Un pedazo del banco de hielo antártico, de 415 km², ha desaparecido debido al calentamiento climático, indicó el Centro Nacional de la Nieve y el Hielo de la Universidad de Colorado (Nsidc, por sus siglas en inglés).
Según imágenes satelitales, esta desintegración, que afecta una área mayor que la de Guayaquil –que tiene una superficie de 344 km²– comenzó el pasado 28 de febrero con el súbito desprendimiento de un iceberg de 25,5 km de largo por 2,4 km de ancho.
El glaciar que desapareció forma parte de la capa de hielo Wilkins, una amplia plataforma de hielo flotante perpetuo que se extiende unos 12.950 km² sobre el océano, pero que ahora está sostenida apenas por una estrecha franja de hielo de 5,6 km, ubicada entre dos islas, explicó el científico Ted Scambos, del Nsidc.
La capa de hielo Wilkins se había mantenido estable a lo largo del último siglo, pero comenzó a retroceder en 1990. Seis capas de hielo en la misma parte del continente ya desaparecieron, según el Servicio Británico de Mediciones Antárticas (BAS, por sus siglas en inglés).
“Bloque tras bloque de hielo está cayendo y deshaciéndose en el océano (...) Si los hielos siguen retrocediendo, este último refuerzo podría desintegrarse y probablemente perderíamos la mitad de la plataforma de esta región en los próximos años”, declaró Scambos.
En los últimos 50 años, la parte occidental de la península antártica registró el mayor aumento de la temperatura en el globo, con un incremento de 0,5ºC cada diez años.
El científico David Vaughan, del BAS, advirtió que “esta capa está pendiendo de un hilo”. Vaughan fue quien predijo en 1993 que el segmento norte de la capa de hielo Wilkins se perdería dentro de 30 años si continuaba el calentamiento global. Pero aclaró que eso está sucediendo más rápido de lo que se esperaba.
Observadores del BAS que sobrevolaron la zona señalaron que “a lo largo de la grieta principal grandes y voluminosos trozos de hielo, del tamaño de casas pequeñas, parecían que los hubieran tirado como si fueran escombros, como si fuera una explosión”.
Los efectos del cambio climático han dejado de ser fatídicos pronósticos y ya son una muy alarmante realidad de nuestros días. El espectacular aumento de lluvias torrenciales en todo el mundo, la imprevisibilidad de la meteorología -hay quien habla ya de la desaparición de las estaciones- y el deshielo de los casquetes polares son efectos de un cambio climático que se acelera extremadamente.
La extrema aceleración del deshielo polar demuestra que el cambio climático es un asunto que debe ser abordado por la Comunidad Internacional con total seriedad y con medidas inminentes.
En un aparente intento de reducir la alarma, los científicos indicaron que en Groenlandia y la Antártida no aumenta el nivel marino.
No obstante, sí podría contribuir al calentamiento global debido a que el agua, en ausencia de hielo, absorbe la radiación solar. Según los científicos, la diferencia se debe a que el Ártico es un océano rodeado de tierra en tanto que la Antártida es un continente rodeado por el océano.
Fuente: AFP-REUTERS-BBCMUNDO.COM-EL-UNIVERSAL.COM
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