Aunque recibimos del Sol suficiente energía como para cubrir todas nuestras necesidades, apenas aprovechamos una mínima parte para generar electricidad. Esto se ha venido haciendo a través de instalaciones fotovoltaicas y, en menor medida, mediante centrales de energía solar concentrada, una tecnología en la que España es un país puntero.
De momento, el rendimiento de los paneles solares comerciales más avanzados ronda el 30%, lo que para los más escépticos pone en duda su rentabilidad a gran escala. Sin embargo, el desarrollo de microcomponentes fotovoltaicos mucho más baratos de fabricar que, además, es posible imprimir sobre todo tipo de superficies, incluso flexibles, augura un interesante futuro para este tipo de energía.
Es más, algunas agencias y compañías espaciales apuntan que, en realidad, deberíamos ir a buscarla lejos de la superficie terrestre, y planean lanzar satélites capaces de recogerla y enviarla a puntos estratégicos mediante haces láser o microondas.
Muy interesante
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