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jueves, 5 de mayo de 2011
El Poder del Exito económico
Hechos 3:7-8
«Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y lostobillos del hombre cobraron fuerza. De un salto se puso en pie y comenzó acaminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando yalabando a Dios.»
Hoy vamos a orar por prosperidad.
Quiero que pienses cuánto de finanzas le vamos a pedir hoy al Señor, y cuando tengas el valor exacto -que sea grande el valor, no 'cien mil millones'; que sea exacto, que tengas el importe, que tengas para vos y para bendecir a los tuyos- te voy a enseñar algunos principios y te voy a soltar algo que me bajó recién impresionante.
"Esta mañana Dios me dará bendición económica y éxito en todo lo que haga; al salir de aquí seré prosperado y podré bendecir a los míos, y en donde vaya... ¡amén y amén!
Cuando el diablo te perdió, lloró por vos; dijo: "perdí un profesional que me servía..." Pero Dios festejó ...¡me encanta que el diablo llore!
Voy a enseñar algunos principios sobre éxito financiero, el poder del éxito financiero.
El poder Dios te lo da para bendecir. Tal vez vos digas: "pero yo no necesito más finanzas..." pero Dios te quiere dar para que puedas bendecir a los demás.
Algunas enseñanzas de gente que ha prosperado económica financieramente:
1) Mis pasiones diseñan mi vida
Yo voy detrás de lo que me apasiona. Vos tenés que seguir tus pasiones, lo que te apasiona, lo que te entusiasma, lo que te gusta. Vos tenés que saber las dos preguntas más importantes: ¿quién soy? y ¿qué es lo que hago? Tus pasiones diseñan tu vida; vos tenés que escribir una vida apasionada y correr detrás de lo que te entusiasma. Yo anoté varias cosas: conocer al Señor, formar líderes, escribir, estudiar, leer, abrir iglesias, impactar la ciudad, conquistar, disfrutar de mi familia, estar en la iglesia, Alejandra, mis amigos. Vos tenés que hacer una lista de tus pasiones, sin pensar si las vas a poder alcanzar o no; porque tus pasiones te fueron dadas por Dios para que corras detrás de ellas.
A los que venimos de muchos años de iglesia nos enseñaron que las pasiones eran malas; que uno quería una cosa pero había que ver si Dios quería lo mismo. Y en general, siempre Dios quería algo que nosotros no queríamos; entonces vos decías: "yo quiero ser músico" y Dios te decía: "no; yo quiero que vayas a Mozambique en medio de los caníbales." Las pasiones fueron dadas por Dios. Barclay dijo: "hay dos días extraordinarios en la vida del hombre cuando: nacemos y cuando descubrimos por qué". La gente que no tiene pasiones vive una vida mediocre. Pasiones, entusiasmo. ¿Saben por qué la gente exitosa descansa poco? Porque está detrás de sus pasiones; cuando vos vivís tus pasiones, vos dormís poco porque no podés dormir, estás a la noche pensando en lo que te gusta; 'dejaste de trabajar', no tenés más horario, porque estás haciendo lo que amás. Y Dios va a conectar el mundo, la gente y las circunstancias para que vos vivas corriendo detrás de tus pasiones.
Todas tus pasiones que están en tu corazón Dios las va a alinear, porque la gente exitosa es gente que corre detrás de sus pasiones. La gente feliz está alineada con sus pasiones, la gente que brilla está alineada con sus pasiones. Si vivo mis pasiones, viviré apasionado. Cuando vos hablás con un músico, son todos raros; porque son apisonados. Vos podés verlo a Darío, va al baño con la guitarra, y Viví va con el teclado; porque la gente apasionada está pegada a sus pasiones. Dios puso dentro tuyo el ADN de marchar, y tus pasiones activan ese ADN. Cuando una persona corre detrás de sus pasiones se le activa una fuerza, una orden de avanzar y de no detenerse jamás. Entonces vos tenés que escribir por lo menos quince pasiones: qué es lo que te apasiona, lo que te entusiasma. ¿A cuántos les apasiona viajar, o la familia, o prosperar, divertirse, no hacer nada, servir a Dios, ganar la ciudad para Cristo...? Tus pasiones.
