lunes, 4 de junio de 2012

EL HIJO DEL SECRETARIO ARMO M & F ASESORES - Mapa de la corrupción Argentina


Moreno Jr. y su novia, con consultora propia.

Desde las sombras, Pablo Moreno y su pareja, Cinthia Feldman, manejan una empresa que ofrece asesoramiento en inversiones. Su selecta clientela de proveedores del Estado.

Tal vez porque la instalación de la figura de Máximo Kirchner ha sido tan fogoneada, otros hijos del poder han aprovechado esa luz sobre el sureño para moverse en las sombras. Es el caso de José Pablo Moreno (34), el mayor de los hijos del todopoderoso secretario de Comercio Interior. Pablo o Pablito, como le dicen en el entorno del funcionario más polémico, es economista. En el 2009, con el ascenso de su padre en el entorno presidencial tras la pelea con el campo, armó una consultora para ofrecer “asesoramiento en decisiones de inversión” y “planificación estratégica”, entre otros ítems, pero su nombre no figura en los folletos ni en la página web de la pyme. ¿La razón? El secretario Moreno tiene demasiada incidencia y como varios de los clientes de la consultora están ligados con el Estado, lo mejor es que no se conozca quién es el verdadero dueño de M&F Asesores.

Descubrir el negocio. Moreno junior es promoción 95 del Cangallo Schule y estudió economía en la Universidad de Buenos Aires. Fruto del primer matrimonio de Guillermo Moreno, heredó los odios y amores políticos de su padre. Y parecía no encontrar rumbo en su profesión hasta que con su actual pareja decidieron montar una consultora que lleva las iniciales de ambos apellidos: Moreno y Feldman. Pablo y Cinthia son, en principio, los dueños de M&F.

En agosto de 2009, Pablo y Cinthia debutaron como columnistas en el diario oficialista BAE, con una columna que aún parece de actualidad caliente: “¿Fuga de capitales?”, se preguntaban en el título. Y comenzaban así: “En los últimos tiempos y por distintos medios de comunicación, se publicita que en nuestro país se ha incrementado la fuga de capitales debido principalmente a la desconfianza que genera el Gobierno a partir de políticas “poco amigables a los mercados”. Y culminaban en que el ahorro en dólares es una práctica frecuente “que tenemos los argentinos”. Y que por lo tanto no podía llamarse fuga de capitales. Aunque el artículo era corto y bastante simple, Guillermo Moreno lo supervisó antes de salir publicado.

Desde que su padre es figura clave del Gobierno nacional, Pablo trata de verlo durante el desayuno o el almuerzo, y allí lleva artículos, estudios o posibles negocios para recibir orientación. Si se leen los títulos de la docena de artículos que Moreno y Feldman escribieron desde entonces, en todos se ve la mano del secretario en los títulos. Son de su estilo: “Fábula sobre la intangibilidad de las reservas”, “Medias verdades” y pontificaciones similares.

Con estos textos, mataban dos pájaros de un tiro: defendían el “proyecto nacional” y a la vez sumaban contenidos para su flaca foja de antecedentes. Aunque esto no es definitorio a la hora de conseguir clientes, la mayor parte de los suscriptores a los informes de M&F Asesores son empresas que son proveedoras del Estado o buscan serlo. Si bien la información puede ser clave en cualquier negocio, en éste el dato principal es que la M significa Moreno.

Entre los clientes de Pablo, por ejemplo, está Herso, una constructora de obras ferroviarias, controlada por Benjamín Gabriel Romero, un eterno gran proveedor del Estado “heredado” de la época de Alfonsín. Romero sabe mucho de peajes, porque es el que maneja Hidrovía, la empresa encargada de cobrarlos en el Río Paraná.

Todos y cada uno de los pasos de M&F son supervisados por el secretario de Comercio. Desde los contenidos de la web a los artículos periodísticos. Como Moreno padre no maneja computadora, Pablo le envía los borradores a la secretaria privada Ana González. “Esto lo tiene que ver ‘mi viejo’...”, dice Moreno junior y el proceso cierra con un llamado al celular de su padre.

Militante virtual. Acorde a los tiempos, la unidad básica de Pablo está en Facebook. Allí da rienda suelta a sus pasiones políticas y embiste contra los mismos enemigos que elige su padre: el Grupo Clarín, con Magnetto y Ernestina Noble a la cabeza. Pero también rescata “La barata del Central”, la movida morenista en el Mercado Central para vender a precios bajísimos, y la misión a Angola, el viaje de su padre para conquistar negocios en las tierras del dictador Dos Santos.

Durante la guerra contra el campo primero y luego en el enfrentamiento contra Clarín, Pablo Moreno enviaba largos informes a su lista de amigos con “los pecados” de los enemigos: Papel Prensa, hijos de Ernestina, lavado de dinero, genocidas, oligarcas. Los tags de Moreno Junior son los mismos que los de su padre.
Pese a su militancia virtual, Pablo no ha sido retratado junto a su padre en las múltiples apariciones de los últimos tiempos. Y tal vez sea una buena decisión. Su figura como “asesor de empresas” necesita cuidado.

El muchacho también cree, como su “viejo”, que los periodistas son mala palabra y los medios también, aunque Pablo es hincha de los medios oficiales y de la Agencia Telam. Le gusta el programa 6,7,8 y las publicaciones de Sergio Szpolski, el empresario cuestionado el jueves por Hebe de Bonafini.

En el brochure de presentación de M&F Asesores, destacan que ayudan al posible cliente con varias armas y persuaden: “Obtenga asesoramiento con el objetivo de mitigar riesgos y aprovechar las oportunidades”. Una gran tentación para los empresarios que, más que aprovechar las oportunidades, necesitan minimizar los riesgos. Sobre todo, si se está en el negocio de la importación, donde el riesgo tiene nombre y apellido.

Por Darío Gallo


Fuente y Foto: Perfil
http://www.perfil.com/ediciones/2012/6/edicion_681/contenidos/noticia_0053.html

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