miércoles, 15 de junio de 2011

Esta noche, un eclipse total de Luna

Es el primero del año y en el país será visible en su fase final. Ocurre porque el Sol, la Tierra y la Luna forman una línea en el espacio. Así, la Luna queda dentro del cono de sombras terrestre. Es poco frecuente y desde Buenos Aires se verá desde las 17.47 hasta las 19.02. El próximo visible desde Argentina, en 2014.



Un espectáculo poco habitual.


Hoy, en Buenos Aires, la Luna saldrá completamente eclipsada, un espectáculo que se ve con muy poca frecuencia, y que hoy quizá se vea frustrado por las nubes. En realidad, asomará en el atardecer – al mismo tiempo que va poniéndose el Sol –, en el horizonte este-sudeste, como un pálido disco anaranjado, recortado contra el cielo aun celeste del atardecer.

La mitad oriental de Argentina “recibirá” la última fase del eclipse lunar.

En el centro de Asia y en la mayor parte de África, en cambio, se lo verá completo. El eclipse comenzará a las 15.22 hora de nuestro país, cuando la Luna comenzará a hundirse en la umbra , la parte central del gran cono de sombra de la Tierra.
Entonces, nuestro satélite sólo será visible en la franja geográfica que va desde China hasta África Oriental. Esa será, justamente, la región del planeta donde se verá todo el desarrollo del fenómeno.

Desde Buenos Aires y alrededores, la Luna asomará a las 17.47.

Será apenas visible: una especie de fantasma circular de tonalidad naranja contra el cielo aún claro, ya que el Sol se estará ocultando al mismo tiempo del otro lado del firmamento. Para ver esta salida de Luna tan particular, habrá que tener una visual completamente libre de obstáculos hacia el horizonte este-sudeste.

En esos momentos, nuestro satélite todavía estará en la fase de “totalidad” del eclipse, una etapa que se caracteriza no sólo por la palidez lunar, sino también por ese color tan especial, provocado por la parte más rojiza de la luz solar, que se “tuerce” hacia el interior del cono de sombra terrestre por acción de la atmósfera terrestre.

Con el correr de los minutos, la Luna irá ganando altura sobre el horizonte: a las 18 ya se ubicará a unos 2 grados de altura.

Y tres minutos más tarde, finalizará la “totalidad”. Sólo restará la fase final del eclipse, es decir, la lenta salida de nuestro satélite de la umbra, la parte central del cono de sombra terrestre.

A las 18:15, la Luna aún estará eclipsada en un 80 por ciento, y en un cielo más oscuro, en pleno crepúsculo, lo que permitirá verla mucho mejor. A las 18:30, y ya a unos 7 grados de altura sobre el horizonte, el eclipse será del 50 por ciento.

A las 18:45, sólo el 30% de la Luna estará sombreada.

El eclipse finalizará a las 19:02, con una Luna llena que volverá a brillar con toda su intensidad; sólo restará la etapa penumbral del eclipse, de escaso interés visual.

El Planetario de Buenos Aires (avenidas Figueroa Alcorta y Sarmiento) ha preparado una observación colectiva, a simple vista y con varios telescopios; será entre las 18 y las 19, y la participación es gratuita. Como el éxito del espectáculo no depende de los organizadores, en el Planetario advierten que, si está muy nublado, habrá que esperar hasta el 15 de abril de 2014, cuando ocurrirá el próximo eclipse total de Luna visible desde la Argentina.

Un enigma milenario

Los eclipses despertaron curiosidad desde tiempos inmemoriales. Los de Sol –los más espectaculares– también modifican la conducta de los animales: los pájaros se preparan para dormir, algunos mamíferos buscan refugio en sus madrigueras, los animales domésticos se ponen nerviosos; y algunas plantas cierran sus flores, como si fuera de noche.

Cuando aún no había una explicación para los eclipses, los pueblos los consideraban hechos sobrenaturales y los explicaban a través de la mitología.

Los antiguos habitantes de la Mesopotamia lograron predecir con bastante exactitud su ocurrencia, aunque no sabían por qué se producían.

En el año 450 a.C., el griego Anaxágoras descubrió que la Luna carece de luz propia y es iluminada por el Sol, por lo que los eclipses son consecuencia de interferencias entre ambos astros.

En la América precolombina, los mayas, los chibchas y los incas también desarrollaron sus propios modelos de predicción.

El de 2010 despertó mucha curiosidad



EL ANTERIOR. FUE EL 21 DE DICIEMBRE DEL AÑO PASADO. EN LA ARGENTINA SE PUDO OBSERVAR EN LA MADRUGADA.

Miles de personas disfrutaron el año pasado el anterior eclipse total. Fue el 21 de diciembre de 2010 y en la Argentina se pudo observar desde las 3.30 hasta antes de la 5, en la madrugada. Fue muy esperado en varios puntos del planeta. Lo llamaron “el fenómeno de la Luna roja”, que es la tonalidad que suele teñir a nuestro satélite terrestre cuando protagoniza este fenómeno.

En varios países se organizaron avistajes especiales, con reuniones multitudinarias, y los observatorios astronómicos abrieron sus puertas para que los más curiosos tuvieran la oportunidad de observarlo en sus más mínimos detalles. Todos los prismáticos y los telescopios apuntaron al cielo para ver a la “Luna sangrienta”. En la Argentina también hubo gran repercusión. En diferentes puntos del país también se organizaron reuniones de observación. En Tucumán, por ejemplo, el eclipse total se pudo ver desde sus célebres valles y desde otros lugares más apartados y con escasa iluminación artificial.

Los eclipses totales de Luna son poco habituales. Y desde antiguo despiertan una gran curiosidad y hasta supercherías. El próximo será el 10 de diciembre; pero el visible desde Argentina, en 2014.


Fuente: Clarin

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