Objetivo: Los Jóvenes...

Aunque los responsables de las empresas tabacaleras no dejan de repetir que el objetivo de la publicidad es incitar a los fumadores a que cambien de marca y no atraer a los no fumadores -en especial, a los jóvenes-, un simple cálculo indica que si el elenco de consumidores no se renovara constantemente, la industria se hundiría al cabo de una década. Los nuevos fumadores son, en el 90 por ciento, adolescentes. Se estima que cada día comienzan a fumar unos 3.000 niños, que reemplazan a los adultos que, por diversos motivos, dejan de consumir cigarrillos. A partir de los 40 años suelen aparecer los primeros síntomas de enfermedades relacionadas con el tabaco. La muerte prematura de los fumadores -que viven en promedio entre 10 y 15 años menos que los no fumadores- acelera la necesidad del recambio generacional: se requieren más de dos millones de nuevos fumadores por año para reemplazar a los que abandonan el hábito o murieron. Un estudio publicado por el Centro para el Control de las Enfermedades de los E. Unidos constató que los avisos publicitarios de cigarrillos atraían más a los adolescentes que a los adultos. No es un efecto de la casualidad sino el objetivo deliberado de campañas de marketing muy bien diseñadas, aunque las empresas insistan en asegurar lo contrario.-