Cuando uno hace su pasión, todos ganan. La mejor herencia que le podés dejar a tu familia es que vos seas una persona apasionada, para que tus hijos vean que vos no viviste una vida sacrificada, sino una vida de pasión. La gente exitosa económicamente corre detrás de sus pasiones.
2) La gente exitosa está asociada a la excelencia
La gente te tiene que ver, y asociar tu nombre -Carlos, Juan, Claudia- a la excelencia. Carlos tiene que ser excelente; Juan es excelente; tenés que estar asociado a la excelencia; porque Dios no te hizo para la mediocridad (mediocre = medio-ocre, a mitad de camino); Dios te hizo para la cima, la excelencia.
Excelencia tiene tres brazos: limpieza, orden y puntualidad.
Para ser excelente hay que estar limpio; si vos salís de acá y tirás los pañales en la calle, Dios nunca te va a prosperar, porque sos un mugriento; si vos abrís un alfajor y tirás el papel en la calle vos no sos excelente. Vos tenés que ser excelente: tenés que estar afeitado, tenés que lavarte el pelo grasoso, tenés que sacarte los bigotes. Querida mujer: lavarse los dientes, cepillarse los zapatos; te estoy hablando en serio. Limpieza te hace excelente; ¿vos te crees que Jesús andaba sucio? Un día Jesús entra con los discípulos y le dicen: "venga que le lavo los pies" y después les dijo: "hay que servir" ¡pero se los lavó! Porque sino no podía hacer la ministración. Yo estuve en un país donde hice un llamado para orarle a la gente y no les podía orar del olor feo que tenían, un olor nauseabundo...
Si agarrás un alfiler de gancho para atarte la pollera, no tenés mentalidad de excelencia. Limpieza; tu imagen exterior tiene que reflejar quién sos: somos hijos del Rey; no somos basura. Tenés que buscar tu mejor ropa -dentro de lo que puedas-; estar limpio, siempre bañado, afeitado; porque no sabés cuándo Dios te va a contactar con 'faraón'. Tu imagen exterior tiene que reflejar quién sos: somos hijos del Rey; Papá es el dueño de los cielos de la tierra y de debajo de la tierra, y nosotros somos su pueblo.
Orden: si vos ves un cartelito que dice 'no estacionar' y estacionás, no sos candidato a la excelencia hermano, porque el hombre que tiene un garaje... me da vergüenza hablar de estas cosas, pero nos tienen que bendecir. Si tenés un jefe y te dice: "ponga el cable así" vos tenés que ponerlo como te dice él; si tu jefe te manda, ¡para eso te paga: para que obedezcas órdenes y resuelvas problemas! "No, yo soy libre en el Señor" ...¡pero el que te paga es tu jefe! Obedecer la indicación, ser ordenado. Hoy tenés que ir y ordenar tu habitación; todos esos 'boletos capicúas' que tenés guardados, las chapitas de 'Crush' que tenés... ¡tirá todo! Ser ordenado, respetar la orden. Te dicen: "por ahí no se puede entrar" ...no se entra ¡y punto! Porque tu nombre tiene que estar asociado a la excelencia.
Puntualidad: quiere decir... "¿a las tres? A las tres. ¿Cinco? Cinco... no a las cinco y media. Yo lo aprendí en Estados Unidos, cuando un pastor americano me citó a desayunar a las cinco de la mañana, yo bajé de la habitación a las cinco y media, y cuando bajé, él muy enojado me dice: "quedamos a las cinco...", "sí, pero en Argentina a las cinco son las cinco y media..." y él me miró y me dijo: "pero acá estamos en Estados Unidos, y las cinco son las cinco"; y yo dije: "discúlpeme, tiene razón; perdóneme, no va a volver a suceder" ...y no volvió a suceder más. Al otro día me volví a encontrar a las cinco de la mañana; ¡no dormí para bajar a horario hermanos!, pero llegué a horario; porque aprendí la lección.
Limpieza, orden y puntualidad para prosperar.
3) La gente exitosa financieramente está encima de sus proyectos.
Hoy tenemos que sacarnos el tonto mito de que el mundo es justo y la gente maravillosa... no, el mundo no es justo ni la gente es maravillosa; a la gente no le importa nada lo que te pasa, y el mundo no es justo. "Ay, porque a mí; no porque yo..." Tenés que estarle encima a las cosas, porque la gente no va a estar encima de tus cosas. Vos reservás habitación, al otro días tenes que llamar y confirmar. "Yo alquilé el hotel, pero, ¿está todo ok?, ¿están las sillas?, ¿está el sonido?" Porque la gente te dice: "sí, sí, sí" y después no cumplen. Mucha gente se ha perdido la bendición porque tienen el mito de que los demás me van a ayudar. Cuando vos vas a hacer un trámite o a alquilar algo tenés que estar permanentemente encima: "mire, yo alquilé el salón; quiero saber si está todo ok; discúlpeme, ¿quién va a poner las sillas? ¿Pepito? Páseme el teléfono por favor... Pepito: ¿van a estar las sillas?", "¡ay, me olvidé!...", "bueno, no te olvides y poné las sillas." Estar encima de nuestras cosas.
"Yo tengo derecho a decir lo que siento...", eso es una mente tonta, porque uno no tiene que decir lo que siente, uno tiene que decir lo que sirve. Si no sirve, ¿para qué lo vas a decir? Voy a estar encima de mis cosas, voy a cuidar mis cosas. ¿Cuántos son jefes de su propio negocio? Tenés que estar encima de tu gente, de tus cosas, de tus proveedores; nadie lo va a cuidar por vos; vos tenés que ser tu propio jefe.
4) La gente exitosa no se la cree jamás.
La forma más rápida de que te rechacen es siendo orgulloso. Nadie soporta a la gente fanfarrona, orgullosa y pedante; y cuanto más éxito vos tenés, peor. ¿Sabés lo que mira siempre la gente? Si te la crees; y si vos te la crees, vos estás fuera de ser promocionado para cosas grandes. Porque cuando vos tenés cinco pesos y te la crees, Dios no puede darte quinientos, porque tu visión es chiquita. Vos decís: "soy Maradona" porque lograste cinco... de hecho, siempre que oigo: "esta iglesia es grande, o es chica" digo que depende con quién la comparás. Porque si yo la comparo con la de Joel Osteen, es un saloncito al lado de este ministerio. Si yo me nivelo para abajo, me la puedo creer; pero yo me tengo que nivelar para arriba, y nunca creérmela.
Humildad es ganas de aprender. Nunca te auto-elogies; hay personas que hablan y dicen: "yo y yo." Salomón dice: "no te alabes, deja que te alaben los demás." Si vos querés que te alaben los demás, no te piropees vos, porque cuando te auto-elogiás, los demás no te van a elogiar, eso dice Salomón. Cuando vos dejás de decir: "y... yo creo, yo digo, y quiero cantar una canción, a mí me bendice, porque yo creo que a mí...".
No creérsela nunca.
5) La gente exitosa busca continuamente conocer gente.
El fracasado dice: "no quiero conocer a los que no conozco"; el exitoso dice: "quiero conocer a los que no conozco." La otra vez fui a una reunión de emprendedores en Palermo, y cuando terminé de dar la charla me agarraron doscientos, me tarjetearon todos: "yo hago tortas, yo lo otro." Y me fui y dije: "esta gente está bien entrenada"; me llevé como quinientas tarjetas, pero porque la gente estaba ahí para conectar.
