lunes, 25 de marzo de 2013

Quien es Enriqueta Estela Barnes de Carlotto, abuela de Plaza de Mayo, la sinverguenza que quiso ensuciar al Papa Francisco


Uploaded with ImageShack.us



ENRIQUETA ESTELA BARNES de CARLOTTO, nacida en 1931, L .C. 3.102.995, docente jubilada, presidenta del grupo activista “Abuelas”. Compañera y amiga de Marta Bignone (hermana del Gral. Bignone) en la Junta de Calificación Docente de las escuelas Laines de la Provincia de Buenos Aires.

Según declaró en el juicio a las juntas militares (16/05/85), en 1977 se entrevistó con el Gral. Bignone (entonces Secretario Gral. del Ejército), en la casa del militar en Castelar (la misma que tiempo después fue destruida por una bomba terrorista). La mujer dijo saber entonces “perfectamente” que sus dos hijas militaban clandestinamente en las filas del terrorismo, y que “ya había asumido resignadamente tal problema”. (Lo que también declaró en esa oportunidad, pero que luego se cuidó bien de difundir es que su yerno es hermano de María Claudia Falcone, terrorista montonera idealizada en "La noche de los lápices", ejemplo claro de la mentirosa propaganda subversiva tal cual se demostró en los envíos del 23 y 30/06/04. Y todo queda en familia...).

Pese a su postura activista, existe la certeza de que no pudo ser nunca abuela: a mediados de los 70, llegó a un cumpleaños de la hermana de Bignone sumamente compungida porque "su hija casada no podía tener familia". Se refería a su hija Laura. (El hoy ex-marido de esa hija sí tuvo hijos con su nueva pareja).

A fines de 1977 denuncia la desaparición de Laura Estela Carlotto (montonera, nombre de guerra Rita), sin mencionar ningún estado de embarazo. (Esto consta en el Legajo CONADEP, caso número 2085, incorporado formalmente al expediente de la Causa judicial iniciad por el juez Bagnasco).

En agosto del 78 le fue entregado el cadáver de esa hija. Según sus dichos, la entrega del cuerpo fue “algo inusual: lo entregaron el mismo día de su muerte”. En declaraciones muy posteriores a la CONADEP comenta una "información anónima" recibida en Abril de 1978, según la cual su hija estaba embarazada. Para demostrar la existencia de un nieto, suele decir: "Yo vi a Laura. Vi los huesitos de Laura. Por los huesitos de la pelvis, supe que había sido mamá". Ahora, si el cadáver de su hija le fue entregado "el mismo día de su muerte”, sólo vio los restos óseos después, al realizar una autopsia... que se hizo pasado muchísimo tiempo, autorizada por el juez Ortel y dirigida por el científico norteamericano Clyde Snow y la colaboración de estudiantes argentinos de arqueología. Sin embargo, esa autopsia no pudo demostrar la maternidad de la terrorista muerta.

Esta mujer parece adepta a hacer comentarios con una peculiar imaginación, sin asidero y/o prueba alguna. A David Blaustein -director de la película propagandística Botín de Guerra-, le dijo “los apropiadores del Ejército elegían a los varones y los policías a las nenas. Los milicos querían la continuidad de la raza, los policías a las nenas...”) (Diario Río Negro, 11/6/2000).

La realidad, que consta en la causa originalmente ante el juez Bagnasco, es que en el caso Carlotto no hay testimonios ni evidencias sobre embarazo, parto y sustracción de menor, no hay cuerpo del delito y no se aplica inversión de la prueba.

Dos testigos sólo afirman haber visto a la mujer luego de un presunto parto que no les consta.

Hubo testimonio ante la CONADEP de un tal Vaello en 1984, preso en la cárcel y presunto ex CNU, quien dijo que el bebé fue entregado a un médico del cual indica nombre, datos y domicilio. Esto fue dicho en 1984 al juez que investiga este caso en forma puntual; se supone que en todos los años transcurridos ya debería haber aclarado esta denuncia, pero no hay ninguna diligencia al respecto en el expediente Bagnasco. El tal Vaello no ha declarado judicialmente, algo que sería inaceptable si lo que dijo fuera cierto.

No hay ninguna declaración del tal Vaello ante la causa, ni constancias de lo actuado por el juez del caso puntual. Pese a haber sido entregado el cadáver de la terrorista muerta a su madre, no hay en la causa examen forense con constancias de embarazo anterior, algo elemental de hacer; justamente, en otro caso de esta investigación del juez Bagnasco, se intentó probar un nacimiento por el dictamen forense que informaba de un embarazo y parto antes de morir. Parecería que estos exámenes se practican cuando convienen a la querella y se desechan en caso contrario.

Hubo testimonios ante la CONADEP de Alcira Ríos y su marido, desde México, afirmando que supieron de un parto en prisión anterior a su llegada, "por comentarios" hechos a ellos de la presuntamente detenida Laura Carlotto. Esto lo repiten ante el juez Bagnasco en la causa. Es de destacar que esta "imparcial testigo" Alcira Ríos, ex terrorista detenida liberada, es mujer de múltiples actividades, activista de DDHH, abogada de las Abuelas, funcionaria de la Subsecretaría de DDHH (Comisión por la Identidad ), pedía trámites al juez y los contestaba ella misma desde la subsecretaría), es la misma que le mandaba fotografías de mujeres presuntas embarazadas a Scilingo cuando estaba preso por delitos comunes en 1996 (affaire Don Torcuato), quien dijo recordar a dos de ellas, luego de haberlas cruzado una vez en un pasillo 20 años antes. En síntesis, Alcira Ríos y su marido no son testigos del presunto embarazo y parto, sólo afirman haber visto a la mujer luego de un presunto parto que no les consta. Y sólo dicen repetir palabras no verificadas de una persona confirmadamente muerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario