jueves, 5 de julio de 2012

¿Cómo puedo aprender a decir que “no”?


¿Está cansado de que la gente abuse de usted? ¿Está hastiado de que algunas personas piensen que pueden disponer de usted como si fuera un títere? Es hora de que usted aprenda a decir “NO”, y corte de una vez con los abusadores que no hacen más que estresarlo y cargarlo de responsabilidades que no te corresponden.

Muchas personas se caracterizan por ser muy serviciales. Esta es una buena cualidad, no obstante, por no decir que “no”, las personas se sobrecargan de compromisos y terminan – en la gran mayoría de los casos – con grandes problemas. Decir no, es un poco difícil. Usted debe primero tratar de entender qué es lo que lo lleva a decir siempre que SI, cuando lo que debe decir es “no”. Quizá lo haga porque la persona es muy amiga suya y usted piensa que no merece decirle que “no”. Además, solemos ser más considerados con otras personas, que con nosotros mismos.

Aprender a decir “no” es posible. Usted puede decirle que “no” a una persona sin ser grosero. Usted puede defenderse siendo muy respetuoso. Tan pronto usted comience a valorarse, a respetarse y a tener mucha fuerza de voluntad: es muy probable que usted deje de ser una víctima de las personas que lo consumen, lo absorben y se alimentan de su energía.

Consejo No. 1:

“Me encantaría ayudarte, pero… ¿sabes qué? Ahora tengo varios proyectos y, ni siquiera creo que los podré terminar”.

Esta es una buena excusa para decirle a la otra persona: “a otro perro con ese hueso”.

Mi hermano solía cargarme con sus tareas de la universidad, hasta que comencé a utilizar esta técnica, con muy buenos resultados, le decía: “¡Ay, manito! ¡Qué pena contigo! Pero…estoy hasta el tope de trabajo y para colmo, estoy quedando muy mal. Busca a otra persona que te ayude, porque hasta el mes que viene, no creo poder ayudarte. Al siguiente mes, le volvía a repetir lo mismo.

Ciertamente siempre tengo mucho trabajo y le dije la verdad, no le tuve que mentir. Le dejé claro que yo tengo mis responsabilidades y que el tenía que hacerse cargo de las suyas. Es un poco difícil decir “no” al principio. No sé como hay personas que se las ingenian para hacerte responsables incluso de sus éxitos y fracasos. ¡No te dejes! Aprende a decir “NO”.


“No me siento cómodo(a) con esto”


Esta es otra buena excusa. Tú puedes sentirte incomodo o incomoda en cualquier situación. Dios nos puso una alarmita que se enciende cuando sentimos que algo nos puede perjudicar, ¡úsala! Simplemente diles: NO me siento cómodo(a) con esto, no me gusta, por favor, entiéndeme y si me estimas, no me lo pidas.

Si la persona es en extremo inescrupulosa y te sigue hostigando con lo mismo, dile (con tu manita en el pecho): Yo tanto que te aprecio y tú no piensas en mí ni un segundo.

Si a la segunda no entra en razón, pues el mismo o ella misma te ha dado luz verde para que puedas legalmente marcharte ofendida(o).

“Lo voy a consultar con mi almohada”

Esta es otra técnica infalible. La aprendí de un compañero de trabajo que, cuando alguien iba a su cubículo a pedirle algo, él le decía: ¡Oh, que interesante! Lo voy a consultar con mi almohada”... y pasaba la semana en consulta. Si alguien le volvía a preguntar el decía: “Aún no me ha dicho nada mi almohada”.

A mi amigo le funcionaba muy bien esta técnica, pero yo prefiero decirle a la persona, ¿sabes qué? No puedo ayudarte, pero conozco alguien que lo hará: Voy a ponerte en oración, Dios te ayudará. Así Dios decide para ella o para él, lo que es mejor. Una oración es una gran ayuda, la mejor ayuda que puedes dar.

“No soy la persona mejor calificada para ayudarte”

Si usted siente que no posee las habilidades adecuadas para ayudar a una persona que le está solicitando o, mejor dicho... exigiendo ayuda, dígale: “No soy la persona más calificada para hacerlo, mejor buscamos a alguien más para que te dé una mano”.

De hecho, aunque tengas las habilidades necesarias NO tienes porque hacerlo si no quieres. Si la persona vuelve a insistir, dile: “Ya me conoces, no me gusta quedarle mal a nadie, en especial a mi mismo(a)”. Es decir, la persona debe sentir que te niegas no por él o ella, sino por ti mismo(a).

“Lo siento, tengo otro compromiso”

Siempre tenemos cosas que hacer. Seguramente la persona querrá saber qué compromisos tienes, pero…NO tienes por que decirlo. La gente tiene que aprender a respetar tus asuntos personales. “Lo siento, tengo otro compromiso”, es una manera muy cortés de decir “NO”. Ahora bien, si la persona sigue insistiendo, contéstale con formulas asertivas como: “¿Es que no puedo tener compromisos?” o… “A ti no te gusta que pregonen tus secretos, entonces… ¿por qué me preguntas?”.

“Estoy segura o seguro de que tú lo puedes hacer mucho mejor”

En ocasiones, la gente suele pedir ayuda porque dudan de sus propias habilidades. Hazle saber que tú confías en ellos, esto elevará su autoestima.

No siempre las personas se acercaran a ti para pedir ayuda, porque son abusadores o haraganes, muchos no confían en que pueden hacer algo bien. Dale ánimos para que ellos puedan salir por sí solos adelante. Si es necesario, puedes ayudar a manera de “supervisor”, tan pronto ellos vean que pueden, seguirán solitos.

Recuerda: dirigir, dar apoyo, pero nunca hacer todo el trabajo.

“Lo siento, pero tengo planes con mi familia”

La familia es muy importante. Es tu deber sacar tiempo para tus seres queridos. De hecho, a veces tenemos que ir a recoger a nuestros hijos y se nos hace tarde porque estamos haciendo un “pedido”. Si alguien quiere que hagas algo, dile: “Lo siento, pero no me va a alcanzar el tiempo y tengo planes con mi familia”. No creo que siga insistiendo.

Nunca digas: “Veremos si puedo más tarde”, a menos que sí tengas intenciones de hacerlo. Créeme, te esperaran. Si no vas a hacerlo es mejor decirle que “NO” de una vez o, puedes utilizar otra manera. Utiliza alguna de las excusas anteriores.

NO TIENE NADA DE MALO DECIR QUE NOOOOOOOO!

Atención con las indirectas. Mucha gente te pedirá que hagas cosas indirectamente, así es que lo mejor será, “que te hagas el loco” o, que te adelantes.

Por ejemplo:

Aprovechador: “Voy a necesitar alguien que me ayude a sacar estas copias,¡son muchísimas!”.

Tú: “¡Ay! Yo te ayudaría, pero no puedo… tengo tanto trabajo”.

O simplemente miras a la persona, le abres los ojos, aprietas la boca y te “haces el loco (a)”. A continuación te desapareces.

Simplemente diles que “NO”


No es malo decir “no”, siempre y cuando lo hagas de manera cortés y con altura (aunque estoy consciente de que hay gente que exaspera). Aprende a decir “no” respetuosamente. Deja las puertas abiertas, no tienes por que cerrarlas.

Esperamos que estos consejos hayan sido de tu ayuda. Si puedes aportar más consejos, déjalos en comentarios.


http://www.beliefnet.com/Espanol/Aprende-a-decir-no.aspx











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