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lunes, 29 de junio de 2009
Mitos y verdades sobre la ley de la atracción.
"Es tal la necesidad de creer que tiene el ser humano, que en ausencia de la verdad, opta por creer en cualquier cosa". Camiló Cruz
Tanto se ha dicho acerca de la ley de la atracción que en ocasiones es difícil discernir entre la ficción y la realidad. Pese a que los principios enunciados son aceptados por la inmensa mayoría de personas que escucha de ella y busca entender su trascendencia, algunos de los resultados y poderes que se le atribuyen, son comúnmente cuestionados por muchas de estas mismas personas. Por esta razón quiero dedicar este capítulo a presentar ciertas ideas que nos ayudarán a reconocer qué es verdad y qué es ficción.
Necesitaría todo un libro para describir el sinfín de mitos, fábulas y falsedades que se han tejido acerca de esta ley. Baste decir que la ley de la atracción no está relacionada con ninguna clase de poderes misteriosos, supersticiones esotéricas o ciencias ocultas, ni requiere de ningún tipo de accesorio externo para poder experimentar sus efectos. No necesitarás decorar tu casa con pirámides, dormir con piedras de cuarzo bajo la almohada, o usar pulseras, cadenas o joyas magnéticas.
La clase de imprecisiones, ideas y planteamientos equívocos a los que quiero referirme aquí, han sido el resultado de la interpretación errada de ciertos postulados. No hay ambigüedad ni imprecisión en cuanto a lo que la ley expresa; no obstante, su pobre interpretación puede originar gran frustración y ser la base de pobres decisiones.
El papel que juega la actitud mental en nuestro éxito.
Uno de los mitos más comunes que se han tejido acerca de la ley de la atracción es el de los falsos poderes que se atribuyen a la actitud mental. Muchas personas creen que mantener una actitud positiva ante un problema o una situación difícil, hará que dicha situación desaparezca, lo cual no es cierto. Lo que sí hace, es que determina el efecto que dicha situación pueda tener en la vida de la persona que la está enfrentando, y eso es lo verdaderamente importante.
¿Si ves la diferencia? Lo importante no es la situación que estemos viviendo, sino la actitud que tomemos frente a ella. Si has planeado una salida al parque con tu familia para celebrar tu cumpleaños, y ese día amanece lloviendo torrencialmente, la persona negativa seguramente permitirá que eso le eche a perder el día. La persona positiva sabe que su actitud no hará que deje de llover, pero tampoco dejará que este evento, sobre el cual ella no tiene ningún control, eche a perder un día tan especial. No obstante, la actitud que la persona elija ante este imprevisto será responsable por la clase de día, emociones y recuerdos que coseche al final de esas 24 horas.
Lamentablemente, pocas personas poseen un estado mental que las ayude a sobreponerse a los problemas, penas o imprevistos que puedan encontrar. Un año más tarde aún las puedes escuchar hablando de cómo la lluvia arruinó completamente su cumpleaños anterior.
Cuando han enfrentado un problema, muchos prefieren emplear su tiempo hablando continuamente de ello como si no hubiese otra cosa de mayor importancia que hablar. Forman una tenebrosa atmósfera a su alrededor, sin darse cuenta que no podrán ser verdaderamente fuertes mientras no dejen de enfocar su visión en los contratiempos de la vida.
Si aprendes a disimular tus penas y trabajar con paciencia y discreción, pronto encontrarás de nuevo el camino al éxito. Para las tribulaciones no hay remedio más eficaz que la fortaleza de ánimo.
A veces nos enojamos y maldecimos el día porque un automóvil nos salpicó los zapatos, cuando debiéramos pensar en las maravillas de la naturaleza, que unas veces nos envuelve en la luz del sol, y otras cubre el cielo de nubes que se convierten en lluvia, equilibrando de este modo las fuerzas naturales. Hay bellezas en el cielo gris; maravillas en cada gota de lluvia o copo de nieve. ¿Por qué ignorar todo esto y alterarnos sólo por un inconveniente pequeño y sin sentido?
Orison Swett Marden describe esta actitud mental de manera hermosa cuando dice:
"En circunstancias sombrías, el optimismo es como luz del sol que disipa las tinieblas de la noche al amanecer del nuevo día. Es incalculable la influencia de un espíritu optimista. Así como basta una gota de aceite para callar el ruido del eje de una puerta, basta un simple rayo de sol para desvanecer la sombra. Y así como la beneficiosa e inspiradora influencia de la luz solar, tan necesaria para la vida y la salud, llena de regocijo toda la naturaleza y aviva el alma de la persona, un semblante alegre ilumina los corazones ajenos y fortalece a cuantos le miran y reciben ánimos para vencer los obstáculos que se les interponen en el camino.
El semblante alegre es un don propio del pobre y del rico indistintamente, del joven y del viejo. Todos tienen derecho a este don y todos pueden disfrutarlo. Cuando estamos alegres todo nos sonríe y parece como si la naturaleza entera participara de nuestra alegría y reflejara nuestro júbilo; pero si estamos tristes y abatidos, todo cuanto nos rodea toma el mismo color.
Cuando la sonrisa se apaga en nuestros labios, la mente se llena de imágenes negativas y queda infestada de dudas y temores. Cuando la valentía se marcha, viene el desorden; cuando el júbilo sale, entra la tristeza.
Si algo necesita nuestra sociedad son personas optimistas y alegres. Lo mismo cuesta poner semblante risueño que ir de un lado a otro con el rostro tormentoso; y sin embargo, ¡cuán diversamente influiremos, según el caso, en quien nos vea, pues todos reciben la ayuda o sufren el estorbo que de nosotros emana!"
Emerson decía: "No cuelgues de las paredes cuadros siniestros ni converses de cosas sombrías y melancólicas". Si caminas con rostro afligido, estás anunciando que la esperanza ha muerto en tu interior.
No hay nada más valioso en la vida que olvidar las cosas desagradables, aquellas que nos causaron pena y que fueron obstáculo para nuestro éxito. Aprende de tus caídas y continua moviéndote a paso firme. Quien logra hacer esto, es dueño de su actitud y puede ser feliz en circunstancias prósperas o adversas, regocijándose a pesar de que otros estén tristes y disfrutando, así los demás pierdan la esperanza.
Otro gran error en el que muchas personas caen es pensar que una actitud positiva les permitirá lograr cualquier cosa que quieran. Creen que si se concentran y piensan positivamente, podrán alcanzar absolutamente todo lo que deseen. Esto es totalmente absurdo. Yo ya he aceptado que por más positivo que sea, no creo que pueda operar ahora mismo a alguien que necesite una delicada intervención quirúrgica del corazón y lograr que la persona sobreviva a la operación. Ni tampoco creo que sólo con adquirir una actitud mental positiva pueda ir a los juegos olímpicos y ganar la carrera de los cien metros.
No, una actitud mental positiva no te permitirá hacer cualquier cosa, pero si ampliará tu visión, de manera que puedas hacer todo mucho mejor que con una actitud negativa. Esta es la única verdad al respecto; ella no te convertirá en el más rápido, ni en el más inteligente, ni en el más fuerte, ni tampoco eliminará todos los problemas. Lo único que si hará será darte la oportunidad de aprovechar al máximo tu potencial y obtener los mejores resultados. No sólo podrás utilizar más eficazmente tus habilidades, sino que te ayuda" a evitar que aquellos eventos sobre los cuales no tenes ningún control te afecten negativamente.
También debemos tener presente que sólo podremos atraer aquello por lo que estemos dispuestos a pagar el precio, en término de los hábitos que nos obligaremos a desarrollar y las acciones que tendremos que llevar a cabo.
Tu pensamiento puede hacer que el universo trabaje para proveerte lo que deseas, pero tus acciones deben ser tales que recibas justamente lo que mereces. No vas a recibir lo que deseas de caridad, ni te llegará sin hacer nada.
Los pensamientos de riqueza que albergues en tu mente son la semilla que dará fruto a la riqueza que deseas, pero no hará que por arte de magia tu cuenta bancaria crezca sin esfuerzo de tu parte. Para que esto ocurra debe haber armonía entre tu manera de pensar y tu forma de actuar.
Es claro que sólo recibiremos lo que hayamos sembrado. En su carta a los Gálatas, San Pablo dice: "No se engañen: Cada uno cosecha lo que siembra. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos". (Gálatas 6: 7,9)
En cierta ocasión escuché a alguien hablando de utilizar los principios de la ley de la atracción para ganarse la lotería. Tristemente, mucha gente piensa que eso es todo lo que necesitará para arreglar sus problemas. Yo nunca he sido aficionada a la lotería, particularmente porque sé que todos cosechamos en virtud de lo que hayamos sembrado, y no hay atajos ni caminos más cortos para este principio.
Sin embargo, también sé que así te la ganaras, eso no garantiza que tus problemas financieros estarán solucionados. De hecho, una y otra vez se ha visto como algunas personas que se encontraban en difíciles circunstancias financieras se ganaron la lotería, sólo para encontrarse en peores aprietos financieros, o inclusive en la bancarrota, años más tarde, pues nunca entendieron que su escasez financiera inicial no se debía a la falta de dinero, sino a la mentalidad de pobreza que guiaba sus acciones. No podemos pretender que una persona que no sabe cómo administrar cien dólares, de la noche a la mañana sepa como administrar un millón. Así que no pidas ganarte un millón de dólares en la lotería; pide y busca la sabiduría para crear y saber administrar ese millón y habrás logrado mucho más.
Cuando escucho a alguien decir que todo lo que necesita es ganarse la lotería", se que me encuentro frente a una persona que ha caído en la trampa de las creencias condicionales.
Algunas de estas creencias están expresadas de la forma: "Si... entonces..."
- Si me gano la lotería... entonces seré feliz.
- Si me aumentan el sueldo ... entonces se acabarán los problemas financieros.
- Si me hago la liposucción ... entonces mi relación de pareja mejorará.
Lo que todas estas ideas expresan es el deseo de una "cura milagrosa" o solución rápida, que no exija mucho esfuerzo, ningún cambio de comportamiento, o menos aún, el que tengamos que hacer algo a cambio. ¿Si ves lo absurdo de esto?
No busques la cura milagrosa; analiza las razones o causas que han producido la infelicidad, los problemas financieros o la pobre relación de pareja. Como verás hacia el final,la ley de la causa y el efecto, nos dice que todos éstos no son más
que los efectos de causas especificas que han venido operando en tu vida. Cambia las causas y cambiarás los resultados. Esa es la única verdad al respecto.
Otro mito que se ha propagado es el que tiene que ver con el poder de la autosugestión. Se le han atribuido poderes casi sobrenaturales al uso de las afirmaciones utilizadas en el proceso dé la autosugestión.
Yo creo en el poder de las afirmaciones. Sé lo que las afirmaciones positivas pueden hacer por nuestra autoestima, el logro de nuestras metas y nuestro éxito. Sin embargo, es importante entender que no es la intención, sino la convicción y la decisión, las que le dan su gran poder a las afirmaciones que utilicemos.
Vos no vas a solucionar un problema de sobrepeso, simplemente repitiendo: ¡Soy delgado, soy delgado, soy delgado! No importa que tanto te concentres o con cuanto entusiasmo lo digas; si comes sin control y no haces ejercicio, todo seguirá igual y tus autoafirmaciones no servirán de nada.
Quizás por ello es que muchas personas piensan que las afirmaciones no sirven para nada, que es mejor ser realistas y aceptar las cosas tal como son. Pero lo cierto es que grandes triunfadores como Benjamín Franklin, por ejemplo, utilizaron las afirmaciones para mejorar su calidad de vida y programar su mente con las virtudes que deseaba desarrollar en su vida.
Entonces, ¿qué es verdad y qué es ficción? Napoleón Hill nos dice que para plantar en la mente la semilla original de una idea, debemos introducirla en nuestro subconsciente mediante la repetición del pensamiento. No obstante, el pretender que la repetición de una idea sea suficiente para lograr un cambio en nuestra vida, es lo mismo que pretender que con sólo sembrar una semilla en una maceta, crezca y se convierta en una hermosa planta, sin necesidad de alimento, luz o agua.
Las afirmaciones sin acción son sólo intención, y como ya sabemos, las buenas intenciones no producen resultados.
¿Es posible atraer la riqueza hacia nosotros?
Como acabamos de ver, cuando nos referimos al hecho de que la creación física comienza con la creación mental y que todo pensamiento puede producir aquello que imagina, esto no significa que si deseas un auto, y formas su imagen en tu mente, éste va a aparecer de la nada frente a tus ojos.
En su libro: El camino a la riqueza, Wallace D. Wattles escribe al respecto:
"Si mantienes una imagen mental clara de lo que deseas lograr en tu mente -en este caso, tu auto-, y tienes la más segura e incuestionable fe de que lograrás adquirirlo; si no piensas o hablas de él de otra manera que no sea con la seguridad de que lo vas a tener y lo reclamas como tuyo, el poder de tu pensamiento se encargará de ayudarte a crear las circunstancias que establezcan que dicho automóvil sea parte de tu vida. No obstante, ten presente lo que mencioné anteriormente sobre el poder de la autosugestión. Porque tu pensamiento te ayudará a crear las oportunidades que te permitirán adquirir el auto, pero a menos que actúes, éstas pasarán de largo.
El universo está siempre a la búsqueda de personas dispuestas a dar lo mejor de sí mismas, porque quiere que ellas sean las encargadas de construir el futuro. Está diciendo: quiero manos para construir magníficas estructuras, tocar hermosas sinfonías y pintar admirables pinturas. Quiero pies para realizar todas las tareas, ojos para ver mis bellezas, lenguas para decir verdades y cantar canciones maravillosas.
Todas las posibilidades que existen en el universo están buscando materializarse y hacerse realidad a través de las personas que acepten el reto de ser la máxima expresión de lo que pueden ser. Por esta razón, el universo quiere que aquellos que anhelan tocar música tengan pianos y otros instrumentos y que tengan la manera de cultivar sus talentos. Ansía que todos aquellos que desean profundamente lograr algo, encuentren los medios con los cuales hacer realidad dicho deseo.
Entonces no dudes en pedir mucho. Tu parte es concentrarte y expresar ese deseo.
Esto es difícil de aceptar para muchas personas. Ellas aún guardan en su interior la vieja idea de que la pobreza es muestra de humildad. La ven como parte del plan, como una necesidad de la naturaleza. Tan aferrados están a esta equívoca idea que les avergüenza tan siquiera la idea de pedir riquezas. Tratan de no querer más de lo absolutamente necesario para sobrevivir".
Wattles narra el caso de un estudiante a quien le dijeron que tenía que poner en su mente una imagen clara de las cosas que deseaba, de manera que el pensamiento de éstas comenzara el proceso creativo. Él era un joven muy pobre, y apenas si lograba cubrir sus gastos y necesidades básicas.
Como te podrás imaginar, le era difícil hacerse a la idea de que todas las riquezas eran de él. Entonces, después de pensarlo, decidió pedir un tapete y un calentador para su casa, los que consiguió en unos meses.
Entonces se dio cuenta que había pedido muy poco. Así que fue a su casa y planeó todas las mejoras que le gustaría hacer. Agregó ventanas y cuartos, construyendo en su mente su casa ideal. Teniendo esa imagen en su cabeza, empezó a vivir de manera coherente con la nueva imagen que tenía, no sólo de la casa, sino de sí mismo, y a moverse hacia lo que él quería. Después de un tiempo comenzó a construir conforme a su imagen mental. Su fe aumentó y hoy se está moviendo hacia cosas mucho más grandes. A él le fue dado de acuerdo a su fe, y lo mismo sucederá con todos nosotros.
Así que la pregunta no debe ser si podemos atraer la riqueza hacia nosotros, sino cómo podemos hacerlo. Lograr la libertad financiera no requiere aplicar tu poder en nada que esté fuera de vos. Todo lo que necesitas es trabajar en vos mismo, en tu interior. Es incorrecto aplicar tu voluntad a otras personas con la intención de que hagan lo que vos queres. Es tan errado tratar de forzar a la gente con el poder mental como lo es hacerlo por la fuerza física.
Obligar a la gente por la fuerza física es sinónimo de esclavitud; el forzarlos con la fuerza mental logra exactamente lo mismo; la única diferencia está en el método utilizado. Tomar lo que le pertenece a otro por medio de la fuerza física es robo, quitárselo por medio de la fuerza mental también es robar. No hay diferencia alguna.
De la misma manera, es imposible motivar a otros a hacer algo, ya que la verdadera motivación debe salir del interior de cada persona y es algo individual. Muchas veces creemos que estamos actuando "por su propio bien, pero lo cierto es que la decisión de triunfar, ser feliz y hacerse rico es una decisión personal.
No podes forzar a nadie a querer lograr estas metas. En la mayoría de los casos, cualquier intento de usar tu voluntad para lograr que otros triunfen sólo conseguirá desviarte de tu propio propósito. Más que tu voluntad, lo que puede ayudarlos a ellos a tomar sus propias decisiones es tu ejemplo. Tampoco necesitas aplicar tu voluntad a las cosas para que vengan hacia vos. No tenes que convencer a Dios para que te dé cosas buenas, más de lo que tenes que usar tu voluntad para hacer que salga el sol. Recorda que Él está más ansioso de darte lo que queres de lo que vos estás de recibirlo. Lo único que necesitas hacer es usar tu poder de voluntad con vos mismo.
Usa tu voluntad para hacer y pensar lo correcto. Ese es el uso legítimo de la voluntad para conseguir lo que quieras usala en vos mismo para mantenerte en el camino correcto-. Usa tu mente para formar una imagen mental de lo que queres y defende esa visión con fe y propósito.
Entre más estable y continua sea tu fe y propósito, más rápido triunfarás. La imagen de tus deseos, vista con fe y propósito, es lanzada al universo, y mientras se expande, todas las cosas se mueven para su realización. El universo entero conspirará para que triunfes.
Es fácil comprobar este principio. Imprime un pensamiento negativo en tu mente y observa lo que sucede. Verás como la duda y la falta de fe pronto harán que lo que buscas comience a alejarse de vos con la misma rapidez con que la fe hace que las cosas lleguen a vos. Cada momento que pasas con tus dudas o miedos, cada minuto que permites que las preocupaciones se adueñen de tu mente, cada instante que la falta de fe se apodera de vos, hace que aquello que deseas comience a moverse en dirección contraria.
Por esta razón es tan importante que cuides tus pensamientos, ya que tus creencias estarán moldeadas en gran medida por lo que observas y pensas. Es vital que controles aquello a lo que le prestas atención, y lo que permites que entre en tu mente. Es aquí donde tiene gran uso tu voluntad, porque es ella la que determina qué cosas van a llamar tu atención, y cuáles vas a permitir que encuentren cabida en tu mente.
Si queres vivir una vida de riqueza, no debes enfocarte en la pobreza.
Tus deseos no se hacen realidad pensando en sus opuestos. La salud no se consigue estudiando la enfermedad o pensando y concentrándote en ella, y nadie se ha hecho rico estudiando la miseria o pensando en la escasez.
No hables de la pobreza; no la investigues ni te ocupes de ella. No te intereses en cuáles son sus causas, ni malgastes tu tiempo pensando en las terribles consecuencias que produce. Vos no tenes nada que ver con eso. Lo que te debe importar es la cura. Pone la pobreza y todo lo que se relacione con ella atrás tuyo. Invierte tu tiempo en lograr tu independencia financiera. Esa es la mejor manera en que puedes combatir la pobreza, y sólo así estarás en posición de ayudar a los pobres.
No podes mantener en tu mente la imagen de lo que queres, si llenas tu cabeza de escasez y de todos los males asociados con ella. No leas libros, revistas o diarios que tiendan a concentrarse en la pobreza y la miseria reinante. No escuches o veas programas que saturen tu mente con imágenes de penuria o sufrimiento.
No podrás ayudar en lo más mínimo a los pobres mirando estas cosas. Bombardear tu cerebro continuamente con esto no contribuirá a eliminar la pobreza. Desterrar la pobreza de la vida de una persona comienza con ayudarla a que alimente su mente con imágenes de riqueza y abundancia.
No creas que estás abandonando a los pobres en su miseria cuando te rehúsas a llenar tu cabeza con imágenes de escasez. La pobreza no se va a eliminar ampliando el número de gente rica que piensa en ella, sino aumentando el número de gente pobre que haga un espacio en su mente para albergar pensamientos de riqueza y tenga el propósito y la fe para hacerse autosuficiente.
Los pobres no necesitan compasión; necesitan inspiración. La compasión sólo les manda un pedazo de pan para mantenerlos vivos en su miseria, o les da un entretenimiento para que se olviden por una o dos horas de su condición. Pero la inspiración puede lograr que se levanten y salgan de su miseria. Si queres ayudarlos, demuostrales que se pueden hacer ricos. Demostraselo haciéndote rico vos mismo.
La única manera en que la pobreza será erradicada de este mundo es consiguiendo que un gran número de personas adopte los principios de abundancia que he mencionado. La gente debe aprender que la manera de triunfar es creando, no compitiendo. Quien logra la riqueza por competencia destruye la escalera por la cual subió, y cierra el camino para que otros suban. Quien triunfa creando, abre la puerta para que miles puedan entrar por ella. Usa tu voluntad para mantener tu cabeza lejos de la pobreza y enfocada con fe y propósito en la visión de lo que queres y vas a crear.
Del autor.
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