Libertad es el poder o la capacidad de decidir de cada persona, el derecho a disponer y participar en lo que hace a su bienestar y al de su comunidad.
Dos libertades resultan fundamentales para el desarrollo humano y se encuentran estrechamente vinculadas entre sí; la salud y la educaciòn.
¿Puede ser libre una persona que no tiene salud, que no tuvo educación, que le faltó prevención o un adecuado diagnóstico y tratamiento?
Amparados en la crisis económica, se suelen dejar de lado estas libertades en busca de otras mejoras, y así se olvida que ambas
-salud y educación- dependen de dos factores.
1) La organización social donde vivimos. Es decir, las políticas sanitarias llevadas a cabo por el orden gubernamental.
2) Lo que la persona es capaz de hacer por sí misma, por su bienestar. Respecto del primer punto, mas allá de la pobreza, la falta de oportunidades y la carencia económica, una asistencia siocial adecuada forma parte de un derecho inherente al hombre que debe ser exigido. ¿De qué modo? Teniendo en cuenta a la hora de votar, no solo las propuestas políticas y económicas sino además cuales son las de salud y educación de los canditatos, por ejemplo.
Por otra parte, contando con la información necesaria para aumentar nuestra capacidad de decidir mejor y poder defender el derecho a una mejor calidad de vida.
Pensar que para tener la atención básica de salud y un mejor nivel educativo hace falta vivir en un país rico, es una equivocación. Hay paises pobres que tienen una buena calidad de vida debido a que no sólo se trata de dinero, sino además de como se lo usa y cuales son las prioridades.
En relación con lo que cada uno es capaz de hacer por sí mismo, vuelve a ser la información una herramiento insustituible: una forma de acercar conocimiento para fortalecer la responsabilidad individual en lo que respecta a salud y educación.
Es por esto que en VIVIR MEJOR nos proponemos acercarle la información necesaria para un camino hacia estas libertades, como una forma de generar autocuidado responsable para responder a aquella partes de las mejoras que dependen exclusivamente de cada uno de nosotros; y además promover el saber para ser capaces de exigir a quienes nos gobiernan un mayor cuidado y atención de lo que hace a nuestra calidad de vida.
Entonces...
Cuidarse uno mismo, en primer lugar, mas allá de los vaivenes económicos, y defender nuestras libertades, sabiendo que la salud y la educaciòn son derechos que no pueden -ni deben- ser segunda prioridad, sino la primera.-
ALBERTO CORMILLOT.-
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