La gente exitosa aprovecha el subte, todo, para conocer gente; porque vos no sabés dónde Dios encapsuló tu bendición. Si vos estás encerrado del trabajo a tu casa, y de tu casa al trabajo, entonces nunca vas a abrir las posibilidades; porque las bendiciones están puestas en gente. Si José no hubiese conocido al preso que le interpretó el sueño, el preso no lo hubiese conectado con el faraón. Decí: "voy a conocer mucha gente y en esa gente Dios me va a bendecir."
6) La gente exitosa es honesta, no transparente.
No hay que ser transparente; hay que ser honesto. Voy a explicar la diferencia: transparente es decir todo lo que pensás; si vos decís todo lo que pensás de todo el mundo, vas preso. Vos tenés que ser honesto, eso es: decir la verdad cuando sirva. Porque si vos sos transparente, decís todo lo que pensás: "mirá el grano feo que te salió en la nariz, o la panza que tenés." Hay personas que dicen: "hay que contarle a todo el mundo todo" ...Jesús no decía todo lo que él pensaba; decía: "no les cuento todas las cosas, porque si no creen ésta, tampoco van a creer las otras." No quiere decir mentir y engañar; quiere decir que cuando uno es honesto, va a decir algo que sirva para bendecir a alguien. Gente exitosa es honesta.
Tenemos a Pedro y a Juan. Son las tres de la tarde; van al templo y hay un paralítico tirado ahí, que les dice: "quiero prosperar", les pide prosperidad: "denme una limosna." El problema del paralítico es que les pidió dos pesos, pero quería prosperar; lo único que le importaba al paralítico era prosperar. Pedro y Juan le dijeron: "te vamos a ayudar a prosperar, pero no te vamos a dar plata y oro; te vamos a poner de pie", porque Dios te va a poner de pie otra vez y vas a prosperar; y no va a ser con limosna, sino con abundancia. Hoy no le vamos a pedir limosna a Dios, sino cosas grandes. Y Dios va a sanar áreas de nuestra vida para que podamos alcanzar mucho más de lo que le hemos pedido... ¡¿Habrá alguien hoy que quiere prosperar?!
Primero: dice que lo tomó de la mano y lo levantó. Decí: "seré levantado." Dice la Biblia que levantaremos la bandera de victoria; Dios levantará nuestra voz y levantará nuestros ojos, y nuestra cabeza, porque el justo se cae, pero vuelve a levantarse. Yo no sé qué es lo que te ha postrado en tierra, pero hoy está la mano de Dios para levantarte otra vez y ponerte en el camino de tus pasiones. Hoy es el primer día de una etapa de victoria, de éxito arrollador sobre tu vida.
¿Qué quiere decir ser levantado? Doble bendición. Mateo 25: "Dios le dio cinco monedas a uno, y al que ganó cinco monedas Dios le dijo: 'bien, buen siervo y fiel; tomá más monedas y sé bendecido", le dio prosperidad; al que tenía, se le dio prosperidad. Pero en Lucas 19 cuenta otra parábola, y dice que se le dio monedas también y al que fue fiel no se le dio más monedas, sino ciudades. Y el Señor me dijo que Dios nos va a dar monedas, bendición interna, éxito privado y ciudades. Bendición externa, bendición grupal: Dios te va a dar bendición para vos y te va a dar autoridad para que tu bendición recorra todo tu barrio. Dios te va a dar finanzas para tu familia y te va a dar finanzas para bendecir tu ciudad, y para expandirte y que todos se enteren que Dios está contigo. ¡Recibo la doble bendición!
Éxito personal y éxito grupal: éxito personal para vos (monedas); éxito grupal, se van a enterar todos. Dios te va a sacar del anonimato y te va a poner en el lugar donde te puso, como una antorcha. Porque tinieblas cubrirán la tierra, más sobre ti será vista la luz del Señor. Quiero decirte que la gente va a mirarte, pero no te va a mirar para lastimarte sino para ser alumbrados por la fe que Dios ha activado de dentro tuyo. Vas a caminar, iglesia: en este año vamos a pisar todo los barrios de Buenos Aires y vamos a pisar toda la Argentina; porque al que es fiel en lo privado, Dios lo pone en el éxito grupal.
