sábado, 17 de octubre de 2009

El sahumerio en la historia


En la antigüedad el hombre daba por cierta la idea de que todo tenía un alma y un animus, y que el alma, tal como los espíritus divinos, al no poseer cuerpo físico, no podía alimentarse de materia. A partir de esta creencia se explicaría el objetivo de los sacrificios, donde los animales y objetos eran quemados convirtiéndose en humo, alimento de los dioses.

También valdría esta explicación para fundamentar el uso de sahumerios como favorecedores de conexiones de tipo espiritual o procesos de interiorización, esto es, de contacto con la propia alma. En cierto momento el hombre toma conciencia del valor estético y desde entonces considera que hay olores que agradan y otros que desagradan a los dioses. Por este motivo incorpora a los sacrificios madera, cortezas, especias y flores que actuaran como generadores de olores gratos.

Hace aproximadamente cinco mil años que el perfume es empleado en forma de sahumerios como un tributo a los dioses. En el Tibet los perfumes se usaban como ofrendas sagradas. Como lo hicieran los primitivos magos, se quemaba incienso en cajas para que actuara protegiendo contra ataques de espíritus malos. El empleo de aromas en magia y veneración alcanzó su grado máximo en la civilización egipcia donde se consideraba que la realidad tenía aspecto tanto físicos como espirituales y que el perfume favorecía a los fenómenos parapsíquicos.

En la Biblia hay numerosas referencias al empleo del incienso, lo cual hace pensar en la antigüedad de su uso. Esta sustancia se introdujo en la vida del ceremonial judío en el siglo VII A.C. al regreso del exilio en Egipto.
Los habitantes de las tierras orientales también honraban a sus dioses con sahumerios. Leemos en la Biblia que los sacerdotes de Baal quemaban incienso ante el dios Sol, la Luna y ante los planetas y todos los huéspedes del cielo. Era representativo de la adoración, de la confesión, era el ofrecimiento de la deidad.

El sahumerio es el elemento que podemos emplear para modificar el estado del ambiente neutralizando olores, que habitualmente no percibimos a nivel conciente, generados por las preocupaciones, las peleas, la presencia de enfermos, de vibraciones desconocidas, etc. Los mejores sahumerios son los elaborados con sustancias naturales. De ellos emana un perfume sutil, que no solamente permite la pureza de olores, sino también el arribo a un estado distinto de conciencia.
Cuando se queman sahumerios fabricados con elementos artificiales, no se consigue el perfume que dan los naturales y por lo tanto, tampoco el efecto. Recordemos que cada aroma inhalado produce una sensación en nuestro organismo. Las fragancias naturales tiene la ventaja de ser permanentes , debido a que la naturaleza reproduce siempre las plantas con idénticos perfumes. El sahumerio elaborado con sus sustancias naturales producirá siempre igual efecto, por eso las fórmulas para su elaboración se transmiten desde la antigüedad, no admitiéndose modificaciones en las mezclas.

Jorge Merino y Gabriel Suarez

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