sábado, 10 de octubre de 2009

¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE ME TRAES?


Desde nuestra primera respiración en este mundo, experimentamos el contacto, la mirada, el sonido de las voces de otras personas y en un recorrido a veces fácil y agradable y otras no tanto aprendemos a relacionarnos con otras personas. Esperamos ansiosos al alimento y atención de nuestra madre primero, extendiéndolo después a nuestro padre y demás integrantes de la familia. Vamos registrando cada palabra, cada mirada, cada gesto y de acuerdo a lo amorosos o no que éstos sean, creceremos expandidos y flexibles o temerosos y cubiertos de defensas para que nadie nos lastime.
Si bien uno lo vive de esta manera, estamos inmersos en un aprendizaje karmático por espejo, o sea que vamos a nacer en una familia que nos muestre o refleje lo que nos ha quedado por aprender.
Llegamos aquí sin memoria de otras vidas y creemos todo lo que vemos, a veces sin entender de que se trata. Es como si nos dieran una obra a representar en la cual nosotros traemos un papel para desempeñar, (aprendizajes pendientes, cancelaciones kármicas, misión o misiones a cumplir), en esta especie de "escenario", no estamos solos. Acordamos venir con las personas con las que tuvimos conflictos en tiempos pasados, y que nos van a mostrar de qué se trata el aprendizaje. Acordamos venir con seres a los que amamos inmensamente, que estarán con nosotros para cobijarnos y tendernos sus manos cuando lo necesitemos.
Cada persona que llegue a nuestra vida, tendrá algo para mostrarnos, algo para enseñarnos, algo para ofrecernos, solo tenemos que aprender a ver de qué se trata ese "algo" para crecer y ganar en amor y libertad.
Si descubrimos el "secreto" en cada relación, enriqueceremos inmensamente nuestras vidas y nos ayudará a conectarnos con nuestra verdadera esencia, con nuestras profundidades, con nuestras sensaciones más íntimas. También empezaremos a amigarnos con nuestras sombras, sonreírnos de nuestros errores, respetarnos y querernos tal cual somos. Simplemente estamos aprendiendo... creciendo.
El camino del autoconocimiento nos brindará los elementos para descubrir la razón de nuestro personaje, de nuestro papel en esta historia y nos abrirá a los mensajes que nos traen las relaciones.

por Marta I. Villafañe

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