"Doble éxito personal y grupal, y doble bendición."
¿Cuántos conocen a alguien que nació en cuna de oro? ¿Cuántos conocen a alguien que heredó un negocio, una fábrica? ¿Cuántos conocen gente que nacieron en campana de cristal? Eso es bendición heredada: el pibe no hizo nada, le cayó del cielo, nació con una estrella, le vino de todo; porque ese nene tiene hábitos, actitudes que heredó; se crió en una casa con papá, con mamá, con finanzas, con paz, con unidad, con hábitos sanos, con madurez. ¿Qué hizo ese nene? Heredó la bendición. Pero miren lo que me dijo el Señor; porque yo le dije: "hay gente que la hereda la bendición", y el Señor me dijo: "sí, pero hay otro nivel más grande, que es el que aprende la bendición, es el que no tuvo papá ni mamá, que no tuvo finanzas, y tuvo que aprender las actitudes de éxito." Salomón creció sabiendo todo lo que David le transmitió, pero él nunca tuvo nada: lo tuvo que aprender. Y Dios me dijo que muchos de nosotros vamos a aprender las bendiciones, para transmitirlas y que otros las hereden. A otros les va a ser más fácil, pero a nosotros nos toca la alegría de que no lo aprendimos de entrada. Tal vez vos no tuviste una casa feliz, no tuviste un hogar estable; pero Dios te lo va a hacer aprender para que vos se lo puedas transmitir a los tuyos. ¿Habrá alguien que está entendiendo eso?
¿Cuántos se convirtieron en este ministerio? Ustedes nacieron con la unción; vos ya sabés, escuchaste las lenguas, la adoración, la alabanza, naciste en cuna de oro. Pero nosotros venimos de la piedrita, del legalismo, venimos de los palazos; tuvimos que aprender a hablar en lenguas, tuvimos que aprender lo que es la libertad en el Señor. Pero tenemos la alegría que el que aprende es el que tiene autoridad para transmitir, para que otro herede y nazca en cuna de oro; y así las bendiciones generacionales sean por mil generaciones. "¡Seré levantado con doble bendición!"
Segundo: Dice que cuando lo levantó se le afirmaron los pies. Seguridad emocional, seré afirmado. Cuando algo te sale mal ¿decís: "¡qué tonto!" ...o "¡hay gloria en mí!"? Decí: "hay gloria en mí." Cuando algo te sale bien, ¿qué decís?: "podría haberlo hecho mejor" o "hay gloria en mí"? Cuando salís de una reunión, ¿decís: "hablé mucho..." o decís: "hay gloria en mí"? Cuando te felicitan ¿decís: "a cuántos se lo dirás" o decís "sí, hay gloria en mí?
Dios te va a afirmar, te va a dar la seguridad. La persona segura habla fe, positivo. Ser positivo es hablar bien del presente, y ser optimista es hablar bien del futuro; pero tener fe es hablar bien del pasado, del presente y del futuro. Porque el pasado fue perdonado, en el presente estamos con Cristo, ¡y lo que viene será mejor todavía! Dios te va a hacer una persona habladora de fe. Cuando vos hablás fe, vos sos atractivo. ¿Qué decía Nequi Galotti cuando escuchó a Alejandra? ¡Profetizó! Dijo: "ay... las mujeres que se reúnen en los estadios, ay no..." y todos le dijimos: "¡si!; y cuando estén en los estadios las mujeres nos vamos a agarrar las manos... "¡amén!", decía la gente, "¡gloria a Dios!" Y decía: "tengo que ir al auditorio" porque la fe te hace atractivo; cuando vos vas a un lugar, ¿qué hablás?, ¿lo que falta o lo que hay? Si hablás lo que falta, te voy a decir lo que te va a pasar: primero, vas a tener cinco amigos, después tres, después uno, después ninguno... Porque si vos vas a una fiesta y decís: "ay, no hay banda de música... pensé que iba a haber" la gente se te va a alejar. Vos tenés que hablar fe: "uy, qué buenos sandwichitos; qué rico el café; estas macitas me las como todas", vos tenés que hablar fe. Porque nosotros cuando hablamos tenemos que hablar para producir cosas. Si vos hablás una crítica, y no cambia la circunstancia... ¿para qué decirla? Si vos vas a una fiesta y no hay una banda, y decís: "no hay banda", con tu crítica ¿va a haber banda? No va a haber. Entonces, ¿para qué decirlo?
¡No te va a querer nadie! Nadie va a querer estar con vos. Pero vos hablás fe, y sí van a querer estar con vos. "Sí pastor, pero las cosas no andan bien y ¿cómo las cambiamos?; ¿las cosas que no andan bien cómo las cambiamos?" Hablando las cosas bien, cambiamos las cosas que están mal. Por ejemplo: te invitan a una casa a almorzar, pero no hay nada bueno de comer; y vos tenés que decir: "qué linda casa, qué lindos muebles, qué aroma a pasto, qué alegría que hay acá... ¿no hay nada para comer, no...?" ¡y la dueña de la casa va a ir a comprar comida! Porque cuando vos ponés 99% por ciento de fe, y 1% de mejora, ¡la persona mejora! ¿Hay alguien a quien le guste que lo critiquen, que le señalen lo malo? Nos gusta que nos digan las cosas buenas, que son las que cambian.
Entonces: ser afirmado quiere decir que vamos a hablar bendición, que vamos a hablar fe; noventa y nueve elogios, más lo que tenemos que mejorar.
Había tres electricistas que estaban trabajando en la nave Apolo de la NASA, y un reportero les preguntó qué estaban haciendo. El primero dijo: "estoy insertando transistores"; el segundo dijo: "estoy soldando alambres"; y el tercero dijo: "¡estoy poniendo un hombre en la luna!" ...¡eso es hablar fe hermanos!
Dios nos va hacer hablar fe: lo que no es, como si fuese. La gente te va a buscar, porque la gente necesita una palabra, no optimista y positiva; más que eso, se necesita una Palabra de Dios, que los que estamos acá nos vamos a ir a lo mejor. Porque si vos tenés una crisis y decís: "esta crisis se va a romper rápido, vamos a salir rápido" ¿quien te puede discutir eso? "¿Y hay alguien que lo pueda demostrar científicamente?" ¡No! Pero nosotros tenemos el poder de la fe. La fe es hablar lo que no es como si fuese; y cuando llamamos lo que no es como si fuese, Dios irrumpe en la escena y cambia las circunstancias; porque la fe agrada a Dios. Decí: "seré levantado, seré afirmado." Afirmado quiere decir: ¿cuándo es el momento de buscar trabajo? Cuando ya tenés trabajo. Porque cuando vos tenés trabajo, vos te presentás a otro trabajo y te dicen: "bueno, le vamos a dar tanto", y vos decís: "entonces no me interesa", porque estás tranquilo. La gente exitosa no hace los cambios cuando está mal, hace los cambios cuando está bien; porque cuando vos estás bien no necesitás nada de nadie; cuando vos estas mal y buscás trabajo te dicen: "te vamos a pagar dos pesos con cincuenta, pero le tenemos que descontar dos pesos por AFIP...", "bueno, está bien", "...y los cincuenta centavos se lo pagamos a los sesenta días, y para que empiece a trabajar tienen que poner trescientos pesos", "bueno, está bien..." Vos tenés que saber esto; porque cuando estábamos en la otra iglesia y veíamos un cambio, era porque había un problema. Pero acá -en este ministerio- hacemos los cambios porque estamos bien; porque vos tenés que saber que cuando Dios te da una bendición, es para que busques una bendición más grande, y descanses en la bendición que Dios ya te ha dado. Para los que están bendecidos: no te duermas en esa bendición, vamos a ir a buscar otra bendición, y otra, y otra, ¡y otra!
