para navegar los mares de la vida, correr sus propios riesgos y vivir sus propios retos.
Con la seguridad que llevarán con ellos el ejemplo de sus padres y los conocimientos adquiridos.
Esas reservas estarán en el interior de cada uno para buscar la verdadera felicidad.
Sin embargo, no hay felicidad rápida, algo que pueda ser heredado o transmitido.
La felicidad es una conquista personal, El lugar más seguro en que el barco puede estar es el puerto. Pero él no fue hecho para permanecer ahí.
Algunos padres piensan que serán eternamente el puerto seguro de los hijos, y olvidan prepararlos para navegar y encontrar su propio lugar, donde podrán sentirse seguros, felices y convencidos de que en otro tiempo deberán ser puerto para otras personas.
NADIE PUEDE TRAZAR EL DESTINO DE SUS HIJOS.
Pero debemos asegurarnos de que ellos lleven en su equipaje valores heredados como:
Humildad.
Honestidad.
Disciplina.
Respeto.
Diligencia.
Perseverancia.
Amor al prójimo.
Coraje
Gratitud.
Generosidad.

Los hijos nacieron para convertirse en un día en ciudadanos de este mundo.
Los padres podemos desear la sonrisa de los hijos, pero no podemos sonreir por ellos.
Podemos contribuir a la felicidad de los hijos, mas no podemos ser felices por ellos.
los padres no deben manipular los pasos de los hijos, ni ellos descansar sobre las conquistas paternas.
los hijos deben continuar desde donde los padres llegaron, asi como los barcos parten del puerto para seguri sus propias conquistas.
Sin embargo, para eso necesitan saberse preparados y amados con la seguridad de que:

QUIEN AMA, EDUCA.

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