martes, 7 de julio de 2009

Marcelle Auclair. Fuerza de atracción del pensamiento


Del LIBRO DE LA FELICIDAD de Marcelle Auclair

Está en Ud.

Ya sabe usted que el pensamiento crea. Aprenda ahora a conocer su poder de atracción.

Qué es la ley de atracción? Es la ley del amor. Esta ley del amor nada tiene que ver con el instinto que lleva a un apuesto joven hacia una bella muchacha, y recíprocamente (aunque forma parte, cuando el sentimiento es intenso y la atracción física magnificada por afinidades profundas). Se puede definir así: “Las vibraciones idénticas se atraen, se unen y se fortalecen mutuamente.”

La ciencia reconoce que todo es vibración en el universo. Comprenda por lo tanto “cómo” usted atrae todo lo que desea manteniendo su pensamiento al mismo nivel de vibraciones que lo que desea obtener.

No en vano se dice de un ideal, de un sentimiento, que son “elevados” o “bajos”: el lenguaje traduce exactamente la verdad.

Un pensamiento de esperanza, de amor despojado de todo egoísmo, la admiración, la generosidad, crean en nosotros vibraciones altas, rápidas, que juntándose a todas las vibraciones análogas forman con ellas una poderosa emisión.

Nos sentimos ”deprimidos”. (También aquí el lenguaje es de lo más exacto.) Nuestras vibraciones bajan, se aminoran y nada que sea feliz, armonioso, beneficioso, tiene cabida en nuestro campo de atracción.

Y así se escapan nuestras más caras esperanzas. Somos semejantes a imanes súbitamente desimantados. Nos es preciso un esfuerzo consciente para elevar nuevamente nuestras vibraciones al nivel de las hermosas realizaciones.

Los creyentes tienen una forma soberana de levantar las vibraciones desfallecientes: la oración, el llamamiento a un Dios de bondad, el abandono a su voluntad, que es gozo y abundancia.

El Padrenuestro pronunciado y pensado pone de acuerdo varias veces al día las vibraciones del creyente con aquellas que implican tanto el pan cotidiano como la iluminación espiritual. Los que no posean ”la fe” deberán tener “una fe”, fe en un ideal que los supere y hacia el cual dirigirán todas sus fuerzas.

APLICACION. Observe cómo, cada vez que usted se siente desanimado, es en desmedro de su vitalidad, mientras que la esperanza parece elevarlo y redoblar sus fuerzas. Hoy, tienda hacia la esperanza y sentirá cómo sube el nivel de sus vibraciones. En tales momentos nada enojoso habrá de sucederle: usted atrae la dicha así como el imán atrae el hierro.

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