sábado, 25 de julio de 2009

La triste realidad (humor)

Duele decirlo, pero hay que decirlo. Es la triste realidad
Nunca había entendido porqué las necesidades sexuales de los hombres y las
mujeres son tan diferentes entre si. Nunca había entendido todas esas
idioteces de que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. Y nunca
había entendido porqué los hombres piensan con la cabeza y las mujeres con
el corazón. Pero... una noche, mi esposa y yo nos fuimos a la cama. Y bueno,
empeze a acariciarla, el inevitable agarre de chichis, el trasero, etc. La
cuestión era que ya estaba lista y en ese momento, me dice:"Ahora no tengo
ganas mi amor. Tan sólo quiero que me abraces" Entonces me dijo las palabras
mágicas de toda mujer:"No sabes conectarte con mis necesidades emocionales
como mujer".
Eso me lo dice con una cara de cínica... ¡Yo dije: QUEEEEEEEE??' ¡NO
JOOOOOODAS! Al final, el asunto era que esa noche no iba a haber pelea,
guardé los aceites afrodisíacos, apagué las velas, quité el CD de Alejandro
Sanz, apagué el equipo de sonido, guardé la champaña y demás. !pu## madre!
Me di un duchazo con agua helada a ver si podía calmar a la 'bestia' y me
puse a ver Discovery, a todo volumen, para no dejar dormir a la hija de mi
suegra ... Después de un rato me quedé dormido.
Al día siguiente fuimos de compras al Shooping, entramos a una tienda, me
fuí a ver relojes mientras ella se probaba tres modelitos 'Liverpool'. Como
mi mujer al fin no podía decidirse por uno u otro, le dije que se llevara
los tres. Entonces me dijo que necesitaba unos zapatos que le hicieran
juego. A U$S 390.00 el par, le contesté que me parecía bien. Luego fuimos a
la sección de ropa sport, de donde salimos con unas zapatillas Nike y una
bolsa Luis Vuiton o alguna huevada de ésas. ¡Ella estaba tan emocionada! Yo
creo que ella pensaba que me había vuelto loco, pero de todas maneras se
veía contenta. Pienso que me estaba poniendo a prueba, cuando me pidió una
faldita muy corta de esas para jugar tenis...
(si apenas sabe correr!). Entró en 'shock' cuando le dije ... 'Comprate todo
lo que quieras'. Ella estaba excitada casi sexualmente después de todo ésto.
Y entonces dijo las palabras mágicas de toda mujer: 'Vení papito lindo, mi
gordo hermoso' (y otras pendejadas que dicen las mujeres), 'vamos a la caja
a pagar'.
Fue aquí cuando, de repente faltando solo una persona para llegar a la caja,
le dije:"No mi amor, creo que ahora no tengo ganas de comprar todo ésto"...
De verdad, ojalá le hubieran visto la cara, se quedó pálida cuando le dije:
'Tan solo quiero que me abraces'. Empezó a poner cara de que se iba a
desmayar, se le paralizó la parte izquierda del cuerpo, le dio un tic
nervioso en el ojo derecho y le dije:"No sabés conectarte con mis
necesidades financieras como hombre".
Desde hace dos días que duermo afuera, pero que bien que me siento.

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