ANÁLISIS DE UNA PROBLEMÁTICA SOCIAL QUE SUFREN, SOBRE TODO, LAS MUJERES CON VIH/SIDA.
¿Cuántas personas con VIH pierden sus puestos de trabajo, se ven imposibilitadas de acceder a una hipoteca o son rechazadas en los consultorios odontológicos?
¿Por qué a pesar de saber qué es el SIDA y como se transmite el virus que lo causa, las personas con VIH deben ocultar su estado si no quieren ser privadas de los derechos básicos de cualquier ser humano?
Por un lado, ese rechazo no podría entenderse sin tener en cuenta que existen otras desigualdades sociales y estigmas previos que llevan a considerar a las personas afectadas como "fuera de la regla".
Tampoco se puede olvidar que son las posiciones ideológicas y religiosas excluyentes las que han permitido revestir con un falso significado moral a este fenómeno biológico.
Por otra parte, ciertos rasgos peculiares del SIDA, como el hecho de que su agente causal,el VIH, se transmita fundamentalmente a través de la sangre y los fluidos sexuales, o el carácter mortal de la epidemia en sus inicios, no hicieron más que alimentar los temores y prejuicios hacia las personas afectadas.
No obstante, es tiempo de REFLEXIÓN: la discriminación que han sufrido y padecen a diario numerosas personas con VIH es una violación de los derechos humanos y un serio obstáculo en la lucha contra la enfermedad.
Aunque hoy se está mejor que hace unos años, todavía resta mucho camino por recorrer.
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