Mi Comentario Político de la Semana
Agosto trae consigo vientos, en la zona central de
De aquel dudoso 54%,
a un 26% más realista del domingo, algo pasó y la respuesta está en la soberbia,
la corrupción, el atropello y la inutilidad en el manejo de la cosa pública
nacional. A todo esto y sin mostrar signos de retroceso, arrepentimiento o por
lo menos de reflexión, Cristina salió a decir que ganaron en todo el país.
Solo en 5 distritos
menores lograron el triunfo, lo cual la aleja de tener la escribanía propia del
Congreso, y más aún de violar legalmente la Constitución para
volver a ser presidenta. Se diluye también la posibilidad de la sucesión, ya
que como una costumbre innata del peronismo y del caudillismo, la filosofía del
“ombú, que no deja crecer nada abajo” siempre está presente.
Sin un fuerte
representante alternativo de sus militantes que continúe la línea trazada, el
barco se hunde solo y como es ya una costumbre en el peronismo, las ratas huyen
poniendo los teléfonos al rojo vivo, buscando alianzas y refugios para seguir
subsistiendo. Ya lo supo decir el propio Gral. Perón exiliado en Madrid: “están
velando al muerto y se están probando sus zapatos…”, con la diferencia que el
muerto esta vez no dará la sorpresa de estar más vivo que nunca como él la dio
el ante Vandor.
El Kirchnerismo se
está terminando, quizás asome una línea más liviana a esos conceptos
trasnochados de los “jóvenes idealistas”, con un Massa que fue la estrella de
la jornada electoral, pero no hay que descartar al peronismo federal que
buscará su lugar en el poder nacional, y más alejados un Macri que va de a poco
creciendo fuera de Capital y Gran Buenos Aires y el resurgimiento de Cobos,
vivo aún para dar pelea en la resurrección y realineamiento del radicalismo, en
la medida que no se junte con el fracaso de la ex coordinadora de Alfonsín.
De hecho que si la
sucesión está en el peronismo, como seguro será así, nadie irá preso ni por los
bolsos de euros ni por el daño que hicieron, y Cristina se erigirá en la
historia como la “presidenta coraje” y no como la demente que fue.
Todo es parte de un
nefasto circo que vivimos los argentinos desde el inicio mismo de los tiempos
de este país, una etapa se está por cumplir y vendrá otra que a lo mejor nos
depara felicidades, pero a no engañarse en algún momento surgirá nuevamente un
caudillo que nos someterá a la corrupción y sus alocados caprichos hasta que el
barco vuelva a hundirse.
Tengamos en cuenta
que queda algo más de dos años para que ella se vaya y la transición será dura
porque vendrá en el mejor de los casos un festival de decretos y latigazos de
castigo para el pueblo, y en un peor escenario para nada descartable,
comenzarán actos intimidatorios como los que añoran los trasnochados montoneros
insertos hoy en el poder.
Se vienen cambios y
Eolo sopla con la fuerza que debemos capitalizar los argentinos en pos de un
país mejor, porque la K-ida
está cerca.
Raúl Verblud
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