viernes, 18 de febrero de 2011

Los maridos no se copian


Estaba mirando un programa de televisión donde se mostraba la última moda.

Cuando llegó el momento de describir las alhajas, la conductora aclaró: “Estas joyas son réplicas de las auténticas”…Buena medida para prevenir cualquier riesgo, razoné al escucharla. Sería una situación irresistible para cualquier oportunista. Simultáneamente “una marejada de humor negro” me brotó desde lo más profundo de mi cerebro y pensé: no sería conveniente, en nombre de la seguridad matrimonial, salir a pasear con “réplicas de marido” para que a nadie se le ocurra robárnoslo? Pero enseguida razoné: y para qué tomarnos tanto trabajo?...Ahora hay sueltos tantos “arrepentidos” que seguramente a la semana los devolverían! Menos mal que enseguida terció en mi “monodiàlogo” una voz de este siglo para poder apoyar mi absurda ocurrencia: “A ninguna mujer le gusta perder a un hombre, hasta cuando dejó de amarlo…”

El peligro sigue siendo igual: “El hombre regresa cuando ya no es el mismo…”

Blanca Cotta

No hay comentarios:

Publicar un comentario