miércoles, 26 de agosto de 2015

LA CARTA ABIERTA DE UNA TUCUMANA A VICTOR HUGO MORALES (EXCELENTE!! LEER HASTA EL FINAL)

Sr. Morales, ante todo quiero presentarme. Mi nombre es Constanza Gelsi, tengo 29 años, soy tucumana y argentina.

Le escribo porque necesito manifestarle el malestar que provocaron sus dichos con respecto a lo ocurrido en Tucumán el día 24 de agosto, el día del segundo Tucumanazo. Como supongo que habló desde la ignorancia, ya que no vive la realidad de mi provincia todos los días, permítame contarle como son realmente las cosas.
El domingo 23 de agosto se vivió un verdadero FRAUDE en Tucumán. No porque ganó el candidato oficialista y perdió la oposición (como a Uds les gusta recalcar). Sino porque PERDIÓ EL PUEBLO. Lo que ocurrió es un grave atentado a la democracia. Lo más sagrado que tiene el pueblo es su voz, su voto y la libertad de defender lo suyo; y eso NOS LO ROBARON. No son las 42 urnas quemadas, los cientos de telegramas falsificados, las urnas llenas antes de comenzar la elección, los bolsones, el clientelismo, etc. El fraude no es hacia la oposición. El fraude es al pueblo tucumano, y pegó duro! Por eso la gente decidió manifestar su malestar y dolor.
Escucharlo a Ud decir que la manifestación en la plaza fue orquestada por Magnetto y Clarín, y escuchar a autoridades nacionales naturalizar delitos o decir que desconocían lo que ocurría fue otra cachetada que tuvimos que aguantar los tucumanos. Otra vez, como el 10 de diciembre del 2013 cuando la Presidente baila en Plaza de Mayo durante los saqueos, NOS DEJARON SOLOS!
Permítame dejar las cosas en claro: la gente que se reunió en Plaza Independencia se convocó a través de las redes sociales de manera espontánea. No nos llevó Magnetto, no nos llevó Clarín. POR FAVOR, NO DESVIRTÚE NUESTRO RECLAMO!
Los tucumanos ayer dijimos BASTA!
Nuestro país y nuestra provincia están enfermos. Tienen en su sangre una enfermedad agresiva y destructiva; una enfermedad que duele y cala hondo. Esa maldita enfermedad se cobra la vida de la gente. Esa maldita enfermedad se llama CORRUPCIÓN.
Lo que se vivió el lunes en Tucumán es una muestra más de la intolerancia que vive el país. El gobierno y la policía reprimieron a ciudadanos que realizaban en forma pacífica su reclamo. Esa represión es resultado de la impotencia de un gobierno autoritario y feudal que ya no puede robarle y mentirle a su pueblo como lo hicieron durante 12 años.
Basta de poner excusas! Basta de buscar culpables en otro lado!
En medio de ésta absurda guerra de egos que llevan adelante el gobierno nacional y Clarín quedamos los ciudadanos. Es hora de asumir, de una vez por todas, la responsabilidad que le cabe al gobierno nacional y provincial. Es el gobierno y sus máximos referentes quiénes sembraron la semilla del odio y la intolerancia. Y Ud y tantos otros están haciendo crecer esas semillas. Permítame que les diga que los que pensamos distinto y no comulgamos con éste gobierno no somos fachos ni gorilas; que los que estamos en contra del clientelismo no estamos en contra de la inclusión social; que los que deseamos otra realidad para nuestro país no estamos en contra de lo nacional y popular. Los que pensamos distinto no somos menos argentinos!
No necesitamos que Clarín nos diga que hay inseguridad, inflación, corrupción, desnutrición, narcotráfico, etc. Para eso basta ver la realidad. Basta salir a la calle todos los días y ver como nos matan por nada, basta ir al supermercado para saber que la plata no nos alcanza para llegar a fin de mes. Basta ver a nuestros niños morir de hambre. Basta ver a nuestros hijos morir consumidos por la droga y olvidados por el Estado. Basta ver a políticos incrementar sus patrimonios sin poder justificarlo. Pero sobre todo, no necesitamos a Clarín porque tenemos voz propia. Somos ciudadanos pensantes, con sentido común y con profundo amor por esta tierra. NO NOS SUBESTIMEN!
En mi opinión personal, la grandeza de una persona radica en tener el valor de resistir el golpe más duro y en saber reconocer los errores y pedir disculpas.
Tucumán demostró al país nuevamente su grandeza, su valor para defender lo suyo y por eso ESTOY ORGULLOSA DE MI PROVINCIA.
Apelo a su grandeza para saber reconocer sus errores y pedirle a los tucumanos las disculpas que se merecen. 

ATTE.

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