Se asegura que uno de los indicadores de la cultura de los pueblos en su gastronomía, incluyendo en este concepto técnicas de conservación, preparación y cocción de alimentos. El salto cualitativo que significó pasar de lo crudo a lo cocido selló una etapa de la humanidad.
Hoy el mundo vive la era electrónica. Y como no podía ser de otro modo, la electrónica está también en la cocina, en los procesadores de alimentos, que eliminaron las antiguas tareas de picar, cortar, batir, etc., pero fundamentalmente en los dos complementos perfectos que son una síntesis de la cocina de hoy.
En la actualidad, la manera más práctica e inteligente de conservar la comida con absolutamente todas sus propiedades nutritivas es utilizando el freezer. Los alimentos -elaborados o no- están en él siempre a mano y en perfecto estado. Pero como de nada sirve un freezer poblado de exquisiteces si no se las descongela antes, allí aparece la cocina de microondas, capaz de descongelar casi en forma instantánea.
Las microondas cocinan en toda la extensión de la palabra; saltean, hornean, doran, hierven, asan, tuestan, recalientan o mantienen al calor. Todo a increíble velocidad y con un agregado insoslayable a la hora de sentarse a la mesa: los alimentos conservan intacto su valor vitamínico y los sabores tienen plena intensidad. Cualquiera puede comprobarlo. Con probarlos.
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