La Inteligencia emocional es la capacidad del ser humano para relacionarse mediante sus emociones, para entenderlas, controlarlas y utilizarlas de un modo adecuado. Las personas con una pésima inteligencia emocional no saben expresar sus emociones y/o bien son incapaces de controlar su vida porque las emociones les manejan a su antojo.
Es decir, no tener inteligencia emocional implica no saber relacionarse con los demás y/o ser altamente reactivo que no es otra cosa que ser muy reaccionario emocionalmente ante cualquier hecho o circunstancia.
Imaginemos dos hechos, una persona que esperando en un tren comienza a ser insultada por un vagabundo y otra que le han denegado el derecho a embarque porque el acomodador era un estúpido y tiene que expresar en la estación de trenes lo que le ha pasado con indignación para que le hagan caso y actúen.
En estos casos suele ocurrir que o no se hace nada o se pierde el control de un modo que denota baja inteligencia emocional. Dejar que te mangoneen es tener poca inteligencia emocional pero reaccionar en exceso puede ser que también, aunque todo depende del caso y la situación.
Si en el momento que te molesta un desaprensivo te levantas y le das una paliza estás reaccionando con muy mala inteligencia emocional porque para empezar, esa agresión aunque el desaprensivo te molestara puede implicar la cárcel y una fuerte multa. ¿Tu vida merece tan altibajo por un triste desgraciado? Tú luego te irás a tu casa, con tu vida llena y completa, es la otra persona la triste, sin sentido que no tiene mucho por hacer, que se odia a si misma y vive rodeada de basura emocional.
¿Por alguien así te tienes que alterar? Yo creo que no, en absoluto, debes tener la suficiente inteligencia emocional para ignorar a esa persona, controlarte, no estallar y no decidir que un pringado o don nadie pueda llegar a trascender en tu futuro. Está claro que zambullirle en un mar de puñetazos y partirle una papelera en la cabeza te aliviaría ese momento, pero podría condenarte por el resto de su vida.
No es la primera vez que por un arrebato a falta de inteligencia emocional alguien sentencia su vida y le toca estar arrepintiéndose para sus restos. No tener inteligencia emocional es algo serio que puede condicionarte seriamente. Dejar que te mangoneen las empresas por falta de inteligencia emocional y no saber expresar lo que sientes no solo te perjudica a ti sino a las miles de personas que tragan y en consecuencia las empresas creen que tienen una falsa sensación de impunidad para seguir cometiendo sus fechorías.
El mostrar nuestras emociones ante los hechos es lo que hace avanzar a la humanidad, si alguien no hubiera expresado lo que sentía contra los reyes y los abusos hoy en día no viviríamos de una forma mucho más justa en comparación a hace 200 años.
Pero no se trata solo de expresar, reprimirse o no reprimirse sino de saber como hacerlo. Esto te lo explico muy bien con la anécdota de un técnico de aire acondicionado que se desplaza hacia una casa cuyo aire se ha estropeado. El técnico entra, mira el aire acondicionado, le da a un botón y pasa una factura de 500€. La persona le pregunta: “¿Por qué me cobra 500€ si solo le ha dado a un botón?” y el técnico responde: “Por qué yo sé a qué botón hay que darle, de otro modo tú te hubieras pasado 2 meses sin aire acondicionado porque no sabes a qué botón hay que darle”.
En esta anécdota entendemos dos cosas, la primera es que la gente por no querer aprender y mejorar terminan gastando el doble, no solo en dinero sino en tiempo. La segunda es que no solo importa lo que se sabe, sino lo que estás dispuesto a aprender.
¿Vas a leer estas líneas y seguir con tu vida? ¿O vas a trabajar tu inteligencia emocional? En otras palabras ¿Te vas a convertir en un técnico emocional? ¿O serás la persona que seguirá pagando altas facturas emocionales porque no quiere desarrollar su inteligencia emocional?
Inteligencia emocional: ¿Cómo desarrollarla?
Desde que el ser humano existe las personas han intentado aprender con simuladores ya sea imaginando, leyendo o actualmente con el ordenador y cualquier cosa que pueda simular la situación. Esto puede estar bien si aprendes a conducir, pilotar… Pero en cosas que implican enteramente tus emociones todo esto pierde el sentido, por lo menos tiene que haber un 50% de práctica en todo lo que quieres desarrollar, especialmente en la inteligencia emocional.
¿Cómo se aprende a conducir? Conduciendo. ¿Cómo se aprende a escribir? Escribiendo, ¿Como se aprende a leer? Leyendo, ¿Como se aprende a desarrollar la inteligencia emocional? ¿Leyendo? ¡NO! Pero la gente cree que si, se piensan que la timidez, ser asertivo, aumentar el autoestima se consigue leyendo y esto no es así.
La teoría solo es una pero muy necesaria parte del aprendizaje, sin práctica no hay aprendizaje posible, es imposible desarrollar la inteligencia emocional si no la practicas. ¿Y como practicamos la inteligencia emocional?
La típica persona que se siente muy segura en casa y reniega dirá: “¡LEYENDO!” pues no, practicando. Tienes que practicar la inteligencia emocional en todo tipo de situaciones, sobretodo en aquellas que para ti son más conflictivas.
Por ejemplo, si odias que se metan contigo y cuando lo hacen pierdes el control, tienes que enfrentarte de nuevo a esas situaciones e intentar calmarte lo más posible para no estallar, solo lograrás superar ese impedimento a base de enfrentarte a el hasta que consigas controlarlo.
Si tu inteligencia emocional es deficiente y jamás reclamas cuando el camarero se equivoca con tu pedido, si eres incapaz de expresar tus emociones en ciertos momentos, ya es hora de que comiences a expresarlos. No hace falta que te levantes a mitad de tu trabajo y digas: “compañeros de trabajo, sois todos unos HIJOS DE PUTA”, esa es una situación límite.
Primero controla tu inteligencia emocional interior y luego, coges a un compañero por banda y le adviertes de que no se meta más contigo, se lo dices seriamente, expresando lo que sientes. Si no funciona, aunque parezca de niños pequeños: “al jefe que va”. La vida es así, debemos evitar la violencia en la medida de lo posible y agotar la vida diplomática gracias a nuestra inteligencia emocional.
Si aun así fallamos no nos queda otra que irnos de ese pequeño imperio dónde simplemente el diálogo no basta. Conforme vayamos practicando nuestra inteligencia emocional iremos mejorando como personas, controlando más nuestras vidas, teniendo un círculo social más acorde a nosotros y en definitiva una vida mejor y más feliz.
¿Significa esto que desde el primer momento en el cual pongas en práctica la inteligencia emocional todo te irá siempre perfecto y mejor? Desde luego que no, practicar la inteligencia emocional y desarrollarla significa entrar en contacto con tus emociones a todos los niveles, las más íntimas, agradables y desagradables.
Pero ten clara una cosa, si no desarrollas tu inteligencia emocional no llegarás muy lejos, puedes no practicarla y asumirlo pero por favor, luego en casos de crisis no eches la culpa a los demás porque la única culpa de lo que te sucede está en ti mismo.
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