miércoles, 29 de julio de 2009

La autoestima


Antes que nada, tendríamos que definir qué significa el vocablo AUTOESTIMA. El mismo se forma de dos palabras: auto y estima.
¿Qué significa cada una?
Auto: Prefijo del griego "autos": uno mismo, por si mismo, mismo etc.
Estima: Consideración, aprecio.

Así estaríamos viendo que autoestima es el aprecio hacia uno mismo.
Ahora, cómo empezamos a tenernos aprecio?
La respuesta está en EL PERDON. Tenemos que perdonarnos, reconciliarnos con nosotros mismos, perdonar nuestros errores y culpas.
Comprender que si podemos perdonarle todo a todos, por qué con nosotros somos tan exigentes?.
Debemos empezar a aceptar que nacemos con libre albedrío; si no nos gusta nuestra forma de ser podemos cambiar.
Creer y aceptar que somos capaces de decidir como ha de ser nuestra propia vida, es un paso fundamental para recuperar nuestra autoestima y realizar nuestros sueños.
Debemos desterrar de nuestra cabeza, los "pero yo soy así", "yo no sirvo para esto", yo no puedo", etc. Son ideas que tienen que ver con nuestros patrones mentales, lo único que hacen es mantener una serie de creencias que no son positivas para nosotros.
Siempre hay tiempo para cambiar. Quienes generamos las condiciones de cambio somos nosotros, y el tiempo es nuestro.
Por qué decretar que "no tenemos", "no podemos", "es difícil", o que "no servimos"? Así como incorporamos dentro de nuestro cerebro pautas, o patrones mentales negativos, podemos incorporar pautas positivas.
Cómo se formó en nosotros la idea de nuestra desvalorización? De tanto escuchar que éramos "así", y de tanto escuchar "verdaderas ofensas" que han ido distorsionando la imagen que poseemos de nosotros.
Imaginemos solamente que tenemos 6 años. Empezamos el colegio, y por sacarnos una nota regular, nuestro padre, que es casi tres veces más alto que nosotros y más ancho, nos grita que somos un desastre, que somos unas bestias que hacemos todo mal.
Qué imagen quedó grabada en nosotros? La de ser unas bestias, por supuesto sin serlo, pero como la imagen de quien lo dice es muy fuerte, uno empieza a aceptarlo. Así es como se va formando un patrón mental de baja estima en nosotros.
Es posible cambiar TODO, solo basta con quererlo.
Obviamente hay cosas que no se pueden cambiar de hoy para mañana, pero basta ir dando un paso cada día.
Nuestra baja autoestima, podemos compararla con un incendio forestal, que para recuperar las especies perdidas se tarda un tiempo, dado que primero hay que alimentar la tierra, recuperarla, y después empezar a plantar los árboles nuevamente.
Por lo tanto, lo que tenemos que hacer, es empezar a alimentar nuestra alma, a recuperar la serenidad y perdonarnos, y poco a poco vamos a ir viendo como crece dentro nuestro la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
¿Cómo alimentamos el alma?
Haciendo cursos que nos acerquen a ella, leyendo, haciendo cosas que nos hagan bien espiritualmente.
¿Cómo podemos recuperar la serenidad?
Un ejercicio muy fácil es por medio de la respiración. He leído bastante con respecto a este tema. Muchos libros aconsejan hacer respiración del 7 por 7, pero a mi, en lo personal, al principio por la gran ansiedad que me movía, me era imposible realizarlo. Entonces, empecé haciendo un ejercicio de respiración de 4 por 4.
¿Cómo se hace? Inspiro aire contando hasta cuatro, retengo contando hasta cuatro y expiro contando hasta cuatro.
Este ejercicio lo hago cada vez que tengo cualquier problema, antes de perder mi serenidad.
El secreto de la respiración está en que al respirar conscientemente estamos mandando más aire al cerebro, por lo tanto, mandamos más sangre y esto hace que tengamos mejores ideas, y mayor calma.
Antes mencionamos el perdón, que significa la acción de remitir la deuda, agravio o delito u otra cosa que toque a quien remite. Remitir significa ceder o perder intensidad una cosa, dejar.
Ahí esta el secreto del perdón, DEJAR: de culparnos y de quejarnos por lo que no fue o no pudo ser, etc.
Debemos tomar conciencia que mi pasado YA PASO, sin preocuparme de lo que no viví, consciente que de hoy en adelante, puedo vivir mejor. Con un presente y un futuro estupendos y llenos de vida y con posibilidad de vivirlos. QUIERO VIVIRLOS!.
El rencor es como una gran mochila que llevamos sobre nuestras espaldas, que no nos permite avanzar por su peso. Por lo tanto, saquemos esa mochila y empecemos a caminar libremente.
Cuando comencemos a querernos más, los demás también comenzarán a querernos; cuando comenzemos a cambiar la imagen que tenemos de nosotros, los demás comenzarán a vernos con otros ojos.
Todo depende de nosotros!!! Exitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario