lunes, 27 de junio de 2011

Lo valioso de desprenderse de las cosas inútiles


De vez en cuando es importante detenernos y descubrir que no hemos podido vencer todavía la dependencia a las cosas, pareciera que nos cuesta mucho el saber afrontar con decisión el desprendimiento, nos acostumbramos a estar siempre acompañado con el apego.

Almacenamos cosas que ni si quiera muchas veces utilizamos, y aquellas que si lo hacemos tratamos de que no se destruyan de que ojala fueran eternas, algunas veces las guardamos como libros, papeles, recuerdos, cosas que han representado algo para nosotros. Lo que es más lamentable que no tomamos conciencia de que esas cosas una vez que abandonemos nuestro cuerpo físico no nos las podemos llevar. Alguien escribía sobre esta dependencia de las cosas inútiles en un blog, que el guardar cosas inútiles parece que lleva siempre implícito algún tipo de recuerdo o sensación importante en su momento y, aunque de vez en cuando hay que hacer limpieza, determinados recuerdos se agarran y no se desprende jamás.

Tampoco pasa nada, si no dejamos que "se adueñe" un síndrome de Diógenes...
No, en serio, a veces es agradable encontrarte en un cajón, o en una caja, una servilleta de papel con aquella dirección, aquellas determinadas palabras. Una tarjeta de visita garabateada de prisa o una cinta que ató un pequeño paquete..., cosas inservibles.

Salvador Cervantes se refiere al tema, señalando aspectos interesantes, que expresan el alcance y relevancia de conservar cosos inútiles, lo hace evaluando lo externo, pero también lo interno, eso que nos cuesta desprendernos desde adentro y alcanzar el vacío. Textualmente expone: Usted tiene el habito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabe cuando) podrá precisar de ellos?

Usted tiene el habito de juntar dinero solo para no gastarlo, pues piensa que en el futuro le podrá hacer falta?

Usted tiene el habito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo...?

Y dentro suyo?... Usted tiene el habito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos, etc. ?

No haga eso. Es anti-prosperidad.

Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.
Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la prosperidad venga.

Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.
Mientras usted esta material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.

Los bienes precisan circular. Limpie los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje. De lo que usted no usa más.
Muy interesante cuando hace referencia a esa predisposición de mantener siempre activa esa actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida.

No son las cosas guardadas las que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades.

Agrega Cervantes en su análisis, que con esa postura, usted esta enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida:

1º Usted no confía en el mañana.

2º Usted cree que lo nuevo y lo mejor NO son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.

Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa... y dentro de si mismo...

Uno debe evita el apego a las cosas, el darle fortaleza a la dependencia que de no sabérsela manejar da paso al sufrimiento, al dolor cuando se pierden. Usar lo necesario, evitarse de recargar de cosas, simplemente identificarse cono lo que se usa constantemente. Hacerlo de tal forma que se disfrute, sin el temor a que ello se destruya, se pierda. Trate de evitar llenar tantos sus alforjas en este viaje terreno de cosas materiales, úselas de tal manera, que le saque provecho, que las disfruta, sin dejarse manejar pos sus trampas, por que ello le perjudica significativamente su crecimiento.

proyectosalonhogar.com nos recuerda, que el valor del desprendimiento consiste en saber utilizar correctamente nuestros bienes y recursos evitando apegarse a ellos y, si es necesario, para ponerlos al servicio de los demás.

El desprendimiento como valor se origina al reconocer que todos tenemos necesidades y en algunos casos encontramos personas con carencias. En cualquier situación debemos superar nuestro egoísmo e indiferencia para colaborar en el bienestar de los demás, no importa si es mucho o poco lo que hacemos y aportamos, lo importante es tener la conciencia de ofrecer algo, de aportar. En la generosidad que requiere el desprendimiento no cabe el ofrecer algo que nos sobra.

El valor del desprendimiento tiene que ver con varios aspectos, entre ellos: la importancia que le damos a las cosas, el uso que hacemos de ellas y la intención que tenemos para ponerlas al servicio de los demás.

En ocasiones vivimos y trabajamos sin descanso para poseer aquello que tanto nos ilusiona (autos, joyas, ropa, aparatos, etc.) y nuestra vida se mueve a ese compás, sin embargo, si no tenemos cuidado puede llegar el momento en que a pesar de la insatisfacción que nos produce llenarnos de cosas, pretendemos que éstas llenen un vacío interior.

Empiece a sorprenderse que tan apegado estas a las cosas, a guardar objetos, recuerdos innecesarios, que dan paso al sufrimiento, afectaciones no solamente físicas, sino psíquicas.

Articuloz

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