martes, 4 de agosto de 2009

Diálogo hombre-Dios


Hombre:: Padre Nuestro que estás en el cielo...

DIOS: Aquí estoy...

Hombre:: Por favor, no me interrumpa, estoy rezando.

DIOS: ¡Pero tú me llamaste!

Hombre:: ¿Llamé? ¡yo no llamé a nadie! estoy rezando... Padre Nuestro que estás en el cielo...

DIOS: ¡Ah! eres tú nuevamente...

Hombre:: ¿Cómo?

DIOS: ¡Me llamaste! Tú dijiste: Padre Nuestro que estás en el cielo... Estoy aquí... ¿en qué te puedo ayudar?

Hombre:: Pero no quise decir eso. Estoy rezando. Rezo el Padre Nuestro todos los días. Me siento bien rezando así. Es como cumplir con un deber. Y no me siento bien hasta cumplirlo
.
DIOS: Pero... ¿cómo puedes decir Padre Nuestro sin pensar que todos son tus hermanos? ¿cómo puedes decir: que estás en el cielo... si no sabes que el cielo es paz, que el cielo es amor a todos?

Hombre:: Es que realmente no había pensado en eso...

DIOS: Pero... prosigue tu oración.

Hombre:: Santificado sea tu nombre...

DIOS: ¡Espera ahí! ¿qué quieres decir con eso?

Hombre:: Quiere decir... quiere decir... lo que significa ¿cómo lo voy a saber? es parte de la oración ¡solo eso!

DIOS: Santificado significa digno de respeto, santo, sagrado.

Hombre:: Ahora entendí, pero nunca había pensado en el significado de SANTIFICADO. "Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo..."

DIOS: ¿Estás hablando en serio?

Hombre:: ¡Claro! ¿por qué no?
DIOS: ¿Y qué haces tú para que eso suceda?

Hombre:: ¿Cómo qué hago? ¡nada! es que es parte de la oración... hablando de eso... sería bueno que el Señor tuviera un control de lo que acontece en el cielo y en la tierra también.

DIOS: ¿Tengo control sobre tí?

Hombre:: Bueno... ¡yo voy a la iglesia!

DIOS: ¡No fue eso lo que te pregunté! ¿qué tal el modo en que tratas a tus hermanos, la forma en que gastas tu dinero, el mucho tiempo que das a la televisión, las propagandas por las que corres detrás y el poco tiempo que me dedicas a mi?

Hombre:: ¡Por favor! ¡para de criticar!

DIOS: Disculpa, pensé que estabas pidiendo que se haga mi voluntad. Si eso fuera a acontecer... ¿qué hacer con aquellos que rezan y aceptan mi voluntad, el frío, el calor, la lluvia, la naturaleza, la comunidad?

Hombre:: Es cierto, tienes razón, nunca acepto tu voluntad, pues reclamo por todo. Si mandas lluvia, pido sol... si mandas sol, me quejo del calor...si mandas frío continúo reclamando...pido salud, pero no cuido de ella, dejo de alimentarme o como mucho.

DIOS: Excelente que reconozcas todo eso. Vamos a trabajar juntos tú y yo. Vamos a tener victorias y derrotas. Me está gustando mucho tu nueva actitud.

Hombre:: Oye Señor, preciso terminar ahora, esta oración está demorando mucho más que de lo acostumbrado. Continúo... "el pan nuestro de cada día dánoslo hoy..."

DIOS: ¡Para ahí! ¿me estás pidiendo pan material? No solo de pan vive el hombre, sino también de mi palabra. Cuando me pidas el pan, acuérdate de aquellos que no lo tienen... ¡Puedes pedirme lo que quieras, deja que me vea como un Padre amoroso! Estoy interesado en la última parte de tu oración... continúa.

Hombre:: "Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden."

DIOS: ¿Y tu hermano despreciado?

Hombre:: ¿Ves? oye Señor, él me criticó muchas veces y no era verdad lo que decía. Ahora no consigo perdonarlo. Necesito vengarme.

DIOS: Pero... ¿y tu oración? ¿qué quieres decir con tu oración? tú me llamaste y estoy aqui. Quiero que salgas de aqui transformado. Me gusta que seas honesto, pero no es bueno cargar con el peso de la ira dentro de ti ¿entiendes?

Hombre:: Entiendo que me sentiría mejor si me vengara.

DIOS: ¡No! te vas a sentir peor. La venganza no es buena como parece. Piensa en la tristeza que me causarías, piensa en tu tristeza ahora. Yo puedo cambiar todo para ti. Basta que tú lo quieras.

Hombre:: ¿Puedes? ¿pero cómo?

DIOS: Perdona a tu hermano y yo te perdonaré a ti y te aliviaré.

Hombre:: Pero Señor... no puedo perdonarlo.

DIOS: ¡Entonces no me pidas perdón tampoco!

Hombre:: Estás acertado. Pero yo solo quería vengarme. Quiero la paz Señor. Está bien, está bien, perdono a todos ¡pero ayúdame Señor! ¡Muéstrame el camino a seguir!

DIOS: Esto que pides es maravilloso. Estoy muy felíz contigo... y tú... ¿cómo te estás sintiendo?

Hombre:: Bien ¡muy bien! a decir verdad nunca me había sentido... es muy bueno hablar con Dios.

DIOS: Ahora terminemos la oración... prosigue.

Hombre:: "No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal"

DIOS: Excelente, voy a hacer justamente eso, pero no te pongas en situaciones en que puedas ser tentado.

Hombre:: Y ahora ¿qué quieres decir con eso?

DIOS: Deja de andar en compañía de personas que te llevan a participar en cosas sucias, secretas. Abandona la maldad, el odio. Todo eso te lleva al camino errado. No uses todo eso como salida de emergencia.

Hombre:: ¡No te entiendo!

DIOS: ¡Claro que entiendes! has hecho conmigo eso varias veces. Vas por el camino equivocado y luego corres a pedirme socorro.

Hombre:: Tengo mucha verguenza. Perdóname Señor.

DIOS: ¡Claro que te perdono! Siempre perdono a quien está dispuesto a perdonar también. Pero cuando me vuelvas a llamar, acuérdate de nuestra conversación, medita cada palabra que dices. Termina tu oración.

Hombre:: ¿Terminar? ¡ah si! Amén.

DIOS: ¿Y qué quiere decir Amén?

Hombre:: No lo sé. Es el final de la oración.

DIOS: Debes decir Amén cuando aceptas todo lo que quiero, cuando aceptas mi voluntad, cuando sigues mis mandamientos, porque AMEN quiere decir ASI SEA, estoy de acuerdo con todo lo que oré.

Hombre:: Señor, gracias por enseñarme esta oración y gracias también por hacérmela entender.

DIOS: Yo amo a todos mis hijos, pero amo más a todos aquellos que quieren salir del error, aquellos que quieren salir del pecado ¡Te bendigo y permanece en mi paz!

Hombre:: ¡Gracias Señor! ¡estoy muy felíz de saber que eres mi amigo!

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