Seré levantado; seré afirmado...
Tercero: ...y seré un adorador. Dice que cuando el paralítico se levantó, adoró. Dios nos va a dar conexiones con Papá sobrenaturales, hermosas, espectaculares. A mí me gusta la gente que viene por primera vez, que mira los años de sabiduría, mira, mira, mira... pero hay un momento donde Dios te agarra la cara y te conecta con Él, y conectas con Papá y decís: "esto nunca jamás lo experimenté" y el Señor te dice: "soy yo" y el diablo llora: "No te vayas, me serviste tan bien..." y vos le decís: "¡chau! me voy con Papá, porque ahí está la bendición" y Dios pone música y te dice: "bienvenido de las tinieblas a la luz; te sello con mi Espíritu, te doy vida eterna, te doy los dones, te doy el Espíritu Santo, te doy la vida, te doy la gracia, te doy el favor, te doy una iglesia, te doy pastores, mentores, te doy la fe, te doy una nueva mentalidad, y te doy la gracia para que todo lo que hagas te salga bien."
Una mujer tomé un frasco de perfume muy caro y ungió al Señor, los pies, la cabeza, las manos; pero cuando Jesús murió, fue Nicodemo a ungirlo, que era del sanedrín (era parte del grupo que condenó a Jesús a la muerte). En el sanedrín nadie sabía que Nicodemo seguía a Jesús; él nunca había dicho nada, le daba miedo y vergüenza. Pero cuando Jesús murió, el cuerpo lo busco él; lo bajó junto a José de Arimatea, lo llevaron a la tumba. ¿Y saben cuánto perfume llevó Nicodemo?: cien libras. Dicen los rabinos que una libra de perfume, en una habitación pequeña, da perfume por nueve días; y Nicodemo... (tenía que ser un varón... ¡gloria a Dios! Los varones hacemos las cosas a lo grande hermano y eso es profético porque durante años las mujeres fueron grandes adoradoras; pero Dios va a levantar hombres que se hayan conectado con papá); llevó ¡cien libras! ¡como treinta y cinco kilos de perfume! Y bañó el cuerpo del Señor, y lo bajó. Si Nicodemo no lo bajaba, el cuerpo de Jesús iba a parar al basurero. Pero él dijo: "no, no, no; es mi Señor; ya es momento de que la gente sepa que sigo al Señor" y lo ungió. Si una libra de perfume daba perfume nueve días, cien libras: ¿por cuánto tiempo perfumaba? Había ahí para novecientos días... dos años y medio. Cuando Jesús salió emanaba perfume; cuando María Magdalena y las otras mujeres fueron a la tumba, la piedra estaba corrida; ¡pero todo olía a perfume! Vos vas a ser el perfume de Papá, vos -donde vayas- vas a dejar perfume en abundancia. Porque en esta semana vamos a ir y vamos a alabar en el trabajo; vas a levantar tus manos y vas a decir: "este lugar lo lleno de perfume, no de basura; acá el que venga va a respirar que Jesucristo ha resucitado..." ¡Gloria a Dios! Y la gente va a oler tu perfume.
Decí: "seré levantado, seré afirmado, seré un adorador ...y correré".
Dice que el paralítico se levanto; él le pidió prosperidad -dos pesos, dame dos monedas- y Pedro le dijo: "te la voy a dar la prosperidad, pero no van a ser dos monedas: te voy a sanar para que ganes en abundancia." Dios nos va a sanar, nos va a prosperar, para que nuestros hijos tengan, para que nuestra familia tenga, para que pongamos orfanatorios, pongamos hospital, compremos una emisora de radio, para que tengas para dar y para que otros viajen. Dios te va a levantar otra vez. No amamos al dinero, amamos al Señor.
