sábado, 13 de junio de 2009

El Eternauta

"Era de madrugada, apenas las tres. No había una luz en las casas de la vecindad[....] [...de pronto un crujido, un crujido en la silla enfrente mio, la silla que siempre ocupan los que vienen a charlar conmigo...]"

Así comienza la historia de "El Eternauta", la historieta más exitosa, famosa y espectacular que haya sido creada en la Argentina. La historia de Juan Salvo, y su trágica aventura, que lo perdió en el espacio-tiempo, la historia de la invasión de los "Ellos" (seres con una tecnología muy superior a la nuestra, capaces de esclavizar a cuanta civilización encuentren) a la Tierra.

Esta obra, fruto de la mente del recordado Hector Gérman Oesterheld (1917 - 1977), y del genial dibujante, Francisco Solano Lopez, fué publicada por primera vez en la revista "Hora Cero", en el año 1957, y desde ese momento, fue relanzada, reeditada y leída por generaciones, que disfrutaron de esta aventura, la aventura que narra la invasión a Buenos Aires y la lucha por la resistencia.

Fuente: http://www.eternauta.com/indexframe.htm



El Eternauta es una historieta argentina de ciencia ficción creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López. Fue publicada inicialmente en Hora Cero Semanal de 1957 a 1959. Tuvo gran cantidad de secuelas y reediciones y tanto la historia original como la mayor parte de dichas secuelas han sido objeto de frecuente análisis y controversia.

En 1969 Oesterheld creó una nueva versión de la historia junto a Alberto Breccia y luego la secuela El Eternauta II con Solano López, ambas de un tono político más agresivo que la historia original. Oesterheld fue desaparecido por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, luego de esta última. Luego de su muerte otros autores crearían secuelas como la tercera parte de la serie y "Odio cósmico", mientras que Solano López crearía, conjuntamente con Pablo Maiztegui, "El mundo arrepentido", "El regreso" y "La búsqueda de Elena".



La historia comienza con un guionista de historietas, el propio Oesterheld, que en un ejercicio de metaficción se utiliza a sí mismo como personaje. Su participación en la historia consiste en escuchar la historia que le es relatada por Juan Salvo, el "Eternauta", un hombre que se materializó de pronto en su casa.

La historia está relatada a partir del punto de vista de Juan Salvo, quien ocupa el rol de narrador. Además de los eventos, habla también de sus propias impresiones y análisis de los sucesos que van teniendo lugar en la historieta.

La historia que relata el personaje comienza en su casa en Vicente López, en donde estaba junto a su esposa Elena, su hija Martita y sus amigos Favalli, Lucas y Polsky. Mientras éstos jugaban al truco la gente en las calles comenzó a morir de pronto, debido a una misteriosa nevada fosforescente. Se plantea que ésta mata al entrar en contacto con la piel, lo cual justifica que las personas en la casa, así como también la gente en cualquier otra casa que hubiera estado completamente cerrada, no fueran víctimas de la misma. Favalli, quien es retratado como un profesor universitario de gran inteligencia y habilidad, encuentra la solución para no morir de inanición: crear un traje aislante que protegiera al cuerpo de cualquier contacto con los copos. Gracias al mismo Juan Salvo puede salir a la calle a buscar en los negocios cercanos los suministros necesarios para poder subsistir.


Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta.


Pronto descubren las primeras señales que indican que la nevada sería producto de una invasión extraterrestre, y unos soldados sobrevivientes comienzan a reclutar a toda la gente que encuentran para hacerles frente. Juan Salvo, Favalli y otros se unen al ejército, mientras que Elena y Martita permanecen en la casa.
La primera batalla tiene lugar en la autopista de la General Paz, en donde se combate a extraterrestres similares a escarabajos gigantes, a los cuales se les llama "Cascarudos". Se les quita un arma de gran poder, un "lanzarrayos" que crea rayos gigantescos capaces de destruir incluso tanques o aviones de un solo golpe. Sin embargo, al analizar sus cadáveres se encuentra que poseen "teledirectores" clavados en la nuca, con lo cual se asienta que éstos no serían los verdaderos invasores sino apenas la fuerza de choque de unos invasores aún desconocidos.

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