Don Julio Humberto Grondona está muerto, pero no descansa en paz. El gobierno tampoco. Es que las escuchas que puso al aire Luis Majul en su programa confirman en forma contundente muchos de los negocios mafiosos y corruptos que hizo el fallecido presidente de la AFA con todos los gobiernos, pero especialmente con el que encabeza Cristina Fernández de Kirchner.
Uno de los audios que mas repugnancia produce es cuando el don Corleone de Avellaneda cuenta que Cristina lo adora, que le dijo que el fútbol es política y certifica lo que todos sabíamos: que se cambiaron los horarios de Boca y de River para intentar perjudicar el rating de Jorge Lanata.
Parece mentira que estos temas se hayan tratado en una reunión en la que estuvieron Carlos Zannini, el monje negro siempre está, Sergio Berni porque esa modificación perjudicaba a los hinchas y aumentaba su inseguridad y don Julio y doña Cristina.
El presidente y la presidenta. El autoritario que manejó la AFA con mano de hierro durante 35 años y la autoritaria que recién a fin de año dejará el poder. Grondona y Cristina firmaron el pacto de Fútbol para Todos el 20 de agosto del 2009.
Don Julio dijo que ese día fue el mas importante de la historia de la AFA, y se abrazó con Cristina y Aníbal Fernández, otro que bien baila.
Diego Maradona que hoy es implacable con Grondona, aquel día felicitó efusivamente a don Julio y le dió dos besos en la mejilla.
Fue la consagración del mayor concubinato entre fútbol y gobierno del que se tenga memoria. Cristina apeló a una metáfora que denigró a las víctimas de la dictadura cuando dijo eso de que ” Tenían secuestrados los goles, como habían secuestrado a 30 mil argentinos”. De inmediato, por aclamación y por unanimidad se resolvió llamar al campeonato ” Torneo Néstor Carlos Kirchner”.
Algún día la presidenta debería rendir cuentas ante la justicia por esto. Se trata de un acuerdo que le dió la posibilidad maravillosa a los aficionados de ver todos los partidos en forma gratuita pero que, a los ciudadanos, nos costó una verdadera fortuna que no se sabe a donde fue a parar. Se pueden establecer varias similitudes entre Don Julio y Doña Cristina. El manejo a su antojo de un zar o una zarina, la discrecionalidad, la persecusión a los disidentes y la cultura feudal de que a ellos no se les habla, solo se los escucha y se los acata. Uno fue inquilino de Viamonte 1366 durante 35 años y la otra de Balcarce 50 durante 12 años pero siempre se sintieron y actuaron como propietarios.
En esa transa hay de todo menos transparencia. Prometieron que se iba autofinanciar con publicidad privada y que las ganancias iban a ir para el deporte amateur. Una gigantesca mentira. Porque el Futbol para Todos se convirtió en una inmensa caja negra con cero transparencia para solventar el mas formidable aparato de propaganda del régimen cristinista.
Ahora queda claro que además, lo utilizaron para intentar que menos gente mirara el programa de Lanata. No lo lograron, pero lo intentaron. Por eso el interlocutor en esas escuchas le dice a Grondona para justificar que ella adore a don Julio que gracias a él, el gobierno le pudo tirar ese único tiro de verdad contra el grupo Clarín.
En setiembre del 2011, Marcelo Araujo en plena transmición de Boca vs Independiente dijo lo siguiente:” Nunca el fútbol argentino tuvo tanta representación en una de las multinacionales más importantes del mundo. El maneja las finanzas y dio la orden de pasarse del dólar al euro y crecieron fuertemente los depósitos. Grondona era y es el Kirchner de la FIFA”
Solo hace falta ir al archivo para leer que Gabriel Mariotto, vice gobernador de Scioli dijo después de la muerte de Grondona: “Gracias, don Julio por Fútbol para Todos”. O que el ministro de Seguridad de Scioli, Alejandro Granados lo despidió diciendo, “se fue un amigo”. Mauricio Gómez Bull, diputado de La Cámpora, como presidente de la Comisión de Deportes de diputados dijo sin que se le cayera la cara de verguenza: “se fue una figura que va a quedar en la historia y su muerte es una pérdida muy importante para el fútbol.” Pero nada tan contundente como Ernesto Cherquis Bialo, el periodista que fue vocero de Grondona durante unos años: “Murió Churchill, murió un estadista”.
Hoy las investigaciones del FBI y el trabajo incansable de Graciela Ocaña y las escuchas de Majul, prueban que el escándalo que manchó la pelota no se privó casi de ningún delito. Hay lavado de dinero, evasión impositiva, estafas millonarias, asociaciones ilícitas, coimas para árbitros o para mirar para otro lado en el tema del doping, convivencia con el crimen organizado de las barras bravas, casi una síntesis de una República en decadencia moral. El fútbol funcinó como un espejo de lo peor de este país.
Don Julio se consolidó como patrón del mal de multitudes con el genocida Jorge Rafael Videla y se murió abrazado políticamente a Cristina. El periodista Ricardo Roa encontró una metáfora que va al hueso: dijo que los cristinistas se olvidaron de bajar el cuadro de Julio Grondona. Y tiene razón. Grondona y Cristina son un ejemplo de lo que somos y de la tolerancia de esta sociedad con los militantes del “roban pero hacen”, Mas que Fútbol es una verguenza para todos. Desde el punto de vista de la ética este caso muestra un país con una grave crisis de valores. En dos palabras: un país hecho pelota.
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