domingo, 6 de febrero de 2011

Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfia…


En ingles algo parecido seria:

You can't get something for nothing
If it sounds too good to be true, it probably is
There is no such thing as a free lunch
Beware the Greeks when they come bearing gifts (referencia al caballo de Troya)

La definición se trataría de un obsequio o ayuda que nos dan que ocultan segundas intenciones.
Este refrán nos alerta del actuar de ciertas personas que para conseguir sus fines aparentan ser generosas.

"La limosna consiste en objetos, generalmente dinero, que se entregan por amor a Dios o al prójimo, más frecuentemente en colectas religiosas. A veces se ofrece a un santo en particular y de ese hecho deviene la expresión. En la vida cotidiana se usa la frase, muy creativa por cierto, para advertir cuando una persona recibe un favor, un obsequio, una ayuda o una alabanza desmedida, pues se cree que hay algo detrás de dicha acción. La desconfianza suele radicar en tres factores muy recurrentes.

Primero, se sospecha a partir de la poca credibilidad de la que goza el sujeto que entregó la limosna. Segundo, es muy probable que quien efectuó la contribución tenga intenciones ocultas, como pedir algo a cambio. Por último, lo que se recibió, quizás no posea el valor que aparenta".

Y es así, a lo largo de mi vida me he encontrado con personas que en su momento me han sacado de un apuro haciéndome algún favor, pero me di cuenta a la larga que ese “favor” venia envuelto de segundas intenciones como la de ejercer control sobre mi persona, manipulándome de diferentes maneras, trabajándome la moral, puesto que no podía hacerles ningún reclamo porque justamente les “debía un favor”, y tenia que aguantar lo que me hicieran o dijeran.

Son personas que en lugar de tranquilizarnos por sacarnos del apuro, por el contrario nos hacen sentir peor que antes, ya que nos damos cuenta que en lugar de salvarnos, nos hicieron caer en una trampa, difícil de salir.

Muy por el contrario debo decir que también he conocido verdaderas personas buenas, solidarias, que me han ayudado desinteresadamente sin pedir nada a cambio, pasara lo que pasara, sin inventar historias, sin criticarme ni rebajarme.
Son personas de buen corazón, sencillas, honestas, comprensivas, generosas y amables, que no sacan provecho de una situación de necesidad de otra persona, muy por el contrario colaboran con su ayuda para hacer un bien real no ficticio.

Por todo esto quiero agradecer a mis dos grandes amigas (que ya no están en este mundo) que me ayudaron en mi vida en épocas muy difíciles,(tanto espiritual como materialmente), que me sostuvieron en la adversidad, me aconsejaron y apoyaron, que me hicieron sentir muy bien cuando mi espíritu flaqueaba, y me demostraron que la verdadera AMISTAD existe…les doy las GRACIAS a mis queridísimas AMIGAS Margarita y Mary, por haberlas conocido y por haber compartido con ellas muchísimos años, por suerte, de buenos y hermosos momentos que jamás voy a olvidar.


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