Desempleados: cada vez con más formación
Es la visión de Tomás Olivieri, director ejecutivo de Diagonal
Un pasillo oscuro con una empinada escalera de mármol es la puerta de entrada a Diagonal, asociación civil que desde hace nueve años ayuda a personas desempleadas, mayores de 45, a reinsertarse en el mercado laboral. En este edificio antiguo del microcentro trabaja un equipo que están a cargo de organizar el Programa de Reinserción Laboral, de capacitación y gratuito, que dictan 34 profesionales voluntarios.
Una estufa eléctrica no alcanza para calentar las habitaciones, entonces se abrigan con gruesos suéteres o polar para dar batalla al frío. Ni la falta de calefacción ni la luz amarilla con la que trabajan son las mejores condiciones para hacerlo.
Sin embargo, tienen tanta energía y tantas ganas de ayudar que nada de eso parece afectarles. Los resultados del programa así lo demuestran: desde que comenzó
Diagonal han pasado 1500 personas, y el 61% de las que asistieron durante el último año hoy tiene trabajo.
El director ejecutivo de la asociación civil es Tomás Olivieri, un entusiasta licenciado en Marketing de 35 años que parecería estar moldeado para superar toda adversidad. Olivieri está en Diagonal casi desde los primeros días de la asociación, fundada en 1999. "Ha significado un crecimiento muy poderoso en lo personal, porque tuve la posibilidad de establecer un vínculo con mucha gente. Por lo general, aquí las personas sacan lo mejor de sí mismas, porque se desprenden de prejuicios, miedos y apariencias, lo que les permite ser lo que en realidad son, entonces las relaciones que nacen son más sinceras."
-¿Cómo nació Diagonal?
-Primero nació como un periódico, como una herramienta de autogestión para personas que lo vendían en la vía pública. Les permitía tener un ingreso económico para salir de la situación de calle en la que se encontraba la mayoría. El periódico funcionó hasta hace aproximadamente un año, que lo dejamos de hacer porque el perfil de gente que comenzó a acercarse cambió; están sobrecalificados para dedicarse a eso.
Además, el producto dejó de ser rentable, ya casi no se vendía en la vía pública. Las personas que lo distribuían se reubicaron en otros empleos.
-¿Cuál es el perfil de las personas que llegan a Diagonal?
-Empezamos a trabajar con una mayoría de gente de clase media, y casi el 40% tiene un título universitario o terciario. Cada vez tienen más preparación profesional, están más capacitados y cuentan con más experiencia. Por eso decimos que es una exclusión social invisible, una pobreza que con los ojos físicos no se ve, porque no es la que uno está acostumbrado a ver, que se refleja en el aspecto físico de la persona, en su salud o su ropa.
-¿A qué atribuye ese cambio de perfil?
-En los años 90 hubo gente de entre 40 y 45 años que se quedó sin trabajo a causa de las privatizaciones de esa década. Resulta que, 15 años después, todavía no lograron reinsertarse formalmente en el mercado de trabajo o lo hicieron por un período corto. Hoy tienen experiencia, ganas, compromiso, sabiduría, pero no tienen dónde volcar eso. Además, es una generación que tiene muy inculcada la cultura del trabajo y que no recurre al Estado ni a las comunas, porque creció pensando que no iba a tener esa necesidad y que iba a percibir una jubilación. Y si la tienen es mínima y no les alcanza para vivir.
-¿Qué es el Programa de Reinserción Laboral?
-Es un programa de capacitación que ofrecemos a personas de la Capital que perdieron su empleo, que subsiste gracias al trabajo de los voluntarios, las donaciones que hacen las empresas y los particulares, y a un subsidio del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La idea es extender el servicio a todo el país.
Por un lado, les damos capacitación técnica: construcción de CV, marketing personal, reconversión laboral, talleres de computación, redes de contacto. Por otro, trabajamos la parte emocional, porque la pérdida de empleo genera inseguridad y baja autoestima. Incluso, las personas llegan a paralizarse y se genera una brecha cada vez más grande entre lo que pide el mercado y lo que piensan que pueden dar. Trabajamos para que se animen a salir de la zona de confort, porque probablemente una persona mayor de 50 años se reinsertará en un trabajo distinto del que siempre hizo. Hay que aprovechar la crisis para mirar hacia adentro y animarse a reconvertirse laboralmente.
-¿Cómo son los encuentros?
-Son encuentros semanales de tres horas y son grupales. Hay un promedio de 18 personas por curso. El grupo hace de contenedor emocional y generador de oportunidades. Generalmente, una vez que termina el programa, que es de un mes y medio, el grupo se sigue sosteniendo, quizá con menos miembros. Eso los
ayuda a no vivir el desempleo en soledad. Saber que están acompañados es un apoyo anímico muy grande.
-¿Qué tipo de experiencias tienen los mayores de 45?
-Tienen una madurez emocional para manejarse en momentos de crisis que un joven no tiene, porque hay cuestiones que, simplemente, no las ha vivido. Por ejemplo, hay muchos call centers que asesoran a personas que tuvieron un accidente de tránsito. Los operadores telefónicos tienen que estar preparados para brindar contención e indicar a la persona qué tiene que hacer. Para ese tipo de trabajos se están dando
cuenta de que necesitan a alguien más maduro.
-¿Cómo llegan aquí?
-Con miedo y frustración. Están muy descreídos, sobre todo los hombres, que tienen que soportar la carga de aparentar que están bien, cuando no lo están. Una de las principales consecuencias que tiene el desempleo es lo que genera emocionalmente y cómo afecta los vínculos familiares.
-¿Qué les pide el mercado a estas personas?
-La mayoría de los perfiles de búsqueda que recibimos son de venta de servicios, teletrabajo, tareas administrativas, contables y comerciales. A veces nos piden un contador o un abogado. Está bueno, porque son trabajos que no exigen demasiados tecnicismos, sino la capacidad y el compromiso de hacerlos. Estas personas buscan un trabajo que les dé estabilidad para mantener lo que construyeron en la vida.
Generalmente tienen un sueldo de entre 2500 y 3500 pesos.
-Para los mayores de 55 tienen un nuevo programa...
-Sí, porque les cuesta más reinsertarse. Entonces, estamos desarrollando un programa de autoempleo para que puedan generarse su trabajo. Varios grupos que se formaron aquí tienen su cooperativa o microemprendimiento. Por ejemplo, formaron una productora de eventos y de televisión con ayuda del gobierno porteño.
Igualmente, esperamos que cuando las empresas tengan que achicar la estructura, no se desprendan de los viejos porque son más caros, sino que contemplen la opción de reducirles el salario. Ojalá tomen conciencia de lo provechoso que es tener empleados mayores de 45 años. Hay que crear un paradigma que revalorice
a los seres humanos por la cantidad de años vividos, la experiencia y la sabiduría.
Nota publicada en el Diario La Nación.
Por experiencia propia, gracias a Diagonal, con 59 años he conseguido trabajo, y un muy buen trabajo.
Me dieron las herramientas y la fuerza para buscar trabajo, y el resultado fue 100% positivo.
A los que les interese y quieran tener mas información pueden ingresar en
http://www.diagonal.org.ar/
No dejen de leer los testimonios de las personas que pasaron por Diagonal, y ver este video del Director de Diagonal.
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