martes, 1 de septiembre de 2009

CONTINUACION DE CUANDO SE PUEDA Y QUIERA....


////--Como los grandes artistas literarios, no siempre existe la suficiente inspiración ni las suficientes ganas de hacerlo.

La escritura puede hacerse con cierta regularidad, sólo debemos estar predispuestos y con ánimo de relatar alguna actividad o hecho relevante en nuestra vida, o detalles que nos parecen importantes a nosotros.


LA OTRA CARA DE LA MONEDA.

Igualmente importante en este proceso de auto-descubrimiento es el ejercicio de la lectura. Así se repasa lo vivido, se contrastan nuestros sentimientos y, lo más importante se ejercita la memoria y el recuerdo. La escritura y su contraparte, la lectura es como un diálogo con nosotros mismos, es enfrentamiento, pelea y crisis porque se plasma nuestras propias contradicciones.


Sólo hace falta tomar lápiz, papel y relatar qué sucedió hoy o que quiere que suceda mañana.

No hay exigencias estilísticas ni evaluadoras, ni sensores. Entonces ¿que espera para comenzar el suyo?



PARA PENSAR-

Ya lo decía Marleau PONTY, uno de los exponentes de la filosofía fenomenológica: no se conoce lo que se piensa hasta que no se pone en palabras. Obviamente éstas pueden ser evocadas en silencio pero ¿por qué no plasmarlas sobre el papel y que allí vivan para siempre?.

Muchas personas dan testimonio de haber tenido un diario en su niñez y hoy su lectura le permite recuperar las vivencias y revivir momentos que habían olvidado. Es como una máquina del tiempo que nos hace volver cuando queramos al pasado y reavivar nuestros recuerdos, y los sentimientos ligados a ellos.

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