Y dice que empezó a correr. Correr significa redimir el tiempo. Porque cuando él corría estaba recuperando cuarenta años perdidos; y hay varias promesas de Dios para el tiempo perdido...
Primero: Dios va a apresurar los tiempos. Habacuc 2:3 "aunque la visión tarde se apresura hacia el fin". Dios va a apresurar; yo quiero decirte que si estabas esperando algo para el miércoles, te va a llegar el lunes; los que estaban esperando para diciembre, les va a llegar en este mes. Te va a llegar antes, antes de lo pactado vas a tener noticias; porque el tiempo va a correr a tu favor.
Segunda promesa: dice que Dios va a unir la lluvia tardía y temprana. La tardía era para sembrar, la temprana era para cosechar. Dios las va a unir seis meses de diferencia... ¿qué quiere decir eso?: que vas a sembrar y cosechar; sembrar y cosechar; semilla en una mano, hoz en la otra. Donde vayas, vas a sembrar en gente, pero vas a cosechar bendición.
Tercera promesa: fuera de tiempo. Sara no podía tener hijos, se le había ido el tiempo, estaba vieja. Pero Dios le dijo: "yo te voy a bendecir fuera de tiempo." El viernes me dijo un líder: "pastor, yo quería hacer computación pero ya estoy grande, se me fue el tiempo" y yo le dije: "el 99% de los millonarios se hicieron millonarios después de los cincuenta y cinco años, porque entendieron que Dios puede bendecir fuera de tiempo." No hay edad para los hijos del Rey. No digas que ya se te pasé el tiempo; ¡no se te pasó nada! Si Dios te tiene que dar la bendición de Abrahán y de Sara, te la va a dar la bendición de Abrahán y de Sara; que es para los que dicen: "se me fue el tiempo" ...¡gloria a Dios!
Cuarta promesa: Dios te va a restituir los años perdidos, los años que se comieron los demonios, los años que servimos al diablo, los años inútiles de pelea, de vicio, Dios te los va a restituir, y los va a multiplicar otra vez. Preparate. Hoy le voy a hablar a la gente que quiere prosperar: no tengo plata ni oro, pero el Señor te dice: "levántate, afírmate otra vez, ¡gloria a Dios! Comienza a adorar, porque los tiempos correrán a tu favor." Y dice que todo el pueblo se enteró de ese milagro; todo tu barrio sabrá que Dios te ha tocado, que te ha bendecido. Vamos a prepararnos; y decí: "Papá, prosperame, bendecime, ungime; porque estoy listo para llevar tu gloria..." ¡Amén y amén!
Estaba María; tenía quince años; se le apareció el ángel del Señor y le dijo: "María, bienaventurada eres, vas a tener un hijo, se va a llamar Emanuel: salvará al pueblo" y María le dijo: "¿como será?", "el Espíritu Santo vendrá sobre ti" gloria a Dios. ¿Sabés cómo va a ser tu bendición?: el Espíritu Santo vendrá sobre ti; el Espíritu Santo, el Espíritu de vida vendrá sobre ti. Cuando estés en tu casa, vendrá sobre ti; cuando hagas el negocio, vendrá sobre ti; cuando nos quieran robar, vendrá sobre mí el Espíritu Santo. Y María le dijo: "con eso alcanza" ...me encanta María. Y dijo: "hágase conmigo como has dicho" y el Espíritu Santo dijo: "el tiempo divino, el reloj se empezó a activar en tu vida" porque cuando uno sabe que el Espíritu Santo vendrá sobre mí, y cuando uno le dice a Papá: "hágase conmigo conforme a tu palabra" el tiempo de Dios empieza a correr a tu favor, el Espíritu Santo vendrá sobre ti; el Espíritu Santo vendrá sobre ti... "Papa: ¡hágase con nosotros como has dicho!" ¡Amén!
Bernardo Stamateas
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