Es un lugar de encuentro para todos aquellos que quieran abrir la mente a pensamientos que trasciendan y rompan con viejos esquemas y leyes. Encontraras todo tipo de mensajes y novedades de diferentes temas que te ayudarán en tu auto estima y superacion.
miércoles, 5 de enero de 2011
La historia de la modelo que le puso cuerpo y cara a la anorexia
Isabelle Caro, actriz y modelo francesa, murió a los 28 años. Nunca logró superar los 30 kilos. Su autobiografía, editada en 2008, bate récords de venta y vuelve a instalar un tema que merece un alerta permanente.
Cada vez que salió en los medios, su aparición fue polémica, ruidosa, triste. En 2007, raquítica, desnutrida, la modelo y actriz francesa Isabelle Caro posó desnuda en una campaña publicitaria para llamar la atención sobre las consecuencias de la anorexia. Luego, circularon rumores sobre sus malestares físicos, sus problemas psicológicos, sus recurrentes fracasos y su tortuosa vida familiar. Y hace unos días se conoció la noticia de su muerte, pasado más de un mes del hecho.
Lo nuevo es que su autobiografía (La pequeña niña que no quería ser gorda), en la que ella misma narró el infierno que vivió desde los 13 años, se ha convertido en un fenómeno de ventas en Europa.
"Mi madre me amaba con locura. No me dejaba salir de casa. No estaba secuestrada. Pero cuando ella se hundió en la depresión, mi vida se convirtió en un tormento. No salí de casa hasta los quince. Era anoréxica desde los doce...", escribió, en un libro que relata una vida de mucho sufrimiento y que los psicólogos especialistas en trastornos de alimentación encuentran como una pieza valiosa para estudiar una enfermedad que, en la mayoría de los casos, habla mucho del vínculo con la madre.
Fue conocida a través de las fotografías de Oliviero Toscani, en mayo del 2007, cuando su lente la convirtió en ícono de una campaña italiana contra la anorexia. Isabelle tenía sólo 25 años y parecía una anciana. Medía 1,75 metro y pesaba poco más de 25 kilos. Desnuda, sentada, el torso inclinado, era un testimonio vivo de los estragos que puede sembrar en un cuerpo una enfermedad que la perseguía desde la pubertad.
El día de su muerte, Toscani contó: "Traté un poco a Isabelle... Hasta que descubrí algo atroz: ella misma intentaba utilizar su anorexia, para convertirse en modelo, en actriz. Pero no tenía ningún talento. Y el talento único de la anorexia terminó devorándola". Sus palabras despertaron muchísimas críticas.
La noticia de su muerte fue conocida a través de su amiga y profesora de arte dramático, Danièle Dubreuil-Prévot, que confió con varias semanas de retraso que Isabelle Caro había muerto el 17 de noviembre pasado, "tras una gira en Japón, donde había cumplido algunos compromisos profesionales".
Se supo luego que la modelo murió en un hospital parisino, donde pasó las dos últimas semanas de su vida, aquejada de insuficiencia respiratoria.
Su vida fue difícil desde la cuna. Hasta la adolescencia, vivió "secuestrada" por una madre enferma, depresiva, que deseaba "protegerla" en un modesto domicilio del que la niña no salía ni siquiera para ir a la escuela. Estuvo casi una década con anorexia sin que nadie la tratara. Cuando los médicos intervinieron, hacia los 20 años, no había mucho por hacer.
A los 20 fue hospitalizada por vez primera. Fue en vano: jamás pudo superar los 30 kilos. Cuando Oliviero Toscani la descubrió y la convirtió en la "estrella" de sus fotografías contra la anorexia, Isabelle ganó una cierta fama fugaz.
"Célebre" de la noche a la mañana, Isabelle decidió cambiar de vida: convertirse en una "estrella" de la moda, el cine, la publicidad. Y fundó una pequeña asociación de lucha contra la anorexia, una movida que sumó a su vida una nueva pesadilla.
Como modelo, Isabelle Caro no llegó nunca a conseguir ningún trabajo estable. Se sumó como alumna, en París, a una escuela de actores, pero tuvo que abandonar los cursos en varias ocasiones: estaba demasiado frágil para realizar un trabajo duro y continuado. Le costó mucho ganar dinero y avanzar con sus proyectos. Desde varios blogs escribía peticiones, reclamando ayuda para lanzar su carrera de actriz. Decía que su pasión era el teatro y la pasarela de moda y que necesitaba apoyo.
En un vídeo póstumo que circula por internet, Isabelle continuaba dando consejos a las jóvenes que querían iniciar una carrera como maniquíes: "Sed felices. Creer en la vida". Se despidió, en su cuenta de Facebook, con una frase que remata una historia triste: “Lo mejor está por venir”.
Fuente: Clarin
<<
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario