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jueves, 2 de julio de 2009
La verdad sobre la ley de la causa y el efecto
"Lo más curioso acerca del juego de la vida es que cuando nos rehusamos a conformarnos con segundos lugares y decidimos salir tras lo mejor de lo mejor, generalmente lo obtenemos" Somerset Maugham
Una de las leyes más importantes de la física es la que establece que para cada causa hay un efecto, y para cada acción hay una reacción o efecto correspondiente.
Sócrates se refirió a ella como a la ley de la causa y el efecto. Newton la denominó la ley de la acción y la reacción. La Biblia nos advierte: "cosecharás lo que hayas sembrado". Emerson la llamó la "ley de la compensación" y al referirse a ella decía: "Todo acto crea su propia recompensa, todo crimen es castigado y toda virtud es premiada". Él afirmaba que hay una causa, para todo efecto; si hay humo, es señal de que seguramente hay fuego. Todos nosotros nos encargamos de producir acciones o causas diariamente. Nuestro medio simplemente nos devuelve el efecto correspondiente. Todo lo que sucede en nuestra vida, sucede por una razón, sepamos o no cuál es.
Cada efecto, cada éxito o cada fracaso, tanto la riqueza como la pobreza, tienen una causa o causas específicas. Cada causa o acción tiene un efecto o consecuencia de algún tipo, así la podamos ver, y estemos de acuerdo con ella o no.
La riqueza, la felicidad, la prosperidad y el éxito son los efectos o resultados directos o indirectos de causas o acciones. Pero, ¿de qué nos sirve saber esto? En sencillo, si puedo ser claro sobre el efecto o resultado que deseo obtener, probablemente lo podré conseguir.
Como puedes ver, ésta es también la esencia de la ley de la atracción. Si algo ha sido posible para otros lo más probable es que también sea posible para mí. El éxito deja huellas, tú puedes estudiar a otras personas que hayan logrado los mismos objetivos que tú persigues, y al hacer lo que ellos hicieron, obtendrás los mismos resultados.
La ley de causa y efecto se aplica a cualquier área de tu vida. Tus relaciones, tu salud o tus finanzas son el resultado de ciertas causas específicas. Cuando identificas estas causas y las implementas en tu propia vida, obtendrás los mismos efectos. Esta es la manera en que millones de personas han logrado el éxito financiero, por ejemplo.
Ellas se han puesto en la tarea de observar cómo es que la gente acaudalada ha triunfado, cómo administra y maneja su tiempo, sus recursos y su dinero y se han propuesto adquirir estos mismos hábitos.
Es así de simple: los pensamientos son causas y las condiciones son efectos. Dicho de otra manera, tus circunstancias han sido creadas por tu propio pensamiento. Cuando cambies tu forma de pensar, cambiará tu vida, ¡a veces en cuestión de segundos!
El factor determinante es que una vez hayas identificado hacia donde quieres ir, y cuales son las metas que deseas materializar, es vital que te pongas en movimiento; necesita actuar inmediatamente. Si decides actuar comenzarás a moverte en dirección a tus metas. Si decides no actuar te estarás alejando de ellas. Es así de simple.
¿Si ves? El no actuar es en si una acción y tiene también sus consecuencias. Las personas no fracasan porque lo hayan planeado. Ellas fracasan porque no planearon su éxito.
Todo lo que te ha ocurrido en tu vida hasta este momento es el resultado de haber tomado o haber dejado de tomar ciertas decisiones. Las buenas decisiones te han traído éxitos, mientras que las malas decisiones te han provocado frustraciones y fracasos. Los resultados específicos que obtenemos de manera constante, ya sean los deseados o no, son consecuencia de actitudes y acciones especificas. Sé que suena simple, pero es sorprendente ver la cantidad de personas que parecen no entender esta relación de causa y efecto.
Ellas continúan realizando las mismas acciones que los tienen en la situación de donde quieren salir y aun así no pueden explicarse por qué las cosas no mejoran. Si continuas haciendo lo que siempre has hecho, seguirás obteniendo los mismos resultados que has obtenido hasta ahora.
Hay personas que invariablemente todos los meses se encuentran quebrados financieramente. A duras penas sus entradas les alcanzan para sobrevivir. Siempre dicen lo mismo: "No entiendo a dónde se va el dinero", "Por qué será que el dinero no me alcanza", "si sigo así nunca saldré de la pobreza". Ahí está la primera parte del problema, su diálogo interno. Recuerda que aquello en lo que piensas se expande y que tú te encargas de programar tu mente con tu diálogo interno. ¿Qué imágenes dibuja tu mente cuando repites estas preguntas? Lo peor de todo es que estas personas no pueden explicarse el porqué de su situación.
La segunda parte del problema es que éstas son las mismas personas que siempre empiezan su mes sin un presupuesto, utilizan sus tarjetas de crédito sin ningún control, gastan siempre más de lo que ganan y como resultado de ello cada mes se encuentran en la misma situación. ¿Por qué?
Si repites continuamente los mismos malos hábitos puedes estar seguro que obtendrás los mismos pobres resultados.
Yo he visto personas pobres que nunca aprendieron a administrar lo poco que tenían y como resultado de ello, nunca lograron salir de esa pobreza. También he visto personas que con duro trabajo han logrado labrar cierta estabilidad económica pero que debido a la pobre administración de sus finanzas están estancadas financieramente y viven de cheque en cheque, haciendo malabares a fin de mes para poder cubrir todas sus deudas.
De igual manera, he encontrado personas que heredaron enormes fortunas pero que nunca aprendieron como administrar su dinero y debido a la mala administración de sus finanzas perdieron, en ocasiones, hasta el último centavo que tenían.
El efecto de la mala administración de las finanzas es siempre la pobreza económica. Sin excepción, toda persona que siembre esta causa, cosechará este efecto. Lo mismo sucede en todas las áreas de nuestra vida:
La causa "fumar" produce el efecto "males respiratorios".
La causa "cero ejercicio" produce el efecto "pobre salud"
La causa "no comunicación con la pareja, no amor, no detalles" produce el efecto "divorcio"
Es posible que algunos de estos efectos, de estas consecuencias no se hagan evidentes de manera inmediata, pero en la medida en que continuas realizando dichas acciones, tarde o temprano comenzarás a ver las consecuencias.
Las parejas no se divorcian porque un día tuvieron un disgusto acerca de qué preparar para la cena, y como no se pudieron poner de acuerdo decidieron separarse. Seguramente ese desacuerdo fue la gota que desbordó la copa, pero la causa fue probablemente algo mucho mayor que alguno de los dos, o ambos, habían venido haciendo, o dejando de hacer, de manera constante. Si tus acciones y hábitos son inconsistentes con los principios del éxito, no puedes esperar triunfar; el único resultado posible es el fracaso.
No existen los accidentes. Todo sucede por una razón. Tarde o temprano las consecuencias de toda acción darán sus frutos, buenos o malos.
Yo encuentro padres que dicen: "no entiendo que sucedió con mi hijo, de la noche a la mañana se convirtió en una persona imposible de tratar, no se comunica con nosotros, no le interesa el estudio, es totalmente irresponsable .... No entiendo que pudo haber sucedido".
Sin embargo, después de examinar la situación más a fondo, nos damos cuenta que su actitud ha sido el resultado de la negligencia en la relación padre-hijo que empezó muchos años atrás, pero que hasta ahora se comienzan a ver las consecuencias.
Pero no todo son malas noticias. ¿Cómo puedes poner a trabajar esta ley para beneficio propio? Es muy sencillo. Si hay efectos que quieres experimentar en tu vida, como la felicidad, la buena salud, o la libertad financiera, puedes lograrlo simplemente haciendo parte de tu diario vivir las causas que sabemos que generan dicho efecto.
De igual manera si existe en tu vida un efecto del cual quieras deshacerte, como la mala salud, las deudas, la infelicidad, puedes también determinar cuáles son las causas de dichos efectos y al remover las causas removerás también el efecto correspondiente.
Lo curioso es que muchas de las personas que no están satisfechas con el estilo de vida que llevan, y con los resultados que están obteniendo, continúan repitiendo los mismos comportamientos y acciones que han producido dichos efectos negativos.
Ellos han podido identificar los resultados que no desean obtener, pero irónicamente continúan realizando las acciones que los causaron, esperando de alguna manera que los resultados sean distintos.
¿Qué significa todo esto para ti? Ahora que sabes cuál es la relación que existe entre tu manera de pensar y actuar y los resultados que obtienes, ¿cómo puedes utilizar esta información para triunfar en tu vida y en el logro de tus metas?
1. Toma unos minutos para identificarlas metas y objetivos que quieres lograr. Identifica los efectos o consecuencias que deseas que sean parte de tu vida. Entiende que según la ley de la causa y el efecto, esos objetivos son efectos de ciertas causas específicas.
2. Identifica qué causas específicas son las que originan estos efectos. Qué vas a tener que cambiar o hacer en tu vida para lograr las metas que has identificado. Escribe estas causas en términos concretos.
3. Reflexiona y anota cuáles serán las acciones específicas que vas a llevar a cabo en las próximas 72 horas para crear estas causas. Recuerda que nada cambiará hasta tanto no des el primer paso.
Dr. Camilo Cruz
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