jueves, 3 de febrero de 2011

La plena conciencia


Aquí y ahora Nada garantiza la paz como una mente limpida y firmemente anclada en el presente. Preocuparse en lugar de actuar, en cambio, sòlo genera malestar y aturdimiento.

Dice Tic Nhar Hanh (en Buda viviente, Cristo viviente): “En toda tradición religiosa existe una pràctica de devociòn. Y otra de transformación. Devociòn siginifica confiar màs en nosotros mismos, y en el camino que nosotros estamos siguiendo.

Transformación supone poner en pràctica los restos que este camino nos impone. Si alguien se dice: “Quiero estudiar medicina”, esta frase ejerce una poderosa influencia en su vida, incluso mucho antes de tener que matricularse en una facultad. La persona percibe este paso como algo positivo, y quiere avanzar en este direcciòn. Ocurre lo mismo en cualquier tradición religiosa”.

Tic Nhat Hanh explica que la llave de la paz es la plena conciencia. Cuando bebemos un vaso de agua con absoluta conciencia de lo que estamos haciendo, comprendemos lo que significa la palabra iluminación: tener la visiòn clara en relaciòn a alguna cosa.

Ademàs de ser conscientes de nuestros actos, debemos ser responsable de lo que hacemos. Eso no tiene nada que ver con la preocupación.

Vamos a partir en dos la palabra preocupación: “pre” y “ocupación” . Es decir, preocuparse es ocuparse de algo antes de que ocurra. Intentar resolver problemas que aùn no han tenido tiempo de manuifestarse. Suponer que el futuro se presentarà de la peor manera posible.

Desde luego, hay excepciones. El hèroe de la historia que sigue representa una de ellas.

“Un viejo rey de la India condenò a un hombre a la horca.
Al concluir el juicio, el condenado pidiò:

-Su Majestad es un hombre sabio, y curioso respecto a todo lo que sus sùbditos son capaces de hacer. Respeta a los gurùes, a los sabios, al os encantadores de serpientes, a los faquires.
Pues bien: cuando yo era niño, mi abuelo me transmitiò cierta tècnica para hacer volar a un caballo blanco. No existe nadie màs en este reino que sepa hacer tal cosa, asi que mi vida deberìa ser respetada.

El rey ordenò que trajeran un caballo blanco.

-Necesito pasar dos años junto a este animal-dijo- el condenado.

-Tienes dos años-respondiò el rey, ya medio desconfiado- Pero si el caballo no aprende a volar, seràs ahorcado.

El hombre saliò de alli con el caballo, màs alegre que unas castañuelas. Cuando llegò a su casa, sen encontrò a toda su familia llorando.

-Pero, te has vuelto loco? – gritaban todos-. Desde cuàndo alguien sabe en esta casa còmo hacer volar a un caballo?

-No os preocupèis –les respondiò-. Para empezar, nadie ha intentado nunca enseñar a volar a un caballo, y tal vez, aprenda. En segundo lugar, el rey està muy viejo y podrìa morir en el transcurso de estos dos años. En tercer lugar, el animal tambièn puede morir, y si asì ocurriera yo conseguirìa otros dos años para entrenar a un nuevo caballo. Eso sin contar con la posibilidad de revoluciones, golpes de estado, amnistìas generales u otros sucesos. Y en todo caso, aunque todo continùe tal y como està, yo habrè ganado dos años de vida een los que puedo hacer todo lo que me apetezca. Os parece poco?”

Paulo Coelho

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1 comentario:

  1. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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